viernes, noviembre 21, 2008

Los Trileros Sistémicos y el desafío de Europa

Por José Luis González Vallvé (ABC, 19/11/08):

La crisis financiera trae causa en gran parte del gigantesco trile realizado por los Trileros Sistémicos TS, que, según símil hidráulico, han agujereado las presas que embalsan el fluido dinero, los trasvases, canales, acequias y tuberías que van hasta los pequeños depósitos de empresas y familias ahora dañados y secos para regar la huerta de todos pero que son sus fuentes, la red además tiene nodos singulares como los paraísos fiscales: gigantescos sumideros incontrolados, donde están 2/3 de los fondos especulativos mundiales, en consecuencia, lo más urgente es reparar agujeros y tapones, identificando previamente a los propios trileros, únicos que pueden conocerlos, aunque no es seguro, intentando que devuelvan lo que han trilado y expulsándolos para no repetir; sólo así volverá la confianza y aparecerá y circulará el capital.

De poco servirá que los Estados, como prestamistas de última instancia, desaten la lluvia artificial sobre las cuencas a riesgo de ahogarnos en deuda, si el sistema no se ha reparado antes, hecho lo cual, la mecánica de fluidos, recomienda que el fluido capital circule con menor caudal y velocidad que antes de la avería, y lo haga en régimen laminar y no turbulento, lo que ha contribuido a agravar la avería.
Los Trileros Sistémicos (TS) presentan, entre otras, las siguientes características:

  • el excesivo apalancamiento, la evaluación y derivación insensata del riesgo, su aseguramiento ciego, el oscurantismo, la confusión de papeles entre evaluadores y comisionistas, la impotencia del ahorrador individual, la complicación hasta la ignorancia pasando por el despiste, el aumento disparatado de precios, que no de valor, en compras de empresas, negocios, y suelo, etc., etc., sólo se explica por la doble circunstancia del aumento correlativo y también disparatado de sus astronómicas comisiones y remuneraciones y, porque muy especialmente, ellos no toman ningún riesgo, puesto que la responsabilidad personal prácticamente no existe.
  • hacen todo a crédito, con el dinero de los demás, depositado en las instituciones financieras, dejando a salvo sus asombrosas e intocables fortunas.
  • la justicia no les castiga, ya que anticipan jurídicamente la vía de escape, con sus carísimos asesores largamente retribuidos.
  • no tienen ideología, su motivación es la codicia y el lujo, son ajenos a la estabilidad del sistema o a la creación de riqueza, pero en la nueva corte «lobbizan» sus fechorías, conviviendo y rivalizando con políticos y «opinión makers».
  • en cada trile sistémico hay siempre un «profesional» al que la sociedad había confiado la bolsa y la vida, la ética y la estética, pero que ha caído en la órbita de los TS.
  • se han criado en las escuelas de «negocios» de los ranking salmón, tienen potentes departamentos de I+d+i, para inventar nuevos triles, como el de dividir algo en varias partes, sazonarlas con publicidad y pretender que al día siguiente la suma valga más que el todo, y también disponen de potentes departamentos de comunicación que pervierten la información sobre ellos.
  • algunos voluntariosos expertos siguen queriendo explicar técnicamente el gigantesco y oscuro trile, dando, con ello, cobertura epistemológica y tregua temporal a los TS.

La historia enseña que las sociedades se construyen con valores y no sólo con leyes, la fisiocracia predicaba valor para el talento o producto real, y no para ese lío de comprar, vender, titularizar, conseguir contratas, derivar, asegurar, recalificar solares o especular a futuro, basados en esquemas de Ponzi o distribuciones de Taleb, para dar dinero fácil a una legión de pícaros que hasta negocian secuestros en Somalia, y que son los únicos que pueden comprar esos objetos de deseo, que los demás sólo ven en el papel cuché de las revistas dominicales combustible de la hoguera de las vanidades y excitadoras de toda una sociedad para que consuma al límite y se endeude a tope, renunciando a ser buen padre de familia, desatando la pasión por la liquidez, menospreciando ingenieros y primando financieros que han multiplicado en falso valor de papel el valor real de nuestro mundo.

¿Podemos hacer algo?

Europa ha sabido encontrar históricamente el equilibrio corrigiendo los radicalismos: planificación centralizada, mercado omnipotente, agresión a la naturaleza, ahora la incipiente Responsabilidad Social Corporativa intentaba corregir los excesos de los TS, pero siendo el desafío mucho más serio y urgente, supone una magnífica oportunidad para los europeos, si haciendo de la necesidad virtud, construimos un nuevo modelo que aprenda de los errores de éste, diseñado y derrotado al otro lado del mar, todavía la UE y los EE.UU. son el 77 por ciento del mundo financiero, y que convenza y funcione globalmente, entre otras, desde las siguientes consideraciones:

Recuperar e insuflar, con la indispensable ayuda pedagógica de los medios de comunicación, casi únicos educadores actuales, la apreciación social por valores y principios que han estado en todos los decálogos, dejando de perseguir el continuo crecimiento económico y el nuevo «riquismo» como sola medida del éxito, ayudando a equilibrar el mundo y la naturaleza: ahorrando recursos, desechos y energía, nuestro consumo sobrepasa en más del 150 por ciento la capacidad de regeneración de nuestros ecosistemas, algunos países como Bután han sustituido la renta económica por la felicidad y según el índice: «Happy Planet» el país más feliz del planeta es Vanuatu y el segundo Colombia, que no están en la cima de las finanzas.

El Islam prohíbe el préstamo y no ha creado esta crisis, el catolicismo no lo veía bien, las bolsas y mercados se crearon para capitalizar empresas productivas, el crédito es prioritariamente para emprender, equilibrado con recursos propios siempre más responsables, y no para especular, en todo caso que especulen con su dinero y no con el de los demás.

Crear valor y no aumentar precio, primar talento, responsabilidad y transparencia y penar descuido oscurantismo y picardía, equilibrando retribuciones por el valor aportado, no por injustos espejismos financieros, es inaceptable que se retribuya más a los más trileros.

Así como se intenta resolver el déficit democrático político, resulta urgente y trascendente resolver la impotencia del ahorrador individual en la gestión de las crisis financieras.

Europa debe una respuesta unitaria por muchas razones: si el sistema se desvía demasiado y muy frecuentemente de su equilibrio, puede no recuperarlo, los TS lo son sin fronteras, así es que de poco sirve alegrase del mal ajeno, fue capaz de crear el euro, sobre el que tantos males se anunciaban y ahora todos desean y a todos nos protege, y estamos obligados a estabilizarlo unidos, pero, muy especialmente, si queremos confianza económica, el europeo, como siempre nos muestra el Eurobarómetro, penaliza las respuestas desunidas y prima la respuesta unitaria.

Unidad Europea de pensamiento, política y funcional, planteando con coraje la salida de esta crisis de hipnosis colectiva provocada por el trile financiero con una nueva regulación rigurosa después de reparar y sanear la red, y generación inmediata de confianza económica; la UE nació como la gran reconstrucción, después de la secuencia de la gran depresión y la gran guerra, y es el mejor ejemplo de cómo la libertad de circulación de personas, bienes y servicios protegida por una seguridad jurídica eficaz, impulsa el bienestar, soñábamos con un petróleo más barato que ya tenemos, también hay que escapar de la esclavitud energética y proyectar unidos la gobernanza y la prosperidad global con el modelo europeo, intentando recuperar, desde el convencimiento racional, en y para un mundo confuso y miedoso, el liderazgo funcional y ético.

Fuente: Bitácora AlmendrónTribuna Libre © Miguel Moliné Escalona

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