viernes, marzo 06, 2009

"La comunidad de inmigrantes cubanos de EE UU está cambiando"

Por IRENE BENITO - Madrid - (El País.com, 05/03/2009)

En un español que denota el contacto frecuente con hispanohablantes, Geoff Thale, director de programas de la organización no gubernamental Washington Office on Latin America (WOLA), formula por teléfono: "la comunidad de inmigrantes cubanos de Estados Unidos está cambiando y la prueba está en que hace dos décadas era impensable que apoyasen la revisión del bloqueo a Cuba". Entusiasmados con la llegada de Barack Obama a la presidencia y la posibilidad de discutir la política de EE UU respecto de la isla, Thale y su ONG preparan el "Día de consulta sobre Cuba", una actividad que lleva más de una década incitando a intercambiar opiniones en el Congreso sobre la conflictiva relación entre EE UU y el país que lidera Raúl Castro.

Alrededor de 150 activistas de todo tipo (periodistas, académicos, religiosos, líderes políticos, sindicalistas, empresarios, representantes de los cubanos estadounidenses y ciudadanos corrientes) participan de la edición 2009 del "Día de consulta". Por primera vez desde hace cinco décadas -cuando EE UU trabó el embargo comercial a Cuba y prohibió los vuelos a la isla-, el clima de Washington es acogedor para los que propician un (suave) viraje hacia otra etapa de mayor flexibilidad. Thale, experto en política centroamericana, se apoya en pruebas concretas para describir este momento singular de "la cuestión cubana": "Es probable que Obama decrete el final de la prohibición de viajar y la posibilidad de enviar remesas antes de la Cumbre de las Américas en Trinidad y Tobago (prevista para abril). Pero lo más estimulante es que hay varios proyectos de ley con gran consenso entre parlamentarios demócratas y republicanos que, si bien no suprimen el embargo, implican una mejora en la relación".

Al menos discutir

Aunque en Cuba también ha habido cambios políticos de relieve (como el reciente reemplazo de los ministros de Relaciones Exteriores, y Comercio Exterior e Inversión Extranjera afines a Fidel Castro por dos figuras de perfil más moderado y filiación raulista), a Thale le entusiasma el proceso de transformación que ha vivido la influyente comunidad cubana de EE UU -compuesta por 1.200.000 personas-, históricamente contraria a mejorar el vínculo con la isla. "Los inmigrantes que llegaron en la década de 1960 querían una Cuba sin Fidel y, por ello, porque vivían como exiliados políticos, no aceptaban ninguna concesión del Gobierno estadounidense". El dirigente de WOLA opina que el factor de cambio fueron la segunda oleada de inmigración y los descendientes de los cubanos enemistados con el castrismo. "Ellos no aman a Fidel pero tienen un criterio más amplio y, sobre todo, quieren acercarse a la isla y a los afectos que se quedaron allí".

Thale cree que el factor humano puede mover montañas. O romper las barreras entre dos países enfrentados sin tregua desde la Guerra Fría. Buscando las palabras que mejor definan a WOLA, comenta que esta organización de incidencia política (comprometida con la defensa de los derechos humanos en América Latina) propicia la normalización del vínculo diplomático como paso previo para dialogar sobre la necesidad de establecer una democracia en la isla. "Con un bloqueo no se puede hablar de derechos humanos. La severidad de las sanciones a Cuba no ha conseguido ningún resultado democrático", observa Thale. Y compara: "EE UU tiene relaciones normales con otros países que no respetan los derechos humanos. Ello no significa que acepte todo, pero, al menos, es posible dialogar sobre las diferencias. No hay nada peor que el punto en el que estamos, donde ni siquiera podemos discutir productivamente con Cuba".

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