sábado, septiembre 06, 2008

Un portal al infierno maya

Por Christopher Boone













Especifiquemos sobre qué trata el artículo, antes de que cunda el pánico.

La semana pasada fue anunciado el descubrimiento de un laberinto de cuevas (algunas submarinas) en la Península de Yucatán (México). Según dicen los arqueólogos, estas cuevas tienen una estrecha relación con la cultura maya. Veamos porqué.

Según la mitología maya, las almas de los muertos tenían que seguir a un perro con visión nocturna por un horrible camino con agua, y enfrentarse a multitud de desafíos para poder descansar durante su vida eterna.

Al parecer, este laberinto de cuevas podría ser el camino del que hablaba la tradición maya, por lo que una de las incógnitas que han surgido es si la leyenda inspiró la construcción del complejo subterráneo, o viceversa. ¿Qué creéis que sería más lógico?

En concreto, en una de las cuevas se ha encontrado un camino de unos noventa metros que acaba en una columna situada en frente de una masa de agua. Según dicen los investigadores, ya son varios los templos encontrados cerca del agua, o incluso debajo, como en este último caso.

“Probablemente formaba parte de un ritual elaborado”, dice uno de los arqueólogos. Y es que se han encontrado desde inmensas columnas y esculturas de monjes, hasta restos humanos y de cerámica.

Sobre qué vino antes, si el mito o las cuevas, William Saturno, experto de la Universidad de Boston, defiende que el mito estuvo antes.

Saturno dice que el descubrimiento de estos templos submarinos indica el esfuerzo de los mayas por crear sus portales mitológicos. Y es que además de tener que adentrarse hasta la profundidad de los bosques para encontrar las entradas a las cuevas, los constructores mayas tuvieron que bucear largos tramos para construir algunas de las pirámides.

Parece ser que para un maya, morir era una auténtica aventura, ¿no?

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