jueves, mayo 29, 2008

Notas rojas MIM

¿Quieren un "libre comercio" mundial?¡Qué nos den una norma de reglas laborales mundial, un sueldo mínimo mundial!
No es raro escuchar de regateos empresariales promoviendo acuerdos como el TLC, el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio, y el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) reclamando las barreras obstruyendo la libre concurrencia de inversiones y ganancias. Pero escasamente se escuchan reclamaciones sobre las barreras que obstruyen al libre movimiento del trabajo (es decir, personas).Esto se da porque las empresas monopolistas - y el privilegio disfrutado por los países del Primer Mundo generalmente - perduran a costillas de sueldos desvalorizados en los países del Tercer Mundo. Los obreros del Tercer Mundo ganan un promedio de $ 0.48 por hora, mientras los trabajadores yanquis ganan $ 16.48 por hora. (1) ¿Cómo puede ocurrir esto? Los obreros del Tercer Mundo viven bajo gobiernos respaldados por escuadras de muerte, que utilizan la fuerza para reajustar las tasas de sueldo y aplastar a organizadores sindicalistas.Aquellos gobiernos que no utilizan represalias militares compiten con los que sí las usan-y se ven amenazados por la agresión militar de forma clandestina y abierta. Atestigüen los golpes patrocinados por los Estados Unidos o las invasiones de Irán, Guatemala, Viet Nam, Chile, etc.Si es que los capitalistas grandes irán a reclamar para que la Organización Mundial del Comercio (OMC) les protega sus "mercados libres" - no obstante que ese "mercado libre" está dominado por monopolios del Primer Mundo y que la OMC es un álfil manipulado por los gendarmes del imperialismo los EE. UU. -debíamos reclamar para que haya garantías de un mercado laboral mundial, libre, justo, y parecido al que propone la OMC.El profesor Voradvidh de Tailandia lo ha dicho muy bien: "Necitamos un GATT que protega condiciones de trabajo y un sueldo mínimo, necesitamos una norma de condiciones básicas para el trabajo y un nivel más alto para los niños." (2) Los países que utilizan escuadras de muerte para aniquilar a organizadores sindicalistas debían ser castigados sancionándoles su comercio. Los sindicatos que luchan por un sueldo más alto que el actual debían presentarse ante una organización parecida a la OMC.Empresarios que se pasan de listos ya nos tratan de engañar con sus patrañas, que quieren lograr algo que beneficie al proletariado internacional. La gestión presidencial de Clinton presumía: "Hemos buscado un marco para discusión multilateral sobre la mejor manera de promover las normas más básicas del trabajo: libertad de asamblea, el derecho a la organización y negociación colectiva, transparencia en el lugar de trabajo, la prohibición de trabajo forzado, y la eliminación de trabajo infantil explotativo." (3)Pero esto es una pantalla-y debemos desenmascarar los designios de estos charlatanes y continuar la exigencia para protecciones auténticas a los obreros a un nivel mundial. No debemos cederle paso a los imperialistas-debemos mostrar su hipocrecía. Una reciente acción militante logró la reducción del precio de drogas anti-SIDA porque las empresas farmaceúticas multinacionales fueron desenmascaradas. (4) Podemos hacer igual con el tema de un sueldo mínimo mundial, la protección de organizadores sindicalistas, y causas similares.Por supuesto, un sueldo mínimo mundial y otras garantías para un mercado laboral "libre y justo" son reformas dentro del sistema capitalista, y en la actualidad manipulado por el gran capital monopolista del Primer Mundo: el Imperialismo. El Movimiento Internacionalista Maoísta sostiene que la lucha revolucionaria por el Socialismo-un sistema social que sirve a las necesidades del pueblo y aniquila el interés del lucro-es un paso necesario para eliminar la explotación y los males el capitalismo, como la pobreza, la hambruna y la enfermedad prevenible que mata a millones cada año.La lucha anti-imperialista con perspectiva socialista en los países del Tercer Mundo pueden de manera contundente retirar a sus países respectivos del reparto imperialista y todas sus instituciones: el FMI, el Banco Mundial, la OMC, etc. Nuestra tarea en los países imperialistas consiste en prepararnos para cuando llegue el día, podramos derrocar al imperialismo yanqui - y asegurar que jamás retoñe. Con eso dicho, una regulación mundial que mejore las condiciones laborales es una lucha para una reforma progresista. Para cienes de millones de obreros, un aumento en sueldos puede significar la diferencia entre la vida y la muerte. Y a pesar de que una regulación mundial para el mercado laboral está a par con el capitalismo, aún socavaría el sostén principal del capitalismo monopolista: Las super-ganancias chupadas por imperialismo del Tercer Mundo.

No hay comentarios.: