El adolescente, que permanece preso en una cárcel de menores de Kabul, en Afganistán, deberá cumplir al menos cinco años de condena, aunque en un margen de 24 meses será trasladado a un centro para adultos. Según denuncia Shakirullah, los hombres que lo reclutaron le inculcaron que su misión como musulmán era asesinar soldados británicos y estadounidenses, ya que ellos mataban a musulmanes. Además, le aseguraron que si se inmolaba no moriría porque Dios premiaría sus acciones.
Shakirullah, natural de Pakistán, fue reclutado por los grupos radicales que dirigían la madrasa donde su padre le envió a estudiar el Corán. El chico asegura, sin embargo, que su padre desconocía las ideas radicales de los encargados de la escuela coránica. "Cuando terminé de recitar el Corán, el mulá vino y me dijo 'ahora que has terminado el Corán tienes que perpetrar un ataque suicida'", explica Shakirullah.
En su situación, la principal preocupación de Shakirullah es comunicarse con sus padres, con los que aún no ha tenido contacto. "Echo de menos a mis padres", se lamenta Shakirullah a la CNN, y añade, "no sé que estarán pensando. No saben nada de mí".
Los observadores internacionales aseguran que cada vez son más los niños reclutados por los grupos armados en Afganistán.
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