jueves, diciembre 25, 2008

El Plan México y la militarización de México financiada por Estados Unidos

31 de Julio, 2008 — Emitimos un informe sobre México producido por Inside USA (Al Jazeera English) sobre el papel de EE.UU en la creciente guerra contra el narcotráfico en México. Hablamos sobre la iniciativa Plan México con Avi Lewis, Laura Carlsen y John Gibler.

Traducido por Gabriela Díaz Cortés y DN! en Español

ANJALI KAMAT: Mientras las conversaciones de la Organización Mundial del Comercio fracasan, nos ocupamos ahora del país que quizás ha sufrido más profundamente el impacto de las políticas comerciales estadounidenses durante la época neoliberal. Quince años después de haberse firmado el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN/NAFTA), México sigue lejos de alcanzar los elevados beneficios que los defensores de la globalización neoliberal prometieron. En la actualidad, las encuestas indican que uno de cada dos mexicanos cree que que los mexicanos son los perdedores del NAFTA. La más reciente iniciativa estadounidense en México también es objeto de un análisis minucioso. El mes pasado, el gobierno de Bush y el Congreso liderado por los demócratas se pusieron de acuerdo sobre el Plan México, un programa de 400 millones de dólares destinado a la lucha contra el narcotráfico mexicano. Al igual que su antecesor, el Plan Colombia, la iniciativa para México fue criticada porque pone énfasis en la militarización y en la seguridad más que en abordar las causas sociales y económicas. La mayor parte del dinero será destinada a contratistas militares y a las Fuerzas Armadas mexicanas. La versión final del proyecto de ley también omite varias disposiciones clave que hubieran vinculado los fondos con los derechos humanos. En breve, hablaremos con tres invitados sobre el Plan México. Pero primero emitiremos un fragmento del capítulo de la semana pasada de Inside USA, un programa de noticias de investigación que se emite por la cadena Al Jazeera English.

NARRADOR: Culiacán, México. Una ciudad que está en la primera línea de la guerra, una ciudad que en el fondo está profundamente vinculada a las políticas desarrolladas en Washington. Desde que el presidente mexicano Felipe Calderón asumió el poder, más de 4.000 personas fueron asesinadas en crímenes relacionados con el narcotráfico, un número que supera varias veces al de soldados estadounidenses muertos en Irak y Afganistán en el mismo período. Lo que está en juego es el control de decenas de billones de dólares provenientes de la cocaína y la metanfetamina que son destinadas anualmente a los consumidores de drogas estadounidenses. No sólo los traficantes resultan muertos. Docenas de civiles fueron alcanzados por el fuego cruzado, periodistas fueron asesinados y cientos de miembros de las fuerzas de seguridad mexicanas fueron abatidos a tiros. En el cementerio de Culiacán, la familia de un policía recientemente asesinado entierra el cuerpo. Lo colocan para que descanse en paz en una tumba modesta al lado de los lujosos mausoleos construidos para los narcotraficantes asesinados.

COMANDANTE MANUEL HERNÁNDEZ: Siempre es duro cuando se pierde a uno de tus hombres.

NARRADOR: Para el comandante de la policía Manuel Hernández, ver caer a sus hombres se ha vuelto algo habitual y el temor a ser asesinado comienza a hacerse sentir.

COMANDANTE MANUEL HERNÁNDEZ: Por supuesto, tengo miedo. Soy un ser humano, y debería estar asustado, o de lo contrario estaría loco. Pero tengo más miedo de no cumplir mi deber para con México que miedo por mi vida.

NARRADOR: Se sabe que la muerte del oficial no será la última. En este cementerio, docenas de tumbas están siendo cavadas para albergar al número creciente de víctimas. La violencia en Sinaloa, base de algunos de los cárteles de droga más grandes de México, ocurre a gran escala. La capital, Culiacán, tiene un promedio de cuatro ejecuciones diarias. Acompañamos a periodistas y policías locales en lo que se ha transformado en un ritual diario espeluznante. En la calle, parece que la gran cantidad de fuerzas de seguridad es completamente incapaz de detener la violencia. Aparecen cuerpos en cualquier parte de la ciudad casi a cada hora.

PERIODISTA: Al anochecer del segundo día de nuestro recorrido por la región, tres jóvenes más fueron asesinados a tiros en las calles de Culiacán; siete, ocho y nueve cuerpos en menos de cuarenta y ocho horas.

NARRADOR: Y la violencia es aterradora por su brutalidad. Hace poco, en un escalofriante mensaje de los carteles, nueve cuerpos fueron decapitados y las cabezas fueron dejadas en el centro de la ciudad para que la policía las recoja. A menudo, se acusa a la policía de llenar de balas las calles tranquilas como respuesta a la violencia, con poca consideración por la vida de los civiles.

HABITANTE DE CULIACÁN: Este es un agujero de bala que dejó la policía el viernes a la mañana.

NARRADOR: Aquí, los residentes llevan la cuenta del aumento diario del número de cuerpos leyendo lo que se conoce como “el ejecutómetro”, que se publica en la portada de un periódico local. El presidente mexicano Felipe Calderón le declaró la guerra a los carteles hace más de un año y medio. Unos 25.000 soldados y policías inundaron las calles de varias ciudades. También se metió en la pelea: Estados Unidos de Norteamérica. El presidente Bush prometió aproximadamente 150.000 millones de dólares de ayuda militar directa. Denominada Iniciativa Mérida o Plan México, la medida sigue un camino similar al del Plan Colombia, que fue ampliamente criticado y que a la larga fracasó.

PRESIDENTE GEORGE W. BUSH: Le dejé bien claro, lo saben, al presidente, que reconozco que Estados Unidos tiene una responsabilidad en la lucha contra el narcotráfico.

NARRADOR: Según el plan, Estados Unidos brindará programas de entrenamiento y proveerá equipamiento militar. Sin duda que, en cuanto a la influencia, México tendrá además relaciones más cercanas con Washington. De hecho, sólo un día después de que George Bush convirtiera en ley el proyecto, se plantearon serios cuestionamientos sobre qué tipo de entrenamiento exactamente brindaría Estados Unidos. Se divulgaron dos impactantes videos que mostraban a la policía mexicana realizando una sesión de tortura de entrenamiento, dirigida por un contratista que, se cree, trabaja para una empresa de seguridad privada estadounidense. En un video, el contratista arrastra a un oficial por encima de su propio vómito. En otro, a una víctima le llenan con agua la nariz, una técnica habitual de tortura.

MERCEDES MURILLO: Estaban entrenando a la gente para que torture. Los guardias torturan, la policía tortura.

NARRADOR: Mercedes Murillo es una de las militantes de derechos humanos que más se hace oír en México. Cree que las fuerzas policiales corruptas en México son responsables de muchos crímenes y están además involucradas en el comercio de drogas, y que el dinero y el entrenamiento de Estados Unidos sólo empeorarán la situación.

MERCEDES MURILLO: Con respecto a esto, en todos los estados de México tenemos algunos policías que son buenos. Y algunos, claro, son malos. Pero los buenos… me temo que esta gente hará que toda nuestra policía sea mala.

NARRADOR: Más allá de quién está matando a quién, no hay duda de que uno de los mayores problemas acá es la asombrosa cantidad de armas que hay en las calles. Rifles de asalto de gran potencia y ametralladoras son fáciles de encontrar a pesar de las estrictas leyes de control de armas que existen. En esta calle, vimos el cuerpo de un oficial de policía uniformado asesinado a balazos cuando se dirigía al trabajo. Lo más probable es que las balas que acribillaron su auto fueran disparadas por un arma estadounidense. Según algunas fuentes, 2.000 armas de fuego ilegales llegan a diario a México desde Estados Unidos.

CESAR CAMACHO: El hecho de que la Constitución estadounidense permita que cualquier persona adquiera libremente, sin ningún tipo de limitación, armas de grueso calibre hace que México se encuentre lleno de armas de fuego que provienen fundamentalmente de Estados Unidos.

NARRADOR: Entonces, en el juego de oferta y demanda, las drogas van hacia Estados Unidos, las armas de fuego van hacia México. Es un negocio que todos conocen.

MERCEDES MURILLO: Así como uno va y compra una hamburguesa, uno puede ir y comprarse un arma. Es lo mismo.

ENTREVISTADOR: En Estados Unidos.

MERCEDES MURILLO: En Estados Unidos, en todo Estados Unidos.

NARRADOR: Una de esas armas fue rastreada hasta este negocio de venta de armas en Texas, justo del otro lado de la frontera, enfrente de Ciudad Juárez. Los fusiles Kalashnikov que se venden acá, como este fabricado en Las Vegas, Nevada, se pueden comprar más fácilmente ahora, luego de que el gobierno de Bush no lograra renovar en 2004 una prohibición sobre la venta de armas de asalto, y ahora llegan a montones a México.

JOHN HUBERT: En la medida en que haya gente allá dispuesta a pagar 5.000 dólares por un arma que se puede comprar a 600 dólares acá, alguien va a tratar de pasar una de contrabando al otro lado de la frontera.

SHERIFF ARVIN WEST: Ah, en cualquier lugar que quieras cruzar.

NARRADOR: El gobierno federal, según el Sheriff Arvin West de Texas, ha hecho pocas cosas para detener el flujo de armas hacia México.

SHERIFF ARVIN WEST: Hemos visto como a trece camiones con acoplado dirigiéndose a México y el gobierno federal, simplemente, es indiferente, no les importa para nada. Es simple. Quiero decir, tenemos noventa millas o un poco más de noventa millas de frontera, en realidad, exactamente cien millas de frontera, en este país, que están totalmente abiertas.

NARRADOR: En el lado mexicano de la frontera, observamos varios vehículos que cruzaban con sólo una inspección rápida de parte de los oficiales aduaneros. En todo México, las armas estadounidenses siguen matando. Hace sólo unas semanas atrás, en la pequeña localidad de El Pozo, trece personas fueron asesinadas, uno de ellos era un niño de 14 años. Encontramos la evidencia de lo ocurrido esparcida por todos lados.

HABITANTE DE EL POZO: Tienen miedo de que esa gente venga y de que, cuando los encuentren, les disparen.

NARRADOR: Como refugiados en una zona de guerra, muchos residentes están empacando para irse. Creen que lo peor todavía está por venir. Los críticos dicen que el Plan México proviene de una probada y fallida política antidroga estadounidense. En la medida en que Washington continúe concentrándose en restringir el suministro hacia EE.UU. en vez de ocuparse del problema de la droga desde dentro, deben hacerse preguntas sobre su complicidad en la escalada de violencia que se observa del otro lado de la frontera. Para los que están en la calle, la guerra continúa y está alimentada por las armas estadounidenses a ambos lados de la frontera.

MERCEDES MURILLO: Entonces están mezclando seguridad con temor. Están mezclando seguridad con política. Y están mezclando seguridad con mentira.

SHERIFF ARVIN WEST: Lo que México tiene que hacer es hacer valer las leyes que tiene; comenzar a poner a algunos de estos tipos malos en la cárcel.

MERCEDES MURILLO: En este momento, tenemos más muertes que en Iraq.

SHERIFF ARVIN WEST: Le aseguro que nuestros hombres irían para allá y–a falta de mejores palabras–les patearían el trasero y les tomarían los nombres.

MERCEDES MURILLO: Porque es lo mismo: es una guerra.

ANJALI KAMAT: Acabamos de ver un fragmento del programa Inside USA. Nos acompañan ahora tres invitados. Avi Lewis es el presentador de Inside USA, programa semanal que se emite por Al Jazeera en Inglés. Lewis es además cineasta. En 2004, junto a Naomi Klein, hizo el documental La Toma sobre el movimiento de fábricas recuperadas en Argentina. Avi Lewis nos acompaña desde Washington DC. También se encuentra con nosotros Laura Carlsen, directora del Programa de las Américas del Centro de Política Internacional en la ciudad de México. Escribió ampliamente sobre las relaciones entre EE.UU. y México y tiene su blog en el sito web AmericasMexico.blogspot.com. Laura Carlsen nos acompaña desde Portland, Oregon. Y por teléfono desde México, nos acompaña John Gibler, periodista independiente y corresponsal de derechos humanos de Global Exchange en México. Su próximo libro se llama Mexico Unconquered: Chronicles of Power and Revolt (El México indomable: crónicas de poder y rebelión). John Gibler se comunica con nosotros desde Tapachula al sur de México, cerca de la frontera con Guatemala. ¡Bienvenidos todos a Democracy Now! Avi Lewis, quiero empezar con usted. Acaba de regresar de México. ¿Puede hablar de la sensación que tiene la gente en ese país sobre la culpabilidad de Estados Unidos en relación con la cantidad de vidas humanas perdidas en la guerra contra el narcotráfico?

AVI LEWIS: Bueno, quiero decir, las imágenes, por supuesto, son dramáticas y asombrosas y el número de víctimas es espeluznante. Pero para mí, lo que esta investigación hace es reformular toda la conversación sobre la frontera. En México, la gente estaría muy, muy agradecida de que hubiera un tipo de discurso sobre la protección de la frontera como lo tenemos aquí en EE.UU. Existe una necesidad desesperada de proteger la frontera porque las armas estadounidenses ingresan a montones e influyen directamente en el número de víctimas. Pero también es…esta es una película que ya vimos antes, y el Plan Colombia es un antecedente de toda esta conversación, porque por detrás del argumento de la guerra contra las drogas… si observa los detalles del Plan México—400 millones de dólares el primer año—más de la mitad de ese monto va a maquinaria: ocho helicópteros Bell con equipo de visión nocturna que sigue la pista de personas que cruzan de un lado al otro de la frontera tan fácilmente como la droga. Además, un enorme sistema de tecnologías de la información (TI) para el Instituto Nacional de Migración de México que tiene como objetivo explícito rastrear el movimiento de ciudadanos mexicanos y centroamericanos que entran y salen de México. Entonces, está este tipo de control biométrico de la inmigración que se está introduciendo de manera encubierta, bajo la retórica de la guerra contra las el narcotráfico. Y cuando sucede este gran derramamiento de sangre en las calles de México, es muy fácil que la sangre oculte las agendas políticas que están por detrás.

SHARIF ABDEL KOUDDOUS: Laura Carlsen, usted es directora del Programa de las Américas del Centro de Política Internacional en la ciudad de México. Escribió ampliamente sobre el Plan México, cuyo origen relaciona con el NAFTA. ¿Podría hablar de eso?

LAURA CARLSEN: Bueno, en marzo de 2005, los alcances del NAFTA fueron ampliados a través de la Alianza para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte (ASPAN). Fue una movida sin precedentes que un tratado de comercio entrara al área de seguridad, pero es algo que el gobierno de Bush había querido hacer desde hacía mucho. Esencialmente, la idea era correr las fronteras de Estados Unidos y crear un perímetro de seguridad norteamericana que incluyera Canadá y México. De este modo, lo que buscaba hacer el gobierno de Bush era aplicar su dura doctrina de seguridad nacional al territorio mexicano también. Este es un gran problema para México porque no sólo viola la soberanía nacional, sino además impone a México las prioridades de seguridad del gobierno estadounidense en un momento en que esas prioridades de seguridad son muy beligerantes y agresivas en todo el mundo. El caso del Plan México es un ejemplo perfecto del resultado de tales políticas. Esencialmente, es muy importante lo que dice Avi; no se trata sólo de un programa contra el narcotráfico, es una iniciativa de cooperación regional en seguridad que incluye la lucha contra el narcotráfico, la lucha contra el terrorismo y la seguridad en la frontera. De manera que los agrupa y básicamente consigue una mayor presencia militar estadounidense dentro de México, no con tropas de verdad, sino en términos de su intervención en el aparato de seguridad nacional de México, y logra imponer así la agenda del gobierno estadounidense en ese país.

AVI LEWIS: [inaudible] Perdón por meterme así. Hay un hombre que se llama Thomas Shannon, que es un alto funcionario del Departamento de Estado–

SHARIF ABDEL KOUDDOUS: Avi Lewis.

AVI LEWIS: …un alto funcionario del Departamento de Estado llamado Thomas Shannon, que está profundamente involucrado en la Alianza para la Seguridad y la Prosperidad, creo que en la primavera pasada levantó la perdiz en una conferencia cuando habló de la ASP y América del Norte como un “espacio económico compartido”, que es como actualmente se habla de esta visión del mundo. Shannon dijo explícitamente “Lo que estamos haciendo, de alguna manera, en cierto sentido, es blindar el NAFTA”. Y creo que cuando uno observa la intersección de la agenda económica, la pantalla de la guerra contra el narcotráfico y la histeria por la inmigración y la frontera que está detrás de eso, el Plan México representa exactamente lo que Shannon dijo, el blindaje del NAFTA. Y, claro, no se habla en estos términos cuando el Congreso lo aprueba, cuando los demócratas y los republicanos se juntan para respaldarlo.

ANJALI KAMAT: Laura Carlsen, yo-

LAURA CARLSEN: Creo que eso es cierto.

ANJALI KAMAT: Continúe…

LAURA CARLSEN: Iba a decir que no es casual que esto surja justo en el momento en que México está enfrascado en otro debate muy importante, el de la privatización de la empresa de petróleo. En una sociedad militarizada, está garantizado cierto grado de control social. Sabemos, en México, que habrá una oposición masiva a la privatización del petróleo. Y sin embargo, el acceso a los recursos petrolíferos mexicanos ha sido otro gran objetivo de la ASPAN, la Alianza para la Seguridad y Prosperidad de América del Norte, incluida en el NAFTA. Entonces, con el ejército en la calle, también se pueden sofocar los levantamientos sociales que puedan surgir en relación con el control de los recursos naturales.

ANJALI KAMAT: Laura Carlsen, quería pedirle que nos explique qué es el Plan México. ¿A dónde va el dinero? ¿Para qué es? ¿Y de qué se tratan las condiciones de derechos humanos que se suponía estaban incluidas? ¿Qué tan efectivas hubieran sido?

LAURA CARLSEN: Hay 116 millones de dólares que van directamente al ejército en lo que llaman apoyo militar. Hay otra porción importante –y para tener certeza de algunos de estos números tendremos que esperar hasta que el Secretario de Estado presente el informe de gastos al Congreso, porque las cifras se fueron cambiando a lo largo del proceso de aprobación por parte del Congreso-… pero la otra gran porción va directamente a las fuerzas de seguridad, a la policía mexicana, en todos sus niveles. Hay otra parte llamada “construcción institucional”. Y algunos grupos manifestaron que teóricamente esta es la parte positiva de la ley porque tiene que ver con dos grandes necesidades en México: el desarrollo del sistema judicial y la capacitación en derechos humanos. No obstante, hay muchas sospechas entre los mexicanos de que esta parte del paquete de asistencia no se hará efectiva; primero, porque el gobierno de EE.UU tiene poca autoridad moral para realizar capacitación en derechos humanos, con Abu Ghraib, con la situación en Guantánamo y también porque es un gobierno que formalmente justifica la tortura. Hay muchas sospechas sobre cómo van a llegar a México y cómo van a hacer este tipo de capacitación. Otro aspecto es que gran parte del dinero irá a empresas de seguridad privadas. Hace poco tuvimos el caso de las filmaciones de tortura, que se mencionaron, en las que una empresa de seguridad privada con sede en EE.UU. estaba involucrada precisamente en el entrenamiento de las fuerzas policiales mexicanas en técnicas de tortura y de resistencia al dolor. Las condiciones que se habían establecido originalmente en este paquete de asistencia fueron rechazadas por el gobierno mexicano por considerarlas una violación a la soberanía nacional. Las mismas incluían someter a investigación a las fuerzas policiales y la aprobación por parte del Departamento de Estado de que México estaba en efecto cumpliendo las leyes. A la larga, estas condiciones fueron ablandadas luego de que el gobierno mexicano las rechazara. Y las condiciones finales no tienen absolutamente ningún impacto en el modo en que se suministre y administre el dinero. El Departamento de Estado tiene autorización para retener hasta el 15 por ciento del monto–lo que es un tanto absurdo-, si se descubre que México no aplica las leyes de acuerdo a cómo se debería utilizar este dinero y cómo las fuerzas de seguridad están funcionando. Existe una restricción que indica que deben mantener la prohibición del uso de la tortura como método para conseguir una declaración. Hace poco fui parte de una delegación de derechos humanos, con la cual estuvimos en Chiapas, Oaxaca y Atenco, y vimos numerosos casos donde la tortura se usa rutinariamente para conseguir confesiones. Y en la medida en que eso se pueda hacer con impunidad, que es lo que sucede, la seguirán usando. De modo que no creo que estas condiciones de derechos humanos tengan ningún tipo de impacto. Y el impacto general del plan será negativo, tanto por la militarización de la sociedad, así como también por darle más poder a las fuerzas militares y policiales, que son los peores violadores de los derechos humanos del país.

SHARIF ABDEL KOUDDOUS: Tenemos que hacer una pausa de sesenta segundos. Cuando regresemos, seguiremos este debate. Estamos hablando con Laura Carlsen, directora del Programa de las Américas del Centro de Política Internacional en México. Avi Lewis está en Washington, D.C. Es conductor de Inside USA que se emite por Al Jazeera English. Y cuando regresemos, incorporaremos a John Gibler por vía telefónica desde México. Quédese con nosotros.

[pausa]

SHARIF ABDEL KOUDDOUS: Estamos hablando del Plan México. Ahora queremos pasar a John Gibler. John se nos suma por vía telefónica desde México. John es periodista independiente y corresponsal de derechos humanos de Global Exchange en México. Su próximo libro es Mexico Unconquered: Chronicles of Power and Revolt (El México indomable: crónicas de poder y rebelión). John Gibler, su artículo más reciente se titula “Mexico’s Ghost Towns: The Other Side of the Immigration Debate” (Los pueblos fantasma de México: la otra cara del debate sobre la inmigración) ¿Puede hablar de esto, por favor?

JOHN GIBLER: Buenos días. Sí, gracias. Creo que es esencial comprender el vínculo que existe entre el llamado régimen de libre comercio plasmado en el NAFTA y la migración. La estructuración económica que el NAFTA hace de la economía de México hizo que millones de pequeños agricultores tuvieran que dejar sus campos y eso destrozó la producción local de alimentos y las economías regionales. Eso está obligando a la gente a cruzar la frontera en busca de trabajo. Los analistas de la Universidad de Zacatecas que entrevisté me dijeron: ”México, bajo este nuevo régimen económico, es una fábrica de exportación de inmigrantes”. Además, dicen que México está hipotecando su futuro con las remesas de dinero que los inmigrantes envían a México desde Estados Unidos. Y lo que sucede, argumentan, es que EE.UU., a través del NAFTA, mantiene a México como una especie de ejército de trabajadores de reserva para su propia reestructuración industrial, así todas las mejoras y los lujos que no hay en el propio campo mexicano se edifican, se construyen y se elaboran dentro de EE.UU. con mano de obra inmigrante, principalmente mexicana.

ANJALI KAMAT: Laura Carlsen, quería hacerle una pregunta. ¿Puede hablar del impacto que el Plan México tiene en los movimientos sociales mexicanos?

LAURA CARLSEN: Sí. Bueno, ya con el ejército mexicano en la calle, algo que comenzó apenas Felipe Calderón asumió la presidencia y se reforzará con el Plan México, lo que estamos viendo son ataques, básicamente, a los movimientos sociales. En Chiapas, esto se ha visto particularmente en las comunidades autónomas zapatistas, donde el ejército entró, con frecuencia bajo el pretexto de que estaban buscando producción de estupefacientes; una producción que no encontraron, pero que usaron como pretexto para acosar a aquellas comunidades, que han llevado adelante importantes luchas por los recursos naturales y el derecho a la autonomía. Entonces, los pueblos indígenas son grupos que están en riesgo. Otro caso—y estos son un tipo de casos que vimos en el estado norteño de Chihuahua—tiene que ver con dirigentes sociales opositores, en general. Cuando comenzó la Operación Chihuahua, una de las operaciones más importantes de la lucha contra el narcotráfico, el ejército entró e inmediatamente detuvo a varios dirigentes sociales que habían sido…para quienes se habían emitido órdenes de arresto en 2003 por obstaculizar el puente internacional en una protesta contra el NAFTA. Simplemente, fueron detenidos automáticamente como parte de estas operaciones de la guerra contra el narcotráfico. Este es otro grupo al que vamos a estar observando muy detenidamente porque creemos que esto va a seguir pasando de manera masiva en todo el país, conforme la lucha contra el narcotráfico se expanda. Otros grupos en riesgo son las mujeres. Los militares han sido responsables de una serie de violaciones y abusos sexuales de mujeres en distintos puntos del país. También los dirigentes sociales opositores, los miembros de pueblos indígenas y los inmigrantes, que fueron mecionados antes, se han transformado en grupos de delincuentes, según este modelo particular de guerra contra el narcotráfico y lucha contra el crimen organizado.

SHARIF ABDEL KOUDDOUS: Bueno, Laura Carlsen, quiero agradecerte mucho que hayas estado con nosotros. Laura Carlsen es la directora del Programa de las Américas del Centro de Política Internacional en la ciudad de México. Su informe se llama “Un abecedario del Plan México”, pondremos un enlace al mismo en nuestro sitio democracynow.org. Y también agradecemos a John Gibler, que se nos suma por vía telefónica desde México, es un periodista independiente y corresponsal de derechos humanos de Global Exchange en México. Su próximo libro se llama Mexico Unconquered: Chronicles of Power and Revolt (El México indomable: crónicas de poder y rebelión). Agradecemos también a Avi Lewis, de Inside USA, que se emite por la cadena Al Jazzera en Inglés.

Fuente: Democracy now! en español

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