El entrenamiento de los niños para ser parte del ejército de dios es parte de una estrategia elaborada por altos operativos del movimiento fascista cristiano. Michael Farris, fundador y presidente de la Universidad Patrick Henry, nombró “generación de Josué” al movimiento que se encarga de convertir a los niños que estudian en casa en activistas políticos. (En la Biblia, Josué es el comandante en jefe del ejército de Moisés. Moisés liberó a los israelitas de la esclavitud y los guió hacia la “tierra prometida”, pero fue Josué quien dirigió su conquista).
Farris ha sido un fascista cristiano por mucho tiempo. Es un protegido de Tim LaHaye (autor de la serie de Dejados atrás) y fue consejero en jefe de Concerned Women of America. En 1983 fundó la Asociación de Home School Legal Defense, la cual ha trazado el camino para el crecimiento de la enseñanza en los hogares. En su libro Generation Joshua, Farris escribe que el movimiento de enseñanza en el hogar “tendrá éxito cuando nuestros niños, la generación de Josué, se involucren de todo corazón en la lucha para reconquistar la nación”.
Todos los estudiantes del campamento son educados en el hogar. El número de niños que son educados en el hogar ha incrementado significativamente en años recientes, de pocas decenas de miles en los años 80 a alrededor de 1.1 a 2.1 millones hoy. De acuerdo a Jesus Camp, el 75% de estos niños educados en el hogar son hijos de padres cristianos evangélicos.
Toda una industria ha crecido proveyendo libros de texto, videos y otros “materiales educativos” a los padres cristianos que educan en sus hogares, donde enseñan por qué la evolución es mala, que la Tierra solo tiene 6,000 años, que Estados Unidos se fundó como “una nación cristiana”, que el Gran Cañón se formó durante la inundación de Noé, que los humanos coexistían con los dinosaurios en “el Jardín del Edén” y otras cosas sin sentido.
Si alguien piensa que esto es una estrategia sin mucha posibilidad de éxito, vean el impacto que tiene hasta el momento. La Universidad Patrick Henry de Farris, dirigida especialmente a estudiantes evangélicos educados en casa, proporcionó el 7% de internos en la Casa Blanca en el 2004. Veintidós congresistas han empleado a uno o más de esos internos y uno de los graduados forma parte del personal de Karl Rove. No está tan mal para una escuela que recibe a menos de 100 estudiantes al año.
En el 2004 se formó una organización política llamada “Generación Josué”. Esta envió grupos de jóvenes adoctrinados a ayudar en campañas para el Senado, como las de Tom Colburn (quien pidió la pena de muerte para médicos que practicaran abortos) y Jim DeMint (quien dijo que a los homosexuales y las embarazadas solteras no se les debería permitir enseñar en las escuelas públicas).
Todos los que se preocupen por nuestro futuro, tienen que ver Jesus Camp. Es impactante y da miedo enfrentarse al movimiento fascista cristiano que busca convertir este país en un estado cristiano. Es un movimiento con apoyo de los altos niveles de la clase dominante, formado a lo largo de décadas, que tiene la determinación de alcanzar su meta. Y para ser honestos, han avanzado mucho. Aquellos que quieran ver un futuro diferente al planeado por estos ayatolas necesitan luchar con mayor determinación y un gran sentido de urgencia para cambiar el rumbo por el que nuestra sociedad va.
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