Por SOLEDAD GALLEGO-DÍAZ - Buenos Aires - (El País.com, 19/02/2009)
La economía latinoamericana se encuentra en fase de profundo declive, sin que existan perspectivas de recuperación significativa a corto plazo. De hecho, el índice de clima económico (ICE) elaborado conjuntamente por la fundación brasileña Getulio Vargas y el Instituto de Investigación Económica de la Universidad de Munich (IFO), que fue hecho público ayer en Brasilia, se situó en enero en sólo 2,9 puntos, su nivel más bajo desde que se inició la serie, hace 18 años. Quiere decirse que la región se mantiene muy cerca de los índices mundiales, aunque la percepción de la situación actual es todavía algo mejor en América Latina que en el resto del mundo.
En comparación con la encuesta anterior, realizada en octubre de 2008, el ICE latinoamericano descendió considerablemente al pasar de 3,4 a 2,9 puntos como media y las expectativas a seis meses vista se mantuvieron bajo mínimos (pasaron de 2,5 a 2,3 puntos en un trimestre, cuando la media en los últimos 10 años fue de un 5,4).
El responsable técnico de la encuesta, Aloisio Campelo, explicó ayer a EL PAÍS que la incertidumbre que muestran no sólo los expertos económicos, sino los consumidores y agentes sociales, hace muy difícil pensar en una mejora de expectativas económicas en América Latina antes de septiembre, y eso siempre que el "paquete de choque" lanzado por el presidente estadounidense, Barak Obama, haya logrado ya un cierto impacto en la economía real.
Aunque la economía latinoamericana no es homogénea y cada país de la zona presenta características específicas, el ICE de enero demuestra que la confianza disminuyó todavía más respecto a octubre en nueve de los 11 países encuestados. El deterioro más significativo se ha producido en Brasil (que ha pasado de 5 puntos a 3,9), Paraguay (de 4,1 a 3,2) y Ecuador (de 3,3 a 2,3). En Brasil, sufrió también una fuerte bajada el índice de valoración actual, aunque está todavía rondando los cinco puntos, es decir, la evaluación positiva.
Lo más interesante, sin embargo, es que las expectativas subieron ligeramente en Brasil, de 2,7 a 3,1. Lo mismo sucede en Chile, un poco más optimista ahora que hace tres meses (de 2,5 a 3,3). Pese a todo, Chile no mejora en su índice de clima económico, que ha pasado de 4,1 a 3,8 en el mismo periodo de tiempo, igual que la valoración de la situación actual (de 5,7 a 4,3)
Los dos países que parecen menos afectados son Uruguay y Perú, donde el índice de situación actual (ISA) mantiene valoraciones positivas. Aun así, el indicador de expectativas no es nada bueno: en Perú se hundió de 4,1 a 1,9, y en Uruguay, de 4,5 a 1,7.
Las mayores esperanzas se suscitan, como queda dicho, en Brasil y en Chile, donde las expectativas han pasado de 2,5 a 3,3 (frente a un promedio del 6,4 en los últimos 10 años).
Al final de la lista, en casi todos los índices se encuentran Venezuela y Argentina. El caso más llamativo es el de Argentina, donde la valoración de la situación económica es un poco peor que la de hace tres meses y en el que las expectativas se mantienen desde el pasado mes de julio en niveles bajo mínimos, pero absolutamente estables: 1,7 puntos.
La economía latinoamericana se encuentra en fase de profundo declive, sin que existan perspectivas de recuperación significativa a corto plazo. De hecho, el índice de clima económico (ICE) elaborado conjuntamente por la fundación brasileña Getulio Vargas y el Instituto de Investigación Económica de la Universidad de Munich (IFO), que fue hecho público ayer en Brasilia, se situó en enero en sólo 2,9 puntos, su nivel más bajo desde que se inició la serie, hace 18 años. Quiere decirse que la región se mantiene muy cerca de los índices mundiales, aunque la percepción de la situación actual es todavía algo mejor en América Latina que en el resto del mundo.
En comparación con la encuesta anterior, realizada en octubre de 2008, el ICE latinoamericano descendió considerablemente al pasar de 3,4 a 2,9 puntos como media y las expectativas a seis meses vista se mantuvieron bajo mínimos (pasaron de 2,5 a 2,3 puntos en un trimestre, cuando la media en los últimos 10 años fue de un 5,4).
El responsable técnico de la encuesta, Aloisio Campelo, explicó ayer a EL PAÍS que la incertidumbre que muestran no sólo los expertos económicos, sino los consumidores y agentes sociales, hace muy difícil pensar en una mejora de expectativas económicas en América Latina antes de septiembre, y eso siempre que el "paquete de choque" lanzado por el presidente estadounidense, Barak Obama, haya logrado ya un cierto impacto en la economía real.
Aunque la economía latinoamericana no es homogénea y cada país de la zona presenta características específicas, el ICE de enero demuestra que la confianza disminuyó todavía más respecto a octubre en nueve de los 11 países encuestados. El deterioro más significativo se ha producido en Brasil (que ha pasado de 5 puntos a 3,9), Paraguay (de 4,1 a 3,2) y Ecuador (de 3,3 a 2,3). En Brasil, sufrió también una fuerte bajada el índice de valoración actual, aunque está todavía rondando los cinco puntos, es decir, la evaluación positiva.
Lo más interesante, sin embargo, es que las expectativas subieron ligeramente en Brasil, de 2,7 a 3,1. Lo mismo sucede en Chile, un poco más optimista ahora que hace tres meses (de 2,5 a 3,3). Pese a todo, Chile no mejora en su índice de clima económico, que ha pasado de 4,1 a 3,8 en el mismo periodo de tiempo, igual que la valoración de la situación actual (de 5,7 a 4,3)
Los dos países que parecen menos afectados son Uruguay y Perú, donde el índice de situación actual (ISA) mantiene valoraciones positivas. Aun así, el indicador de expectativas no es nada bueno: en Perú se hundió de 4,1 a 1,9, y en Uruguay, de 4,5 a 1,7.
Las mayores esperanzas se suscitan, como queda dicho, en Brasil y en Chile, donde las expectativas han pasado de 2,5 a 3,3 (frente a un promedio del 6,4 en los últimos 10 años).
Al final de la lista, en casi todos los índices se encuentran Venezuela y Argentina. El caso más llamativo es el de Argentina, donde la valoración de la situación económica es un poco peor que la de hace tres meses y en el que las expectativas se mantienen desde el pasado mes de julio en niveles bajo mínimos, pero absolutamente estables: 1,7 puntos.
1 comentario:
Uruguay depende mucho de Argentina y Brasil, en otro caso se mantendría aún más a flote. De todos modos, hay cierto paralelismo entre el retardo de llegar la crisis a Francia (una nación que se mantuvo bastante "pública" y "estatista" a pesar de la ola liberal que también la alcanzó) y el retardo de llegar la crisis a Uruguay (idem entre paréntesis anterior). Alguien con conocimientos suficientes debería empezar a establecer denominadores comunes entre paises con "más o menos estado" y en qué medida y orden van siendo afectados por la "crisis" (eufemismo).
Publicar un comentario