lunes, abril 20, 2009

Monseñor, la ley del silencio y el "narco"

Por PABLO ORDAZ - México - (ElPais.com, 20/04/2009)

¿Dónde está El Chapo Guzmán? La respuesta vale siete millones de dólares (5,4 millones de euros), aunque tal vez nadie la haya respondido aún porque se sospecha que la recompensa también puede incluir un salvoconducto al más allá. Joaquín Guzmán Loera (el mote de El Chapo se debe a su porte más bien chaparro) no sólo es el jefe del cartel de Sinaloa y el mayor narcotraficante de México, sino también, según el último número de la revista Forbes, uno de los hombres más ricos del mundo. Su fortuna, superior a los 1.000 millones de dólares (767 millones de euros), pero sobre todo su forma de obtenerla, el crimen organizado en su versión más sanguinaria, provocan más afonía que la locuacidad que persiguen los cinco millones que ofrece EE UU y los dos de México. Por eso tiene más valor lo que ha dicho el arzobispo de Durango...

¿Que qué ha dicho? Lo que mucha gente piensa en México, pero nadie se atreve a decir en voz alta. Exactamente: "Más adelante de Guanaceví, por ahí está El Chapo, por ahí vive, pero bueno, todos lo sabemos, menos la autoridad...".

La historia, que a cada momento se va cubriendo de más misterio, empezó el viernes. Ese día, el arzobispo del norteño Estado de Durango, Héctor González Martínez, llamó a los periodistas para denunciar que los sacerdotes de su diócesis -que también abarca el norte del Estado de Zacatecas- están sufriendo amenazas por parte de sicarios del crimen organizado: "Los extorsionan llamándolos por teléfono, amenazándolos con insistencia, gritándoles, diciéndoles malas palabras... Y la autoridad no hace nada".

Al arzobispo lo fue abandonando la santa paciencia y la bendita prudencia y empezó a dar nombres. Detalló los lugares donde operan dos de los carteles más peligrosos de México, la Familia Michoacana y "la gente de El Chapo", o lo que es lo mismo, el cartel de Sinaloa. Y finalmente señaló Guanaceví, un municipio entre montañas de 11.000 habitantes, como la guarida segura del fugitivo más famoso de México.

¿Que por qué es el más famoso de México? Por lo que se sabe de él y por lo que se intuye que él sabe. El Chapo Guzmán, que ya anda por los 55 años, fue detenido en 1993 en Guatemala. Dos años después lo trasladaron a un penal de México, de donde se fugó en 2001, dicen que escondido en un camión con ropa sucia. En México ya gobernaba Vicente Fox, del mismo partido (el Partido Acción Nacional) del actual presidente, Felipe Calderón. Nadie duda a estas alturas de que el Gobierno de Calderón es el primero de la historia de México que combate en serio al narcotráfico, pero también es verdad que sobre esa lucha tan cruenta -el sábado murieron ocho policías federales al repeler el intento de rescate de un narco al que trasladaban de prisión- se cierne una sombra de sospecha. ¿Por qué dejaron escapar a El Chapo? ¿Por qué no lo detienen? Las declaraciones del arzobispo echan más sal en la herida.

Por si a la historia le faltara un punto de misterio, las palabras del arzobispo fueron recogidas por todos los medios de comunicación de México, menos por los de... ¡Exacto! Los periódicos de Durango no publicaron la denuncia del arzobispo y los de difusión nacional, que todas las mañanas llegan a los quioscos del Estado norteño, se quedaron en el camino. Nadie sabe qué paso con ellos. Ni con el arzobispo. También a él se lo tragó la tierra. Como a su presunto vecino El Chapo.

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