sábado, febrero 28, 2009

Chávez ordena al Ejército que tome el control de las procesadoras de arroz

Por MAYE PRIMERA - Caracas - (El País.com, 28/02/2009)

El presidente venezolano, Hugo Chávez, ordenó ayer la intervención estatal y militar de todas las plantas de procesamiento de arroz que son propiedad de la empresa privada y que, en su opinión, participan de un plan para encarecer el producto y desabastecer el mercado.

Chávez hizo el anuncio durante una sesión parlamentaria especial en la que participaba como invitado. "He ordenado la intervención ahora mismo de todos esos sectores de la agroindustria del arroz]. Intervención del Gobierno revolucionario y pido el apoyo del pueblo para profundizar la revolución bolivariana, porque este Gobierno está aquí para proteger al pueblo, no para proteger a la burguesía ni a los ricos".

Acto seguido, el presidente ordenó a la Guardia Nacional prestar apoyo al Ministerio de Agricultura y Tierras en "la toma de intervención de todas estas empresas que procesan el arroz en Venezuela". Y en caso de que las compañías intenten paralizar la producción del cereal, Chávez está dispuesto a ir más allá: "No les vamos a permitir que sigan burlándose del pueblo y del Gobierno revolucionario. Por allí ellos amenazan con que van a parar la producción, si tratan de parar la producción les expropio todas las plantas de procesamiento de arroz. Se las expropio, no tengo problema. Y les pago con papeles, además, no creo que les vaya a pagar con dinero contante y sonante, no".

Precios regulados

El Estado venezolano ya había tomado esta semana el control de una planta propiedad de la empresa privada Alimentos Polar, bajo el argumento de que el 91% de su producción se destina a la variedad de arroz saborizado y el 9% a la de arroz blanco a precio regulado.

Desde el año 2002, los alimentos de la canasta básica están regulados en Venezuela, incluso con precios inferiores a sus costes de producción. Sin embargo, esta medida no ha evitado que productos como la carne, los huevos y la leche se vendan en el mercado a precios que duplican el valor oficial. Sólo en 2008, el aumento de precios de los alimentos fue del 43%, y la inflación general, del 30,9%. En el caso del arroz, en febrero de 2008 el Gobierno de Hugo Chávez aprobó un aumento oficial del 44%, que fijó el precio del producto al consumidor en 2,18 bolívares fuertes (un dólar) por kilo; pero los arroces saborizados no son susceptibles de esta regulación. Y según el ministro de Agricultura y Tierras, Elías Jaua, las empresas burlan las leyes cuando empaquetan y comercializan productos distintos: "Le han impuesto al pueblo consumidor un arroz saborizado, parbolizado y distintas maneras de presentación (...) con las cuales pretenden cobrar el doble".

En su intervención de ayer, Chávez también respondió airadamente a los señalamientos del Departamento de Estado de Estados Unidos sobre la violación sistemática de los derechos humanos y el aumento del narcotráfico en Venezuela. "Qué raro que Obama no se ha enterado de la violación de los derechos humanos en su propio país (...) Váyase a lavar ese paltó, señor Obama", fue la frase utilizada por Chávez, que en la jerga venezolana se traduce por una de las formas más peyorativas de decir "váyase al diablo". Y para que fuese entendida correctamente, agregó: "El que quiera, se lo puede traducir en criollo".

"Sobre Lukoil y Repsol se ha levantado un muro de Berlín económico"

Por PILAR BONET / LUIS PRADOS - Moscú - (El País.com, 01/03/2009)

Dmitri Medvédev, el jefe del Kremlin desde el pasado mayo, es un afable abogado de 44 años, que responde a las preguntas sin alterarse, casi imperturbable comparado con sus antecesores, el susceptible Vladímir Putin y, antes, el desmesurado Borís Yeltsin.

Su presidencia, heredada de Putin, su protector, no ha sido el tránsito del invierno a la primavera. Sobre ella se cierne la tormenta financiera global, convertida ya en crisis económica. El rublo se ha devaluado un 35% y la producción industrial ha caído un 16%. Y en cuestión de meses, puede verse conmocionada por la crisis social que se gesta en las fábricas paralizadas y en el alza del desempleo.

Medvédev está en una encrucijada. La caída de los precios del gas y del petróleo amenaza el contrato social de los años de Putin, esa fórmula de éxito consistente en un Estado autoritario que a cambio de restaurar el orgullo nacional y subir el nivel de vida de los ciudadanos restringía el ejercicio de sus derechos y libertades.

El presidente ruso se distancia del pasado, de Gorbachov, pero sobre todo del desorden de la era Yeltsin, y apuesta por una solución global a una crisis global. La obsesión con la seguridad, el temor al aislamiento y el papel central del Estado, son tradiciones grabadas en el ADN de los dirigentes rusos, pero pese a ello Medvédev reconoce la debilidad de las instituciones y suena sincero cuando insiste en la necesidad de cooperar con el resto del mundo ante amenazas comunes. La visita a España, que inicia mañana, alentada por su amistad con el rey Juan Carlos, es parte de este esfuerzo.

La entrevista con este periódico se celebra en Gorki 9, la dacha del presidente, una residencia al oeste de Moscú, construida en la década de los cuarenta para los dirigentes comunistas y ocupada posteriormente por Yeltsin. A esta zona de bellísimos bosques nevados se llega después de muchos atascos y de cruzar los barrios más lujosos de las afueras de la capital. El ambiente es relajado, tanto que accede a comentar la metáfora que lo presenta como un joven guerrero que todavía debe "matar al león" para convertirse en el gran jefe. Se ríe. "No voy a matar al león porque le tengo el debido respeto, pero si hablamos de las tareas que tenemos que cumplir y usted equipara estas grandes tareas a dar muerte al león, entonces sí trabajaré para conseguir el objetivo: matar al león".

Pregunta. ¿Cree usted que la crisis económica global puede acabar desestabilizando a Rusia?

Respuesta. La crisis siempre crea problemas al hombre de la calle y genera tensión en la sociedad, pero no se puede decir que vaya a cambiar de forma radical la situación en el país. En primer lugar, la Rusia de hoy, su sistema económico y social, se diferencia mucho de la de hace 15 años. Entonces Rusia era débil y había perdido gran parte de su potencial económico. En los últimos años se logró cambiar esa situación, y por eso la crisis actual, a mi juicio, no desestabilizará sustancialmente a la sociedad. Pero debemos vigilar la calidad de vida del ciudadano, no podemos permitir que el nivel de vida en el país descienda al que había en los años 90. Esta es la prioridad del Estado y del Gobierno.

P. Pero, ¿va a resolver la crisis con más democratización o con menos? ¿Apretará las tuercas o al revés?

R. No estoy seguro de que la superación de la crisis esté relacionada con el desarrollo de la democracia. El problema está en otra parte, en la falta de mecanismos económicos normales que permitan superar la crisis sin pérdidas. Claro que es mejor que el Estado tenga las instituciones democráticas que le permitan tomar las decisiones correctas. Recordemos lo que pasaba en los años 30 en EE UU y en otros países, no creo que fueran los mejores ejemplos de democracia. Al contrario, en varios casos los Estados se vieron obligados a apretar las tuercas para superar la crisis. No lo digo porque vayamos a hacer lo mismo en Rusia, sino porque me parece que la superación de la crisis y el desarrollo de las instituciones democráticas son cosas separadas.

P. Hay quien, amparándose en las medidas anticrisis, busca hacer dinero.

R. De este problema he hablado en tres reuniones con la dirección de los órganos del orden público: los servicios de seguridad, el Ministerio del Interior y la fiscalía, y les dije que quienes intentan sacar partido de la crisis cometen un delito socialmente peligroso.

P. En la comunidad internacional hay preocupación con la situación de los derechos humanos en Rusia. En concreto, con los casos de periodistas asesinados que no se han resuelto, como el de Anna Politkóvskaya.

R. En cada país se pueden encontrar casos sobre los que se pueden hacer reproches mutuos sobre la observancia de los derechos humanos básicos, en el plano social, económico... No somos un país ideal. Creo que Rusia en los últimos 17 años ha recorrido un gran camino. ¿Qué derechos humanos podía haber en la URSS? Y hay que decir que España se acuerda bien de un periodo parecido y eso fue hace relativamente poco. Pero ahora la situación aquí es otra, porque nuestra Constitución funciona y garantiza los derechos humanos y libertades cívicas básicas. Hay algunos derechos elementales en los que no se ha tenido éxito, como por ejemplo la defensa del ciudadano ante la delincuencia y la defensa de la propiedad. En 2008 hubo más de 2.000 asesinatos que no han sido esclarecidos. Es una estadística penosa. Así que el perfeccionamiento de instituciones de la Justicia es una tarea que el Estado no puede postergar.

P. ¿Por qué el Kremlin le tiene tanto miedo al pueblo? ¿Por qué la oposición radical recibe siempre una negativa cuando quiere hacer un mitin en la calle? No hablamos de los comunistas, que sí reciben permiso, sino de gente como Kaspárov, los de la Otra Rusia.

R. Yo no sigo las actividades de la oposición radical en el mismo grado que seguramente las siguen ustedes, pero desde mi punto de vista es un grupo pequeño de políticos radicales, empeñados en atraer el interés hacia sí mismos. A juzgar por lo que yo veo y veo mucho, porque entro en las páginas de Internet a menudo, hacen lo que quieren, salen a la calle y gritan que hay que destituir al presidente y al Gobierno. Nadie les cierra la boca. Dicen todo lo que quieren. Pero que no intervengan en la Plaza Roja. La Plaza Roja no es sitio para ellos.

P. Pero si les han detenido en los restaurantes y antes de que pudieran intervenir en la calle.

R. Si ha habido irregularidades, habría que aclararlas. Pero dicen lo que quieren y lo dicen sin tapujos, con un lenguaje proletario directo.

P. En enero hubo una guerra del gas entre Ucrania y Rusia, donde su país perdió dinero y reputación. ¿Qué hará en la próxima crisis con Kiev?

R. En primer lugar, no cerramos el grifo, sino que Ucrania no firmó un acuerdo con nosotros y por eso no teníamos una base jurídica para suministrar el gas. De ahí que se tomara esa decisión tan difícil para nosotros, una decisión que no queríamos y que quisiéramos evitar en el futuro. El resultado fue la firma del acuerdo del 19 de enero, según el cual el suministro de gas a Ucrania se hace a precios de mercado y nuestros socios deben pagar a tiempo. Si esto no se cumple, Ucrania, según el acuerdo, deberá pasar a pagar por anticipado sus suministros. No queremos que se repita la situación anterior, pero si se niegan a pagar, tendremos que hacer algo. A la Comisión Europea le he explicado que si queremos dar garantías a todos, incluidos los consumidores europeos, debemos ayudar a Ucrania, que está al borde del colapso económico. Si vemos que no son capaces de pagar, formemos un consorcio internacional y ayudémosle con dinero. Yo creo que esto sería una salida para todos. He propuesto, además, una nueva versión de la Carta Energética, que no esté unilateralmente dirigida al servicio de los consumidores, aunque estos sean la parte más vulnerable. A veces hay que pensar en el productor y en los países de tránsito. He ordenado a nuestro Gobierno y también a nuestras principales compañías que preparen propuestas al respecto. Pronto se las entregaré a nuestros socios.

P. Cuando la petrolera rusa Lukoil mostró interés en hacerse con un paquete de Repsol, en España fueron evidentes las reticencias. ¿Falta confianza en los socios rusos?

R. Estamos interesados en que haya inversiones españolas en Rusia y que las compañías rusas vayan al mercado español e inviertan allí en los sectores más diversos. Cuanto mayor sea el nivel de inversiones, tanto mayor será el nivel de seguridad en Europa, porque si los países están vinculados por negocios comunes, nunca habrá motivo para conflictos. Sobre Lukoil y Repsol, no voy a entrar en detalles porque se trata de dos compañías privadas. Por lo que sé, era un paquete pequeño, inferior incluso al llamado de control, que no ejercía una influencia sustancial en la toma de decisiones de la compañía. Oí que a algunos esta inversión les gustaba y que otros actuaban de acuerdo con los estereotipos y la lógica del que llegan los rusos y que resultaba peligroso para la independencia del Estado, etcétera. Creo que es una lógica nociva o idiota, llámele como quiera, porque dividir a los inversores en buenos y malos, en correctos e incorrectos, es levantar un nuevo muro de Berlín en la economía.

P. EE UU ha perdido la base de Manás en Kirguizistán, crucial para la OTAN en Afganistán. ¿Puede y quiere Rusia hacer algo para compensar esta pérdida?

R. El cierre de esa base es una decisión soberana de las autoridades de Kirguizistán. Se debió a que la decisión de abrirla había sido para un par de años, pero su presencia se prolongó durante ocho y sobre esto no se habían puesto de acuerdo con EE UU. En cuanto a Afganistán, estamos interesados en activar nuestro trabajo en la región, porque vemos las amenazas de los grupos radicales que existen en Afganistán, Pakistán y otros países. Por lo que sé, el nuevo presidente de EE UU ha incluido esta tarea entre sus prioridades internacionales. Compartimos este enfoque. Y es más, estamos dispuestos a participar en la estabilización de Afganistán, recurriendo a la autoridad de organizaciones internacionales como la Organización de Cooperación de Shanghai (OCSh) [China, Kazajstán, Kirguizistán, Rusia, Tayikistán y Uzbekistán]. Todos estamos interesados en que en Afganistán haya un Estado democrático, civilizado y eficaz. Hemos pensado celebrar una conferencia sobre este tema, probablemente este año.

P. ¿Invitarán a la OTAN?

R. La OCSh bien podría hacerlo. Sus miembros son países fronterizos con Afganistán, los que más sufren del extremismo que allí existe. Toda esa corriente turbia de narcóticos y terroristas nos afecta a nosotros. Por eso vamos a discutir en la conferencia estos temas, pero en vista de que la operación se lleva a cabo en Afganistán, creo que debe haber representantes suyos.

P. Por último, ¿no le parece que el nuevo proceso contra el multimillonario Mijaíl Jodorkovski, acusado ahora de robar miles de millones de euros, aumentará la desconfianza hacia Rusia?

R. El tribunal mostró su intransigencia e independencia en el caso de Politkóvskaya cuando, a pesar de que creo que el asunto no era tan sencillo, pronunció un veredicto absolutorio al afirmar que las pruebas eran insuficientes. Por eso hay que esperar y ver cómo se desarrolla este juicio. No tiene sentido comentar un juicio antes de que haya comenzado. La consistencia de las acusaciones es responsabilidad de la fiscalía; si creen tener suficiente, que lo presenten. Y ya veremos lo que sucede en el juicio.

El martirio interior de Cardenal

Por JAVIER LAFUENTE - Madrid - (El País.com, 01/03/2009)

No debe ser fácil elegir el momento más feliz de una vida cuando se tienen 84 años. Ernesto Cardenal, poeta, sacerdote, revolucionario, y ahora también represaliado por algunos de los que un día fueron sus amigos, tiene muy claro que el sueño del que nunca quiso despertar ocurrió el 19 de julio de 1979 con el triunfo de la revolución sandinista. Tres décadas después, no queda resquicio alguno de aquellos momentos y la situación política de Nicaragua es lo más parecido a una pesadilla de la que Cardenal no consigue deshacerse.

Su libertad la ha ido coartando Daniel Ortega desde que en 1994 se desligara del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) por la deriva autoritaria que empezaba a tomar el hoy presidente nicaragüense. Criticado y vilipendiado junto a quienes como él no han querido seguir el camino marcado por el sandinismo oficialista -los escritores Sergio Ramírez, Gioconda Belli y un largo etcétera-, con Cardenal han ido más allá. "Tengo libertad para todo menos para decir en público lo que pienso", se lamenta el poeta octogenario, de carácter tosco, un tanto huraño. Se siente violento al hablar de Ortega; trata de cortar en seco cualquier pregunta sobre él, como si estuviese a punto de explotar ante la imposibilidad de expresarse abiertamente.

Motivos le sobran al autor de La revolución perdida. Una de las últimas veces que criticó en público la situación política de su país fue el pasado verano. Acusó a Ortega de "ladrón", durante su visita a Paraguay con motivo de la toma de posesión del presidente Fernando Lugo. El líder nicaragüense no acudió por supuestos problemas con su avión, aunque los movimientos feministas le habían declarado la guerra por la acusación de violación a su hijastra Zoilamérica Narváez.

Acto seguido, en agosto de 2008, Cardenal fue condenado a pagar una multa de 20.000 córdobas (unos 700 euros) por injuriar al empresario alemán Inmanuel Zerger, un delito del que había sido absuelto en 2005, por una disputa de tierras en el archipiélago de Solentiname, donde el poeta fundó una comunidad casi monástica en 1965 -lo hizo con los cinco mil dólares que ganó del Premio Nacional Rubén Darío- en la que enseñó a escribir y a leer a decenas de campesinos. El juez Daniel Rojas, próximo a Daniel Ortega, fue quien reabrió el caso. El abogado de Zerger es el mismo que en 1998 defendió a Ortega cuando fue acusado por Zoilamérica. Cardenal no aceptó la condena por "injusta" e "ilegal". Sus bienes, escasos, pues durante años donó casi todo lo que recibía a la lucha sandinista, han sido embargados.

El sacerdote conoce perfectamente al presidente nicaragüense, pero se niega a dar su versión de cómo ha llegado a convertirse en el caudillo que es hoy. Ya no. No puede. No quiere. "Era muy diferente. No entendemos el cambio que ha tenido", es lo único que se atreve a decir, en plural, porque sabe que no es el único que así piensa. Inmediatamente, como si se arrepintiese de lo anterior, puntualiza: "Pero yo no tengo libertad para hablar del Gobierno de Nicaragua por las represalias que se me han hecho siempre que he hablado. Tenemos una dictadura y no puedo decir más. Tengo que callarme".

Consciente o no de ello, el silencio de Cardenal transmite mucho más que toda la verborrea que pueda lanzar contra su otrora compañero de lucha. ¿Tiene miedo? "Cuando Franco estaba vivo no se podía vivir en España, salir al extranjero, decir verdades y volver. Yo estoy en esa situación", responde con una sinceridad y rotundidad a la que poco hay que añadir.

A pesar de todo, el escritor, que esta semana ha recibido en Madrid el homenaje de la Casa de América, siempre se ha mantenido firme. En ningún caso se arrepiente de lo que dijo en Paraguay. "Tenía la obligación de hacerlo, callarse hubiese sido pecado".

Dicen los que le conocen que Cardenal es una persona que se engrandece más y lo han engrandecido más al atacarlo. Al escuchar este comentario es de las pocas veces en toda la charla que hace una mueca, lo más parecido a una sonrisa. Es momentáneo. "Es posible que así sea, pero no me gusta este tipo de engrandecimiento, no me gusta que me ataquen", se sincera.

A punto de cumplirse 30 años del derrocamiento del dictador Anastasio Somoza, Cardenal rememora cómo se unió al sandinismo. "Fue un consejo de mi mentor [el monje trapense] Thomas Merton que la vida contemplativa no debía ser indiferente a los problemas sociales y políticos. Mucho menos en América Latina, donde había dictaduras militares. El contemplativo, me decía, tiene que interesarse por los problemas de su pueblo. Eso hizo que yo me interesara por todo aquello, aunque siempre había tenido una vocación de rebeldía política". Algunos de los muchachos de su comunidad participaron en la lucha armada y murieron. "Su ausencia era terrible, terrible, terrible. Algunos caían presos y no supimos que habían sido asesinados hasta que no triunfó la revolución. Tenías la esperanza de que estuvieran vivos en alguna cárcel. Pero no era así".

No se arrepiente "en absoluto" de haber sido partícipe de aquella revolución. "Para mí fue muy bella, la apoyé de todo corazón". Y ahora, ¿sigue creyendo que la lucha armada es legítima? "El papa Pablo VI dijo que la revolución armada era legítima contra una dictadura evidente y prolongada. Ahora mismo eso no ocurre en América Latina. Hay medios de comunicación, partidos políticos, denuncia cívica. No hay por qué echarse al monte".

Consolidada la revolución, siendo Cardenal ministro de Cultura, en 1983, sucedió uno de los episodios más sonados en su vida política: el momento en el que Juan Pablo II, a su llegada a Managua, le regañó en público. "Me dijo: 'usted debe regularizar su situación', pero de una forma muy imponente, ruda. Como yo no quise responder, lo volvió a repetir". No le importó tanto. Él prefiere recordar la visita del Pontífice por la tormentosa misa que celebró en Managua. "Él llegó para derrocar la revolución. Nicaragua era un país católico, con un Gobierno de izquierdas, de orientación marxista, pero apoyado por los cristianos y los sacerdotes. Llegó a hablar en contra de la revolución ante 700.000 personas, la tercera parte del país, para que le aplaudieran, le apoyaran y cayera la revolución. Pero el pueblo se rebeló y le faltó el respeto. La gente gritaba '¡poder popular! ¡poder popular!' y el Papa '¡silencio!", enfatiza.

Muchos fueron los logros de la revolución para uno de los máximos exponentes de la Teología de la Liberación: "El derrocamiento de la dictadura; después, la transformación del país, donde se hizo un trabajo verdaderamente voluntario, como fue la vacunación de todos los niños o la alfabetización. Estas cosas sólo son posibles en una revolución".

Su país, que en su opinión necesita otra revolución, al igual que el resto del mundo, dejó de ser un referente hace años. ¿A qué se debe ese desencanto por Nicaragua? Ernesto Cardenal, ahora sí, no lo duda, lo dice de una tacada, sin pensárselo dos veces. Quizá por eso lo hace: "A la pérdida de la revolución y la traición que los que ahora gobiernan Nicaragua hicieron de ella. Allí no hay nada de izquierda, nada de revolución, nada de sandinismo. Lo que hay es nada más corrupción y dictadura. Una dictadura fascista, familiar, de Daniel Ortega, su mujer y sus hijos".

Mugabe, de espaldas al pueblo

Por F. PEREGIL - Madrid - (El País.com, 01/03/2009)

La crisis financiera también se está dejando notar en Zimbabue. Pero no porque hace diez meses la inflación estuviera en el 14.000.000% anual y ahora supere el 231.000.000% (sí, 231 millones por ciento); ni porque 94 de cada 100 personas no tengan trabajo; ni porque siete de sus trece millones de habitantes necesiten ayuda humanitaria urgente para paliar el hambre, según la ONU; ni porque la epidemia del cólera que brotó en agosto haya matado desde entonces a 3.868 personas e infectado a 83.000, según el último informe de la Organización Mundial de la Salud. Lo que demuestra que el país está atravesando una crisis devastadora es que la fiesta del 85º cumpleaños del presidente Robert Mugabe sólo ha costado 200.000 euros, cifra netamente inferior al millón de euros que costó la celebración del 84º cumpleaños.

La parranda se celebró en Chinhoyi, municipio situado a unos 150 kilómetros al norte de la capital, Harare. En realidad, Mugabe, que está en el poder desde 1980, cumplió años el sábado anterior, 21 de febrero, pero los organizadores del sarao pospusieron la fiesta una semana para recolectar más dinero. Abrieron una cuenta en un banco en el que sólo se admitían dólares estadounidenses. El partido de Mugabe, la Unión Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patriótico (ZANU-PF), dijo el viernes que la fiesta costaría 200.000 euros, aunque los medios oficiales redujeron la cifra a 10.000.

Para el cumpleaños, al que Mugabe invitó a colegiales de todo el país, se sacrificaron 80 reses, 70 cabras y 12 cerdos. Y se compraron 4.000 porciones de caviar, 3.000 patos, champán francés y 8.000 cajas de bombones.

Patrick Zhuwawo, sobrino de Mugabe y uno de los recolectores del dinero para la fiesta, declaró: "El país está atravesando problemas, pero necesitamos tener un día de homenaje al presidente por los sacrificios que está haciendo por este país". En el pueblo de Chinhoyi se podía leer ayer una pancarta que decía: "La edad no es nada más que una cifra". A menos de un kilómetro del pueblo la cadena estadounidense CNN visitó un hospital público semi desierto. "No hay medicinas", relató una enfermera. "Los pacientes que vienen aquí es porque no tienen otra opción. Y no hay nada que nosotras podamos hacer".

El que sí que podría hacer algo más que las enfermeras es el opositor Morgan Tsvangirai, quien desde hace dos semanas integra un Gobierno de unidad nacional en el que ejerce de primer ministro. Tsvangirai criticó el 84º cumpleaños como "una reunión de unos pocos satisfechos". Este año, en aras de la concordia, Tsvangirai había anunciado su asistencia a la fiesta, pero al final no acudió.

Tras dar buena cuenta de una porción de tarta en la que se leía "Larga vida a Mugabe", el presidente pronunció ayer un discurso: "Unidos (en el Gobierno de coalición) en el esfuerzo, sabremos dar un cambio considerable a nuestra economía". Un día antes, el primer ministro había visitado un hospital en el que se había clausurado la unidad de cuidados intensivos por falta de medios. Tsvangirai declaró que hacían falta unos 30.000 dólares (23.600 euros) para abrirla.

Robert Mugabe, en la fiesta de su cumpleaños- AP

El Gobierno ha pedido dos mil millones de dólares a la comunidad internacional para su reconstrucción. Pero la presencia de Mugabe y sus partidarios en el Gobierno ha hecho que se mantengan las reticencias por parte de la Unión Europea y Estados Unidos.

En su discurso, Mugabe calificó de "sinsentido" la resolución del tribunal de la Comunidad para el Desarrollo de África Meridional (SADC), que ha considerado ilegales las confiscaciones de fincas a 70 granjeros blancos, informa Efe. "Tenemos tribunales aquí, en el país, que pueden determinar los derechos del pueblo", dijo el presidente, en contradicción con una orden del primer ministro, que esta semana ordenó el fin de las confiscaciones.

Hace dos semanas, cerca de ochenta granjeros blancos han sido desalojados de sus tierras, con lo que ya quedan apenas 300, de los 4.000 que había hace diez años, en posesión de sus fincas.

¿Quién tiene la culpa de la crisis?

Por Gabriel Tortella, catedrático emérito en la Universidad de Alcalá (EL PAÍS, 28/02/09):

Las recriminaciones se suceden: que si la culpa la tuvo Bush, que si la tuvieron los banqueros, que si los constructores, que si el Gobierno, que si la tuvimos todos por gastar tanto y no ahorrar, etc. Ha habido acusaciones para todos los gustos y no habría espacio aquí para examinarlas todas. A lo que quiero referirme ahora es a varios artículos aparecidos en estas páginas atribuyendo al sistema de mercado la responsabilidad y propugnando un reequilibrio en favor del sector público, es decir, recomendando que aumente la intervención del Estado en la economía para que no se vuelvan a producir catástrofes económicas del tamaño de la que estamos viviendo y sufriendo.

Es cierto que los mercados financieros puede ser inestables y necesitan regulación; pero también es cierto que esa regulación ya existe en todos los países desarrollados desde hace mucho tiempo. El control y regulación de los mercados corresponde a varios ministerios: el de Sanidad y Consumo, el de Industria, etc.; sobre los mercados financieros velan el de Hacienda y/o el de Economía, los bancos centrales y un número considerable de organismos especializados -en España, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV); en Estados Unidos, la Securities and Exchange Commission (SEC), pero hay otros varios comités de vigilancia dependientes del Gobierno y del Congreso, además, por supuesto de la FED (la Reserva Federal, el banco central estadounidense)-. Ante esta maraña de organismos reguladores uno se pregunta si lo que falló fue el mercado o si más bien fallaron los encargados de corregir los fallos del mercado.

En Estados Unidos el anterior presidente de la FED, Alan Greenspan, ya ha entonado el mea culpa a raíz de unas informaciones periodísticas que detallaban cómo se negó a escuchar las numerosas advertencias de algunas agencias federales y de algunos legisladores (entre otros, John McCain) acerca de la irresponsabilidad con que se estaban financiando y comercializando las tristemente célebres hipotecas basura. Es verdad que la falta de rigor con que se concedían estas hipotecas se debía, en parte, a instrucciones del Gobierno de Bill Clinton, motivadas sin duda por el deseo de favorecer a las clases humildes; pero la Administración Bush no hizo nada por corregir esta política heredada. Otro fallo, esta vez de la SEC, permitió que la agencia de Madoff siguiera operando varios años después de que hubiera graves denuncias. Cosas parecidas habían ocurrido antes con Bear Stearns, con Lehman Brothers, etc. Fue gran responsabilidad de Greenspan el haber favorecido que un país con la bajísima tasa de ahorro que tiene Estados Unidos disfrutara largamente de bajísimos tipos de interés, algo que se podía permitir porque había países dispuestos a prestarle pese a la baja remuneración que los préstamos obtenían.

El principal prestamista de Estados Unidos era China. Se daba la escandalosa anomalía de que este país pobre (pese a su rápido crecimiento), con una renta por habitante de unos 1.800 euros, financiara masivamente al país más rico del mundo. Esto se debía a que de nuevo había aquí intervención estatal para evitar el normal funcionamiento de los mercados. Los chinos financiaban la orgía consumista y bélica de Estados Unidos para no revaluar su moneda, que hubiera sido la consecuencia lógica de su gigantesco superávit comercial. Para mantener a sus trabajadores ocupados, China tenía que vender a precios muy competitivos; invirtiendo en dólares su superávit, mantenía el yuan bajo y el dólar alto, con lo que su competitividad se sostenía. Así, bloqueando los mecanismos de mercado cuyas consecuencias les resultaban desagradables (reducción del consumo estatal y privado en Estados Unidos, amenaza al empleo industrial en China), los Gobiernos de ambos países estaban cebando una bomba que tarde o temprano tenía que estallar. La osadía de ciertos banqueros y agentes de Bolsa estadounidenses hicieron el resto.

Aunque a regañadientes, Europa se vio arrastrada al peligroso jueguecito: ante los bajos tipos de interés norteamericanos, el Banco Central Europeo no podía subir los suyos, para no elevar la cotización del euro, poniendo en peligro la competitividad de la industria. Cuando Jean-Claude Trichet se resistía a bajar los tipos se le criticaba acerbamente. Y así Europa también se deslizó por el vertiginoso tobogán de los bajos intereses. Con el Euríbor por los suelos todo el mundo podía comprarse una casita, e incluso un castillo en España. Y también aquí los órganos de intervención miraron para otro lado e hicieron gala de indulgencia benévola ante una euforia económica que prometía un gran éxito en las cercanas elecciones, pese a las advertencias en estas páginas (21-02-2004) del hoy gobernador del Banco de España.

Todo esto arroja serias dudas sobre la conveniencia de dar más poder a los políticos en el funcionamiento de los mercados. Y si volvemos la vista atrás e indagamos en las causas de la Gran Depresión de la década de 1930 también encontraremos políticos incompetentes y electoreros compartiendo la responsabilidad con banqueros y agentes desaprensivos.

La historia se repite, y los que menos la conocen son los que más la repiten.

Fuente: Bitácora Almendrón. Tribuna Libre © Miguel Moliné Escalona

Entre comillas

Por Luis Magrinyà, escritor (EL PAÍS, 28/02/09):

No sé cuándo empezó, pero hace ya más de una década que el lenguaje gestual ha incorporado, con un leve alzamiento de manos y rápida flexión de dos deditos, el signo de las comillas a su repertorio. Que yo sepa, es la primera vez que un signo de puntuación ha cruzado ese espacio, toda una conquista que seguramente envidian el guión o el punto y coma; y, aunque posiblemente no quepa considerarlo un triunfo de la cultura escrita, sí parece significativo que haya sido ese signo en particular, y no otro, el que haya dado el salto. El hecho de que se trate de un signo de puntuación -y no de una letra, como la V de victoria, o la O de okay- indica, por lo demás, un intrigante grado de sofisticación.

Como ocurre con los usos muy difundidos, el gesto de las comillas se aplica ya indiscriminada y automáticamente, y resulta curioso verlo a veces hacer de forma viciosa, sin que signifique nada. Pero, cuando significa, suele dar a entender que lo que uno está diciendo no hay que tomarlo muy en serio. El gesto señala que lo que decimos es repetición de palabras o frases muchas veces dichas, pero de cuya autoridad, tan manoseada, no podemos ahora responsabilizarnos. Lo entrecomillado es siempre discurso transmitido, discurso de otros, y gracias al gesto podemos marcar una frontera entre lo que nosotros decimos y lo que hemos oído decir. Tiene un sentido cautelar, preventivo: “ojo, esto no lo estoy diciendo yo”, avisamos; nos permite poner en cuarentena lo que nos parece sospechoso, o directamente inaceptable. Podemos estar seguros de que, si alguien hace el gesto de las comillas mientras dice “el guapo Juan”, el susodicho Juan es un petardo. Es un rápido recurso para eso que tanto nos gusta, la ironía.

Sin embargo, en la lengua escrita las comillas no sólo tienen un uso irónico. Cuando leemos uno de esos típicos discursos que empiezan citando el Diccionario de la Real Academia, a Cicerón o a Paul Auster, las comillas no nos sugieren escepticismo o desapego, sino todo lo contrario. Paradójicamente, el signo sirve aquí no para marcar la frontera entre uno mismo y los otros, sino para borrarla: citamos literalmente aquello que suscribimos, no aquello de lo que dudamos. Si con el uso que ha pasado al lenguaje gestual ponemos en entredicho la autoridad, aquí nos identificamos con ella; intentamos, de hecho, que se nos pegue algo de ella. Las comillas nos colocan dentro, del mismo modo que antes nos colocaban fuera.

Entre la ironía y el homenaje, la nuestra parece ser una cultura de la cita. Una cultura además donde la cita no es sólo pura y objetiva textualidad.Lo que ponemos entre comillas define, de un modo u otro, lo que queremos ser y el lugar donde queremos estar. La ambivalencia del uso causa sin duda algunos conflictos: nadie quiere ser citado para que se burlen de él, y ahí tenemos decisiones judiciales que prohíben verter contenidos de una cadena de televisión en programas de zapping de otra. O, al menos, nadie quiere ser citado hasta estar seguro de algo, por ejemplo, de que “ABBA está inscrito en el adn del pop”, un reconocimiento que, después de hacerse de rogar, los compositores de Gimme Gimme Gimme exigieron a Madonna para cederle, previo pago de derechos, unos pocos compases. Otros, instalados con una naturalidad olímpica en la cultura de la cita, no se andan con miramientos: “Los grandes artistas roban, no hacen homenajes”, declaró el célebre Quentin Tarantino en 1994.

Eloy González Porta, en un reciente ensayo, sostiene que, si no fuera lícito “usar y recombinar” los elementos de nuestro paisaje mediático, entonces sólo nos quedaría la naturaleza, “aquella Naturaleza que, a decir de Samuel Beckett, nos ha abandonado”. El gesto de las comillas no es más que otro elemento característico de una cultura que se siente ajena a la naturaleza, y confía su supervivencia a un artificio -creado por uno o por otros- que se convierte en materia prima, moldeable y reutilizable, para nuestra afirmación.

¿Es, sin embargo, todo esto inevitable? Una de las películas más disparatadas de la pasada temporada, Rebobine, por favor, de Michel Gondry, por supuesto ausente de la lista de los Oscar, ofrecía una curiosa propuesta en este sentido. En ella, un absurdo accidente magnético borraba todas las cintas de un videoclub y su dependiente, en compañía de un amigo, decidía volver a rodar las películas, con sus propios y limitados medios, para no enojar al dueño ni a la fiel clientela. Ésta, en efecto, se llevaba a casa copias inenarrables -hechas al estilo sueco, les decían- de grandes éxitos del ramo: Los cazafantasmas, Robocop, 2001, El rey león, Hora punta 2… en versión cutre tech, con una duración de 20 minutos y atrezo de espumillón, hojalata y papel de plata. El entusiasmo con que eran acogidas -”son más creativas”- pronto movilizaba a todo el barrio, pero también, ay, a los propietarios de los derechos, a los que en absoluto convencía el argumento de los infractores de que “estas películas las hemos hecho nosotros”. Con la subsiguiente destrucción de las cintas, parece, en plena desmoralización, que la creatividad ha perdido todas sus fuentes. Pero de pronto -y esto es lo interesante-, como si se les hubiera olvidado, alguien dice: “No hace falta imitar”, y el barrio entero se lanza a la producción de una película “nueva”, una fantasía biográfica sobre el músico de jazz Fats Waller, que, según una leyenda, vivió en el edificio -a punto de desahucio- donde se aloja el videoclub.

No se experimenta, en toda la película, un sentimiento mayor de comunidad, de continuidad, e incluso de éxtasis que la noche en que se proyecta esa película original sobre una sábana tendida sobre el escaparate del videoclub. Hasta la policía y un agente de desahucios respiran, por un momento, el aire de un prodigio. Es posible que tal conclusión se nos antoje un poco voluntariosa y chocha, como una misa en las catacumbas, no lo niego; pero no deja de ser un síntoma. Es la cultura de la cita la que había hecho olvidar a la comunidad que se podía, ya no crear, sino vivir sin citar, y es la cultura de la cita la que induce a esa reacción primitiva, sobrecogida y silenciosa, propia del pensamiento mágico, ante la obra nueva. Descubrir de pronto que la cita era sólo un aprendizaje produce, tras tan larga habituación, una nueva ingenuidad. Y es que “a veces -como nos recuerda la frase promocional de Rebobine, por favor- las mejores películas son las que nos inventamos nosotros”.

Fuente: Bitácora Almendrón. Tribuna Libre © Miguel Moliné Escalona

Georgia: seis meses después

Por Elena García Guitián, profesora del Departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Autónoma de Madrid (EL PAÍS, 28/02/09):

El 8 de febrero se cumplieron seis meses de la entrada del Ejército georgiano en Tskhinvali y en Tbilisi, la capital georgiana, sonaron campanas de boda real en la catedral. Un espectáculo que recogió en nuestro país la prensa del corazón, a pesar de que finalmente no contara con la asistencia de los príncipes de Asturias. La mirada al pasado, traducida en el fuerte resurgimiento del poder de la Iglesia y la propuesta de una restauración monárquica, podría ser para algunos un remedio a los males tan evidentes de la política partidista georgiana.

Un generalizado pesimismo invade hoy a los georgianos. La guerra de agosto y la repercusión de la crisis económica mundial han cortado de raíz sus expectativas, esa creencia en que algo iba cambiando para bien después de tantos años, primero de conflictos militares y políticos muy duros y posteriormente de estancamiento total. Ahora se encuentran con una espectacular caída del crecimiento económico, debida a la pérdida de valor de su moneda, el lari; la huida de inversores extranjeros, inversión que constituye hasta el 20% del PIB; el incremento del paro; la destrucción de infraestructuras, y la presencia de numerosos refugiados. Aunque eso no parece desanimar al presidente Saakashvili, que se muestra muy optimista al comparar sus cifras con las de otros países de su entorno. Por eso a la sensación de humillación y tristeza de los ciudadanos hay que unir una creciente desconfianza en la política.

¿Cómo han transcurrido estos últimos meses? La actividad política y diplomática en Tbilisi después del conflicto ha sido frenética. La conferencia de donantes celebrada en Bruselas el otoño pasado año reunió a más de 67 países que ofrecieron millones de euros para la reconstrucción. Los viajes solidarios de los distintos líderes mundiales se multiplicaron y los embajadores georgianos intensificaron sus contactos para conseguir apoyos en todos los países.

A pesar de ello, la candidatura de Georgia para integrar la OTAN fue pospuesta indefinidamente hasta que se dieran las condiciones adecuadas, y muchos países que en un principio habían condenado sin paliativos a Rusia matizaron su discurso, no sólo considerando sus intereses económicos (energéticos) con Rusia, sino después de tener más datos sobre el conflicto, marcando distancias respecto al comportamiento del presidente georgiano.

No ha sido éste el caso de Estados Unidos, que el 9 de enero de este año firmó con Georgia un tratado bilateral de cooperación militar, comercial y energética -en el que se compromete a ayudar a su integración en la OTAN y otras instituciones- parecido al acordado en diciembre con Ucrania. Esa firma, realizada justo antes del cambio en la presidencia estadounidense, ha sido interpretada como un intento de crear un compromiso que condicione la futura política de Obama, de quien, a diferencia de lo que sucedía con Bush, el Gobierno georgiano no sabe qué puede esperar. Respecto al acuerdo, lo que quizás más sobresalto ha creado ha sido la declaración del presidente georgiano en el momento de la firma, recogida por la prensa internacional, en la que se refería al hecho de que, gracias al acuerdo, Georgia se haría más fuerte y sería capaz de seguir el camino para restaurar su integridad territorial.

Por su parte, Rusia se ha mostrado reticente a cumplir los acuerdos de paz. Permitió que los paramilitares acosaran y expulsaran a los osetios de origen georgiano, lo que, unido a los desplazados durante las acciones bélicas, ha dejado más de 25.000 refugiados en Georgia. Ha bloqueado la extensión del mandato de la OSCE dentro de los territorios en conflicto y sigue pidiendo adhesiones para reconocer la independencia de Osetia del Sur y Abjazia, y exigiendo su presencia en los foros internacionales, como las rondas de conversaciones en Ginebra. Además, todavía ocupa posiciones en territorio georgiano no disputado.

Dentro de Georgia, también ha habido muchos cambios. La comisión parlamentaria que se creó el 26 de septiembre para investigar las circunstancias en las que se había iniciado la ofensiva georgiana concluyó que toda la responsabilidad por lo sucedido recaía únicamente en Rusia, que había planeado y provocado la guerra, sin dejar otra salida a los georgianos más que la respuesta armada. Exoneraba así de toda responsabilidad a Saakashvili, aunque no al Consejo de Seguridad Nacional, debido a su incapacidad para prever la reacción rusa, ni al Ejército georgiano, acusado de mal funcionamiento en la campaña y cuyos responsables fueron destituidos. No obstante, algunas de las declaraciones individuales de políticos y funcionarios durante el procedimiento, por lo menos arrojaron dudas sobre la versión oficial.

También se realizaron cambios en el Gobierno, con relevos en las carteras de Educación, Defensa y Exteriores, pero que al final supusieron algo parecido a lo que ha sucedido durante los cuatro reajustes que Saakashvili ha realizado en un año: mera sustitución de unos ministros por otros, salidos en su mayoría de un círculo cercano a un presidente que exige sobre todo lealtad a su persona y que controla todas las decisiones.

El hecho de que uno de los objetivos declarados de Rusia fuera hacer caer al presidente, propició inicialmente el cierre de filas de los georgianos en torno a su líder. A pesar de ello, pronto aparecieron las primeras críticas, no sólo de la oposición sino también de políticos que habían ocupado cargos afines al Gobierno, y estas críticas se han ido sucediendo a lo largo de estos meses. Pero más que centrarse en la decisión de Saakashvili de enviar el Ejército a Osetia del Sur, el argumento que esgrimen es su autoritarismo en el ejercicio del poder. Se critica su estilo de liderazgo considerándolo no democrático, dado su control de los medios y el poder judicial. El Defensor del Pueblo, Sozar Subari, por ejemplo, ha denunciado abusos de derechos humanos justificados por la necesidad de construir un Estado fuerte. La antigua portavoz del Parlamento, Nino Burjanadze, exigió reformas electorales y ha creado un partido de oposición, como también se han convertido en opositores el anterior primer ministro, Zurab Noghaideli, o el antiguo embajador ante la ONU, Irakli Alazania, que últimamente es el que está adquiriendo más protagonismo.

Pero mientras el presidente sigue vendiendo de forma vehemente sus objetivos en todos los foros internacionales, incluso la posibilidad de liberar los territorios de Abjazia y Osetia del Sur “antes de lo que la gente cree”, y defiende sus credenciales como defensor de la democracia en el Cáucaso, su país ha experimentado una fuerte caída en los indicadores internacionales de democracia. La falta de institucionalización del sistema lo acerca más al modelo ruso que a otros, dada la concentración de poder en el Ejecutivo y el control que ejerce sobre los medios de comunicación, acentuado por el cierre del canal de TV opositor IMEDI. Su acumulación de poder, justificada por la necesidad de crear un Estado más funcional, ha dado lugar a un sistema paternalista de tendencias autoritarias, en el que no hay un equilibrio de poderes. Y a esto hay que sumar el hecho de que la sociedad civil activa está impulsada desde el exterior y depende de la financiación internacional, sin que realmente funcione como correa de transmisión de demandas o espacio de movilización de la población georgiana, que sólo parece implicarse en acciones de protesta esporádicas. Ello explica que Georgia haya dejado de ser considerada un Estado democrático en algunos índices internacionales que evalúan la calidad de las democracias.

Se acerca la primavera, época propicia para las protestas, y en una crisis económica brutal, los Gobiernos de corte autoritario pueden sentir tentaciones de recuperar el pulso perdido intentando solucionar viejas afrentas. Y no ha acabado el que para muchos analistas fue el primer conflicto de un mundo multipolar, que puso de relieve la impotencia de Estados Unidos y la división de Europa, y marcó la recuperación del potencial de Rusia, olvidado en parte por la violencia de la posterior entrada en Gaza de los israelíes.

Lo que la tozuda realidad nos obliga a tener bien presente es que las soluciones militares no suelen ser efectivas en este tipo de conflictos y cuando los sistemas políticos democráticos se apuntan a ellas, siempre acaban desvalorizando los principios que pretenden defender.

Fuente: Bitácora Almendrón. Tribuna Libre © Miguel Moliné Escalona

El sonido es esférico

Por Eugenio Trías (ABC, 28/02/09):

Uno de los acontecimientos musicales más interesantes de este año en Madrid tiene lugar en la programación de Musicadhoy 2009, dirigida por Xavier Güell, y consagrada a un músico italiano todavía poco conocido, Giacinto Scelsi, Conde de Ayala-Valva, cuya vida se prolongó a través de todo el siglo XX (1905-1988). El ciclo se titula El universo Scelsi.

En vida fue sencillamente ignorado y hasta despreciado por el club de la música contemporánea, por utilizar la apropiada expresión de Tomás Marco. Murió sin haber recibido el reconocimiento que su obra merecía. Se hizo verdad una vez más que la época de la información y la comunicación es también la que hace posible que se produzcan, en ocasiones, las más llamativas carencias de reconocimiento de lo que es valioso. La nascita del Verbo, la obra más ambiciosa del compositor, compuesta entre 1946-1948, en la que esperaba al fin la síntesis de sus incursiones en el continente de la modernidad, quedó lamentablemente fallida. Giacinto Scelsi lo advirtió muy pronto, con amargura y desesperación.Ese fracaso mordió en el ánimo de Scelsi hasta el extremo de que tuvo que recluirse en una casa de salud, en Suiza. Confiesa que estuvo a un paso de seguir el camino de Robert Schumann. No tomó esa trágica, terrible, definitiva decisión. No consumó el más grande y grave de todos los sacrificios imaginables, la ofrenda de la propia vida.

Los médicos le decían a Giacinto Scelsi: «Usted en parte no ha nacido, sólo la mitad de usted ha venido al mundo». Una lucecita de sonido le mantenía en el ser. En este tiempo de peligrosa turbación insistió en el mismo procedimiento que en su infancia había ya probado. Siempre -dice Giacinto Scelsi- hay en todo sanatorio un piano olvidado, antiguo, en desuso.

Desde que lo descubrió, insistió en lo que ya había ensayado en su primera infancia: se ejercitaba en tocar una sola nota. Siempre una sola nota. De este sencillo modo mantenía vivo el hilo conductor de su aventura musical incluso en una circunstancia tan penosa. A partir de cuatro años de descensus ad inferos, logra el compositor, poco a poco, re-nacer. Vuelve al ser tras su visita a la casa de salud, en la cual tan sólo la nota única repetida en el piano le salvó de la pura y total esterilidad creadora (y acaso también de la locura).

En el período creador más importante de este músico, a partir de 1959, logrará la proeza de componer una pieza musical en cuatro movimientos cada uno de los cuales se ciñe a una única nota musical (asistida y enriquecida por micro-tonalidades, y por toda suerte de modificaciones de velocidad, intensidad y densidad instrumental). La nota se convierte de pronto en un ser vivo, o en un pequeño mundo sonoro.

La música necesita, en circunstancias cruciales, reencontrarse con su sustento natural, el sonido. Es preciso comprender que el sonido -como dice Giacinto Scelsi- puede existir sin el arte musical, pero éste debe asumir siempre las características -físicas, materiales- del sonido. Deben dejarse de lado consideraciones historicistas sobre el material musical, o modos externos y extrínsecos de acercarse a la materia sonora.

Es un error creer, como se dice a veces, que el procedimiento musical de este creador es intuitivo. Se afirma esto como prueba de escaso rigor formal, por mucho que se diga con empatía. Lo que sorprende de la música de Giacinto Scelsi a partir de las Quatro pezzi (per una sola nota), es su clara conciencia reflexiva. Una vez consumado ese tour de force -la sinfonía en cuatro movimientos, cada uno de ellos centrado en una única nota- no repetirá la proeza, pero siempre, a partir de entonces, se hallará continuamente connotada.

Con gran sentido del arte musical quedará incorporado el procedimiento como el principal pensamiento musical, o la más específica propuesta musical que guía a este compositor. El sonido, en todo caso, es considerado del mismo modo en las obras que siguen a las Quatro pezzi: como un organismo viviente de naturaleza cósmica. Pero el sonido admite una doble caracterización, que es fundamental tener en cuenta.

Cuanto más se concentra el método en el sonido uno y único, más se esparce su fragancia sonora a través de la materia tímbrica. Eso da a esta música una cualidad material -o matérica, como suele decirse- que la hace inconfundible. Siempre se halla bordeando el frágil límite entre el sonido y el ruido. Pero siempre logra rescatarse de toda confusión al prevalecer el tonus que «entona» la pieza.

La ilusión de la música consiste en creerla cartesiana: como si solo la verticalidad espacial de las alturas y la horizontalidad lineal de las duraciones alojasen, a modo de bisectriz, la totalidad del evento sonoro.

Pero eso implica una tremenda amputación que Scelsi ha sabido comprender en sus aforismos, sus definiciones y su música. Se deja de lado la dimensión más sorprendente del sonido, su profundidad. El sonido tiene altura y duración; también profundidad. Dice Scelsi que el sonido es esférico, y que es un error concebirlo, al modo cartesiano, como la bisectriz entre la altura y la duración. En la esfera del sonido se aloja aquello que confiere profundidad de campo al sonido: las microtonalidades que acompañan, como una orla necesaria, a cada tonalidad que se elige, y que dotan a éste de carácter de organismo viviente, o de microcosmos. El músico es el artista capaz de situarse en el centro mismo de esa esfera del sonido.

La más interesante de todas sus innovaciones, con la que pretende conseguir estos objetivos, es también, como a veces sucede, la novedad que mayor incomprensión, equívoco y absurdo ha generado: su facultad chamánica por entrar en trance a través de la improvisación -una improvisación en laboratorio, en estudio cerrado, en cierto modo clandestina- y a través de un procedimiento que cuestiona la escritura musical.

Improvisaba al tiempo que un grupo de amanuenses transcribían en el pentagrama lo que, por otra parte, era siempre grabado. Improvisaba al piano acompañado de un sintetizador arcaico que le permitía incorporar micro-tonalidades, glissandi, vibratos.

Uno de los escribanos, también músico (Vieri Tossati) no tardó, tras la muerte de Scelsi, en proclamarse el verdadero autor de las obras en que había participado (Scelsi c´est moi). Pero el simple cotejo de su obra y la transcrita evitó cualquier equívoco. El escándalo nuevamente redundó en que el ejército de enemigos de Scelsi redoblara su inquina a esta música tan innovadora y que podía cuestionar muchas ideas musicales.

Hoy por fortuna todos estos asuntos quedan anegados en el gozo que la audición de esta música provoca. Y que justamente ahora suena fresca, cercana, contemporánea. Y cuya principal proeza ha sido restituir el Ton (tonus, tono) en un sentido radicalmente distinto de su tratamiento tradicional o serial: como si constituyese un ser vivo que debe ser asistido, y cuya forma dimana de su propia peculiaridad de auténtico microcosmos.

Fuente: Bitácora Almendrón. Tribuna Libre © Miguel Moliné Escalona

El escritor que murió de hambre

Por Gregorio Morán (LA VANGUARDIA, 28/02/09):

La literatura española no es muy variada en muertes. Hay algunos suicidas; pocos, si tenemos en cuenta que es un oficio cuya singularidad asume cierto desquiciamiento. Algunos creen que eso revela la huella de la genialidad, pero no es cierto. Se han suicidado más escritores sin talento que geniales. Todo escritor, por esencia, es un tipo raro, porque si fuera normal se dedicaría a profesiones más sanas, seguras y acrisoladas. Muchos murieron en la cama, de viejos, y cuanto más idiotas estaban, más los celebraron. Luego figuran y desde hace mucho los académicos de la Real, que son gente que vive de la pluma -tomando esta en un sentido muy laxo-pero que por suerte para la literatura no viven de ella, aunque lo hagan parecer.

No recuerdo de ningún académico de la Lengua Española que se haya suicidado; primero porque son gente más consolidada que los bonos del Tesoro, y por si fuera poco, nada propensa al mal de amores, por razones de edad y patrimonio. Fueron famosas las inclinaciones hacia el lupanar y la timba de algunos de ellos, pero eso no mata a nadie. Hay algunos escritores, y grandes, que cayeron por excesos con el alcohol y las malas compañías sexuales, pero fueron muertes lentas, casi mansas y aceptadas. De miseria y abandono, muchos. Pero de hambre, lo que se dice de hambre, yo sólo conozco a Alejandro Sawa.

Las singularidades de nuestra historia, con el conservadurismo en dominante hegemonía -palabra finísima con la que aquellos que procedemos de la izquierda radical, espurios herederos de Gramsci, solemos designar al aplastante dogmatismo de la Iglesia católica española durante siglos-,ha consentido que en los libros de enseñanza de la literatura del siglo XX figurase el padre Coloma, modesto jesuita al que sus colegas de compañía volvieron tarumba, autor de auténticas bazofias de prosa alambicada, cursi y retorcida, como Pequeñeces y Jeromín, ilegibles hoy salvo para sadomasoquistas, y sin embargo no aparecen plumas que aún pueden leerse con placer y benevolencia. Por ejemplo, Alejandro Sawa, que no fue un gran escritor pero que sí consiguió páginas periodísticas notables, media docena de novelas valientes -alguna de ellas con pretensiones- y la adaptación teatral de una novela de Alphonse Daudet que obtuvo gran éxito, Los reyes en el destierro.

Hay escritores que sin ser grandes por su obra son sin embargo figuras de primer orden en el paisaje literario de un país. Alejandro Sawa es para la literatura española eso, una personalidad que exige ser estudiada, porque con él y su entorno está gran parte de la mejor literatura que se hará en España en el filo entre el XIX y el XX. Sevillano, seminarista en Málaga, aspirante a lo que fuera en Madrid, Sawa -curioso apellido, que nos remite al gran escritor de Trieste, Umberto Saba, y a un vago aire grecoturco de Salónica-Esmirna-va a recoger en su biografía elementos insólitos para nuestra apocada cultura finisecular.

Lo primero es que viaja, y no sólo a Soria, a Palencia o a Barcelona -donde estará en varias ocasiones-, sino a Londres, a Roma, a Spa. Importante Spa, porque esta decadente población belga que dará nombre a toda esa modernez que ahora toma su prestigio, era lugar de atracción, no especialmente por sus baños y jaleas, sino por su ruleta. ¡Oh, el casino de Spa! Alejandro Sawa, que apenas tendría un duro en toda su vida, se jugará los de todos los incautos matrimonios ricos que osaran creer sus brillantes exposiciones sobre el método infalible para hacer saltar la banca. Como Leopoldo Alas, Clarín,como tantos otros de su época, Dostoyevski sin ir más lejos, Sawa está mordido por la fiebre del juego.

Pero la ciudad por excelencia de su vida ha de ser París. La capital del mundo en el momento crepuscular de la bohemia; a punto de hacer una literatura de señores, y convertir a los autores en unos señores de la literatura. Lo que va a marcar de un modo indeleble la vida de Sawa va a ser la amistad, y hasta la camaradería y la complicidad, con uno de los grandes, Paul Verlaine. No es poca cosa verle todos los días en el café, hablar con él, compartir opiniones y borracheras, etílicas y de lo que fuera, porque ninguno hizo ascos a nada. Y quien dice Verlaine, debe añadir aquel mundo de la bohemia, que de alguna manera termina en él, por más que se prolongue en las grandes tertulias parisinas que tanta importancia habrán de tener en todos los campos de la creación artística hasta la primera gran guerra.

Pasar del duro y brillante París al frío de pana madrileño debió de ser duro, y más viniendo casado y con una hija. Pero al principio funcionó, y Sawa se convirtió en un habitual de los diarios y publicaciones capitalinas, con cierta notoriedad, resaltada por su aspecto imponente, hermoso y seductor; cachimba en boca, melena suelta y dos perros en traílla. Pero, entre que nuestro hombre se fue radicalizando y que siguió con las costumbres parisinas, su espacio se achicó. En un estudio a propósito de Sawa, Iris M. Zavala, que le reeditaría sin ningún éxito en 1977, escribió que “la nueva bohemia finisecular es un 'proletariado artístico' de aguerridos combatientes”, y es tan cierto como que sus condiciones de subsistencia estaban en la linde entre pobreza y absoluta miseria.

Desde 1905, la ceguera progresiva, que al año siguiente será total, convertirá a Sawa en un personaje patético, subsistiendo a base de sablazos y trabajos de negro literario, como los seis artículos que hará para Rubén Darío, que aparecerán en La Nación de Buenos Aires, y que este tendrá la desvergüenza de no pagarle. Su mujer, la borgoñona Jeanne Poirier -Santa Juana, para los amigos-, conseguirá algún dinero ejerciendo de comadrona, mientras Alejandro parece empeñado en hacer realidad la consigna que su amigo Valle-Inclán escribió en La lámpara maravillosa y que se había convertido en lema: “Poetas, degollad vuestros cisnes y en sus entrañas escrutad el destino”. El de Sawa se exhibía más negro que la pez. Su último intento se redujo a tratar de publicar un libro, el resumen de su mejor obra periodística, que titularía Iluminaciones en la sombra y que no conseguiría editor. Empeñará todo lo que le queda para editarlo por su cuenta, pero necesitaba mil pesetas y él sólo consigue seiscientas. Le pedirá a Rubén Darío, recién nombrado ministro plenipotenciario en Madrid y que no le hará ni caso, esas cuatrocientas que le restan para la gloria. Será necesario que se muera y le metan entre tablas cajoneras -con tan mala fortuna, que uno de los clavos le rozará la sien y al muerto le correrá un reguero de sangre junto al rostro, impregnando la escena de un tono aún más tétrico- para que pueda llegar a la posteridad con la dignidad tronada de un proletario de la bohemia.

Valle-Inclán, que asistirá a esta última escena, con la viuda y la niña, se quedará tan impresionado que exigirá a Rubén el apoyo, y un prólogo, para la edición póstuma de las Iluminaciones en la sombra. Un libro sentido y retórico con páginas muy bellas, que acaba de reeditar, en magnífica edición, Nórdica Libros, con una introducción poco feliz de Trapiello. Pero la gloria de Alex Sawa -como le conocían los suyos-será dar vida al personaje más hermoso y sentido y valiente de las Luces de bohemia de Valle-Inclán: el inmortal Max Estrella.

Falleció el 3 de marzo, miércoles, de hace cien años. La primera biografía de Sawa digna de tal nombre apareció hace cuatro meses en Sevilla, gracias a la profesora Amelina Correa, editada por la Fundación Lara.

Ella cuenta que el día del entierro, la buena de Jeanne Poirier le cortó un mechón que se regaló a sí misma, porque cumplía 38 años. Fue un entierro de tercera, en un coche de tercera -con dos caballos-y una sepultura temporal -de tercera- en el cementerio civil de la Almudena. Costó 70 pesetas. Diez más que la colaboración que tenía en El Liberal, la única que le quedaba y que acababan de retirarle.

Fuente: Bitácora Almendrón. Tribuna Libre © Miguel Moliné Escalona

El futuro de la izquierda

Por Michel Wieviorka, profesor de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de París

En enero Barack Obama se convirtió oficialmente en presidente de Estados Unidos y, con él, la izquierda norteamericana volvía a la primera línea. Un mes más tarde , por el contrario, tenía lugar la debacle del Partido Laborista en Israel y otra severa derrota electoral para el Partido Demócrata italiano en Cerdeña. Y los socialistas españoles se preparan para obtener un prometedor resultado en el País Vasco. ¿Por qué se produjo el triunfo de unos y la derrota de otros? ¿El presente de la izquierda es confuso o incierto?

Para abordar estas preguntas hay que partir de los grandes problemas que afectan a la izquierda de manera específica y no solo al conjunto de partidos políticos. Las dificultades son de un triple orden. En primer lugar, la izquierda ha perdido uno de sus grandes referentes con la cuasi desaparición del comunismo, que sólo subsiste en algunos países bajo la forma de regímenes autoritarios o dictatoriales, o bajo la de fundamentalismos o izquierdismos -lo que Lenin en su momento llamó la enfermedad infantil del comunismo y que se ha convertido en su enfermedad senil-. La izquierda se afana cada vez más por hacerse socialdemócrata; haría falta un poderoso movimiento obrero sobre el que podría apoyarse el partido político, aunque el sindicalismo está cada vez menos a la altura de tal apuesta.

La izquierda se enfrenta a problemas sociales que no siempre está preparada para abordar. Sabe pedir subidas de rentas, se moviliza para denunciar la explotación de los trabajadores, se siente más incómoda para afrontar la exclusión social, el paro, la crisis urbana, y aún menos si se trata de responder a las demandas de la población en materia de seguridad -un tema que la derecha sabe tratar mucho mejor-. Cada vez más cuestionada en materia cultural, se encuentra con el paso cambiado, a menudo dividida, cuando se trata de demandas vinculadas a la religión, a la afirmación de identidades particulares, a reivindicaciones históricas o al incremento del individualismo, que lesiona sus conceptos de acción política, muy centrados en la idea de acción colectiva.

La actual crisis podría dar la razón a la izquierda, al menos en cuanto a que ha criticado las derivas del capitalismo financiero y la globalización. La crisis coloca a la izquierda en una posición más difícil de lo que pudiera pensarse, por tres razones. Por una parte los poderes como las oposiciones de derechas abandonan las ideologías neoliberales y adoptan discursos, si no políticas, inspirados en registros de la izquierda. Así, ya no discuten el regreso del Estado, las políticas de relanzamiento, a Keynes, o incluso la nacionalización de bancos. Desde ese momento la izquierda o bien aparece como poco diferente de la derecha o intenta radicalizarse con actitudes que la alejan de todo realismo de gestión.

Por otra parte la izquierda, en los años ochenta y noventa, no siempre ha evidenciado un espíritu de resistencia frente al neoliberalismo y cuanto más modernizadora ha pretendido ser, más ha querido participar en la globalización antes que oponerse a ella y más se ha apartado de sus principios fundamentales y se ha colocado en posiciones delicadas.

Y en tercer lugar, la izquierda se halla presionada por dos tipos de lógicas, unas centradas sobre el empleo, las rentas, el nivel de vida, el acceso de todos al consumo, y otras en el medio ambiente, el desarrollo sostenible, la ecología y diversos valores que renuevan completamente su repertorio. Más allá de urgencias vinculadas a la actual crisis, con el aumento del paro, la izquierda necesita romper con sus modos de pensamiento que hacen que producir y consumir más sea la marca del progreso. Hace del crecimiento la llave del éxito económico y la fuente de la creación de empleo. Los que se llaman ecologistas políticos piensan a menudo que se puede vivir mejor produciendo y consumiendo menos. Ven el futuro en la perspectiva de una ruptura con la actual era en la que la izquierda, en lo más tradicional, apenas rompe con los valores de la era industrial. De ahí una oposición entre lógicas ancladas en un repertorio clásico y otras que fuerzan a distanciarse.

La izquierda oscila entre varias orientaciones posibles. Puede apuntar hacia categorías heredadas del pasado, incluso del más arcaico, porque dispone de petróleo (la Venezuela de Chaves) o porque el carisma de su líder no se ha apagado totalmente (la Cuba de Castro); puede intentar navegar al pairo, sin cortar por lo sano, sin innovar, sin encerrarse en los modos de pensamiento más tradicionales, lo que puede valerle algunos triunfos ligados al pragmatismo de sus dirigentes, para finalmente debilitarla, como se puede ver hoy en Italia. Puede articular una dimensión novedosa respecto a otras, muy tradicionales, como se observa en la Bolivia de Evo Morales, que prioriza la identidad cultural y social de los indios y desarrolla una política antiimperialista y populista que le acerca a Chávez.

Y por último puede intentar innovar. En los años noventa este esfuerzo tuvo el fruto del social-liberalismo con Bill Clinton, Gerhard Schröder y, sobre todo, Tony Blair. Esta fórmula ya ha quedado superada, desfasada históricamente y es sobre todo la figura de Obama la que podría encarnar este tipo de esfuerzo articulando la apertura a temáticas nuevas, el afán por la justicia social y la eficacia económica. La crisis aporta a los partidos de izquierda algunas tentaciones mortales a corto plazo: la radicalización izquierdista, el populismo, la nostalgia fundamentalista. Pero también podría ser para ellos la ocasión de proyectarse hacia el futuro renovando en profundidad sus concepciones de la convivencia y de la acción política.

Fuente: Bitácora Almendrón. Tribuna Libre © Miguel Moliné Escalona

Basta ya de impunidad

Por José Antonio Bueno, socio de Europraxis (EL PERIÓDICO, 28/02/09):

Es normal aprender de casi todo, hasta de lo malo. De esta crisis financiera global en la que nos encontramos, el mundo debería salir con muchas lecciones aprendidas, casi todas relacionadas con las consecuencias de la codicia y del ansia desmedida de enriquecimiento rápido. Pero hay evidencias de que siguen, y seguirán, presentes en los mercados algunas actividades financieras altamente especulativas.

Vuelven a estar tristemente de moda las posiciones cortas en acciones a crédito, es decir, quienes venden una acción antes de comprarla. Un mecanismo que nació para aumentar la liquidez del mercado y para facilitar la distribución de riesgos es, en estos momentos, un claro distorsionador de los precios que beneficia a unos pocos en detrimento de muchos y que incluso puede poner en jaque a todo el sistema financiero, si quien puede no acaba con él o al menos lo limita de forma clara.

Ahora que los temas financieros se han puesto en el centro del debate ciudadano y político, es necesario que se ponga coto a esta forma de enriquecerse legal pero de moralidad dudosa. La compra de valores a crédito para su venta la puede hacer cualquiera, pero la forma en que la hacen los fondos hedge (de alto riesgo y poco control institucional) sí merece una profunda reflexión. Son fondos de perfil muy agresivo y de todo vale para lograr una rentabilidad siempre positiva, pase lo que pase en los mercados.

ASÍ, COMPRAN y venden no solo acciones sino que, literalmente, apuestan sobre la evolución de los precios mediante opciones de compra y venta, con altos niveles de endeudamiento. No son inversores, son profesionales de la especulación. Los fondos hedge han llegado a tener una exposición ante el sistema financiero global de 24 billones de dólares. Están reduciendo rápidamente esta exposición en nada más y nada menos que unos 20 billones, es decir, 1,5 veces el PIB norteamericano o cerca de 40 veces la capitalización de todas las empresas del Ibex 35. Con este sálvese quien pueda están haciendo mucho, pero mucho daño a un sistema financiero mundial extraordinariamente debilitado.

Algunos de estos fondos hedge (Harbinger, Blue Ridge, Amber Master…) han encontrado la manera de aprovechar cualquier rumor, cualquier situación de inestabilidad para, literalmente, atacar ciertos valores con posiciones cortas –compras especultivas de acciones que se prevé que bajarán– hasta precipitar su derrumbe bursátil. Con la caída de las acciones contra las que apuesta, el fondo gana mucho dinero a costa de los accionistas de las entidades atacadas. Entre estos accionistas se encuentran ciudadanos de a pie que, en teoría, deberían ser defendidos por los reguladores.

¿Por qué no interviene la Comisión Nacional del Mercado de Valores cuando detecta posiciones a corto por razones claramente especulativas? ¿No deben prohibirse movimientos coordinados justo antes de que se publiquen informes negativos o simplemente rumores sobre ciertas entidades? ¿No hay riesgo de conflicto de interés entre, por ejemplo, el fondo Amber Master Fund, con sede en el paraíso fiscal de las islas Caimán, y su accionista, el banco Goldman Sachs, que periódicamente hace análisis de los bancos? ¿Por qué no se protege al pequeño inversor de esta especulación salvaje?

La bolsa ha perdido prácticamente su conexión con el mundo real. La valoración según los fundamentales –los datos clásicos de un país o de una empresa– ya no sirve de nada. Es inútil hacerlo mejor que tus competidores, implementar programas de reducción de costes, reforzar estructuras de capital. La cotización la mueven los rumores e intereses especulativos. Ocurre el mismo fenó- meno que el que ha movido el precio del petróleo hasta hace poco. Ni el crecimiento chino ni la recesión mundial están detrás de la escalada del petróleo a 140 dólares ni de su derrumbe hasta los 30 dólares. Tampoco hay ahora motivo para la debacle bursátil de nuestras entidades financieras, de momento las mejores en resultados y solvencia del mundo sin necesidad de intervención del Gobierno. Pero ello no les protege de los ataques bajistas de los fondos hedge.

ESTO NO ES un juego: es algo tan serio como la estabilidad de nuestro sistema financiero. Pero a veces leyendo cierta prensa económica parece que se está retransmitiendo una jugada de rol: “El toro vende cara su piel”, “Hoy ha vencido el lado oscuro del mercado”… Pero detrás de cada acción de una empresa que se vende o se compra hay un inversor, y la mayoría no son ni profesionales de la bolsa ni grandes potentados, a lo que hay que añadir la pérdida de valor de las aportaciones particulares a los fondos de inversión y planes de pensiones.

No tiene ningún sentido que los gobiernos intervengan en unos mercados que se han demostrado ineficientes y, a la vez, los accionistas minoritarios en fondos de inversión y planes de pensiones que se han regido por políticas normales de inversión, incluso las entidades que los han gestionado, queden indefensas ante la inversión especulativa en estado puro. Si los fondos hedge se equivocaron en sus políticas de inversión del pasado no es justo que traten de recuperarlo a costa del más débil.

Es momento de decir basta ya. Los supervisores deben proteger a los ciudadanos de a pie de estos galácticos de la especulación. La CNMV debe ejercer sus funciones de protección de los inversores y prohibir cuanto antes la venta a corto especulativa.

Fuente: Bitácora Almendrón. Tribuna Libre © Miguel Moliné Escalona

viernes, febrero 27, 2009

Consumo tóxico

Escuche

¿Su lápiz labial está cargado de plomo? ¿Es tóxico el biberón de su bebé? El American Chemistry Council—la asociación que representa a las compañías químicas de Estados Unidos—nos asegura que elabora los productos que nos ayudan a mantenernos sanos y saludables. Pero lo cierto es que los consumidores estadounidenses están expuestos a una amplia gama de sustancias químicas y aditivos nocivos que están presentes en juguetes, cosméticos, botellas plásticas de agua y un sinfín de otros productos. Las industrias químicas y manufactureras de Estados Unidos se han resistido enérgicamente a la regulación, mientras que Europa aplica prohibiciones cada vez más estrictas contra las toxinas más perjudiciales. La Unión Europea sostiene que regular es bueno para los negocios, ya que inspira confianza entre los consumidores y a la larga supone un ahorro de dinero.

La mayoría de la gente se sorprendería si supiera que la industria de cosméticos estadounidense está escasamente regulada. El periodista de investigación Mark Schapiro publicó un libro donde trata el tema de las sustancias químicas tóxicas en productos de uso cotidiano, titulado:“Exposed: The Toxic Chemistry of Everyday Products and What’s at Stake for American Power” (Expuestos: la toxicidad de los productos cotidianos y cómo se pone en juego el poderío estadounidense). Ante la ausencia de control, investigadores y periodistas como Schapiro y organizaciones de base han decidido actuar para llenar el vacío de regulación.

Schapiro me dijo: “Ni el esmalte de uñas que usas, ni la sombra de ojos, ni el champú…esencialmente, los productos de cuidado personal, nada de eso está regulado por la FDA, la Administración de Alimentos y Fármacos. La FDA ni siquiera tiene el poder para regularlos. A lo largo de los últimos 50 años se han realizado numerosos intentos en el Senado para extender la competencia de la FDA, y todos esos intentos han sido frenados reiteradamente por la industria de cosméticos.” Schapiro agregó que es muy difícil obtener detalles de las toxinas. “De hecho, sólo sé qué tipo de materiales contienen los cosméticos, no porque la FDA nos lo haya informado, sino porque la Unión Europea ha tomado medidas para prohibir esas sustancias y ha divulgado una lista”, dijo.

La Campaña por Cosméticos Seguros (CSC, por sus siglas en inglés), una coalición de organizaciones sin fines de lucro que promueve la prohibición del uso de sustancias nocivas en cosméticos, difunde una extensa lista de sustancias químicas tóxicas, entre las que se incluyen el plomo y el ftalatos, que son utilizadas comúnmente en la elaboración de cosméticos y artículos de cuidado personal. Los ftalatos se han vinculado a defectos congénitos, incluidos desarrollo genital anormal en varones, disminución de la concentración de espermatozoides e infertilidad. El plomo está presente en lápices labiales y cientos de otros productos. La CSC informa que “el plomo… es una neurotoxina comprobada, vinculada a problemas de aprendizaje, lenguaje y comportamiento… abortos espontáneos, fertilidad reducida tanto en hombres como mujeres, cambios hormonales, irregularidades en el ciclo menstrual y retrasos en el comienzo de la pubertad en niñas”. Esta es la sustancia que mujeres y niñas se aplican y reaplican todos los días en la boca, ingiriéndola al pasarse la lengua por los labios.

La Unión Europea, compuesta por 27 naciones que representan casi 500 millones de personas, se está imponiendo en materia de toxinas, tomando serias medidas económicas de fuerza. Stavros Dimas, Comisionado de Medio Ambiente de la Unión Europea, explicó los beneficios a largo plazo de la regulación: “Se reducirán los gastos médicos para el tratamiento de enfermedades causadas por sustancias químicas. Habrá medicamentos que ya no serán necesarios. No perderemos horas de trabajo y aumentará la productividad. De manera que los beneficios generales compensarán por lejos los costos de la industria”.

Según Schapiro: “Los estados europeos pagan la cobertura de salud de sus ciudadanos. Entonces cuando científicos, activistas y otros grupos comenzaron a discutir este tema con sus gobiernos, lo plantearon en términos de conveniencia económica. Les dijeron: ‘Miren, si invierten ahora para sacar de circulación estas sustancias, dentro de 10, 20 o 30 años van a ahorrar miles de millones de dólares’. Y eso es lo que de hecho estima ahora la Comisión Europea que ahorrará. Calcula que este conjunto de distintas iniciativas ambientales le va a ahorrar hasta 40 o 50 mil millones de euros en los próximos 30 años. De manera que supone una inversión enorme en la salud de sus ciudadanos. Mientras que, en Estados Unidos, si—Dios no lo quiera—nos llegara a pasar algo a cualquiera de nosotros, básicamente estamos librados a nuestros propios medios”.

Luego de que en 2007 se retiraran juguetes chinos del mercado estadounidense (debido a su contenido de plomo), el Congreso aprobó la Ley de Mejora de la Seguridad de los Productos de Consumo (CPSIA, por sus siglas en inglés), que fue promulgada por el Presidente George W. Bush. El 10 de febrero entró en vigencia una disposición esencial que prohíbe que los productos destinados a niños de hasta 12 años contengan plomo o ftalatos. Pero si compró un juguete de plástico antes de esa fecha, tenga cuidado. El verano pasado, al aprobarse la ley, algunos comercios llenaron sus estanterías con juguetes contaminados y los vendieron a precios de liquidación con el fin de deshacerse de sus existencias.

Cada vez surgen más alternativas seguras de juguetes, cosméticos, champúes y otros artículos ante la creciente demanda de productos orgánicos. La diferencia entre que las toxinas sean limitadas por las fuerzas del mercado y que sean limitadas por ley es que, según Schapiro, “si se tiene una ley, los efectos son mucho más equitativos, porque todos gozan de la misma protección, aunque no se tenga los medios o los conocimientos para optar por los productos alternativos.”

Ahí es donde entra a jugar la UE, con la implementación de su sistema de regulación expansivo y de vanguardia a nivel mundial (denominado “REACH”, una sigla en inglés que se traduce como “ALCANCE” y significa registro, evaluación, autorización y restricción de sustancias químicas). Schapiro escribe que “La revolución llevada adelante por Europa en términos de regulación de la industria química obliga a que se estudien los posibles efectos tóxicos sobre los humanos de miles de sustancias químicas y marca el final de la capacidad de la industria estadounidense de ocultar al público información fundamental”.

Regular fuertemente el uso de toxinas no es sólo vital para salvar vidas, sino que también es bueno para los negocios. Estados Unidos tiene ahora una oportunidad de ponerse a la par de sus socios europeos y de introducir cambios que no sean sólo un maquillaje.

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Amy Goodman es presentadora de “Democracy Now!”, un noticiero internacional diario de una hora de duración que se emite en más de 550 emisoras de radio y televisión en inglés y en 200 emisoras en español. En 2008 fue distinguida con el “Right Livelihood Award”, también conocido como el “Premio Nobel Alternativo”, otorgado en el Parlamento Sueco en diciembre.

© 2009 Amy Goodman. Texto en inglés traducido por Laura Perez y Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org

Pisadas casi humanas de hace 1,5 millones de años

ALICIA RIVERA - Madrid - (El País.com, 27/02/2009)

Los huesos de homínidos de hace millones de años son escasos en el registro fósil, pero aún lo son más las huellas marcadas en el suelo por individuos remotos. Y las pisadas dicen mucho a los científicos acerca de quienes las hicieron. Por ello, el descubrimiento de cuatro rastros de homínidos en el norte de Kenia (en Ileret) causan hoy sensación en la revista Science. Los científicos concluyen que "hace 1,5 millones de años, los homínidos habían alcanzado evolutivamente una función de los pies y una forma de locomoción bípeda esencialmente modernas". Se trata de los rastros más antiguos que se conocen de este tipo, y quienes los hicieron eran de la especie Homo erectus.

No son los rastros de homínidos más antiguos, título que ostentan las huellas de Laetoli (Tanzania), de hace 3,6 millones de años. Pero estos rastros son de unos seres muy primitivos (Australopithecus afarensis), simiescos aún, y los de Ileret sorprenden por su modernidad: el pronunciado arco del pie es parecido al nuestro, así como los característicos dedos cortos y alineados.

Además, los análisis permiten a Matthew R. Bennett (Bournemouth University, Reino Unido), y a sus colegas afirmar que el balanceo de quienes pisaron en Ileret y la distribución de su peso corporal en la zancada eran similares a las del hombre moderno.

Imagen de una de las huellas de homínidos encontradas en Kenia ofrecida por el profesor Matthew Bennett de la Universidad de Bournemouth- AFP

Las huellas se han descubierto en dos capas sedimentarias de la denominada formación Koobi Fora: en la superior, datada en 1,51 millones de años, se han identificado dos rastros de dos pisadas cada uno, uno de siete pisadas y otras huellas sueltas; en el nivel inferior, de hace 1,53 millones de años, hay un rastro de dos huellas y una impronta pequeña.

El Homo erectus es el primer homínido con piernas largas y brazos cortos, con las mismas proporciones que el Homo sapiens.

Obama pone en marcha la plena cobertura sanitaria

Por ANTONIO CAÑO - Washington - (El País.com, 27/02/2009)

Los primeros presupuestos de la era Obama, que el presidente de EE UU envió ayer al Congreso, elevan el déficit hasta los 1,75 billones de dólares -1,37 billones de euros, el mayor desde la II Guerra Mundial-, aumentan la carga fiscal sobre los ricos y crean un fondo a largo plazo para conseguir la extensión universal del seguro de salud.

Son unos presupuestos que responden a una vocación política redistributiva, que intentan anticiparse a reformas imprescindibles en la economía del futuro y que, al mismo tiempo, se marcan como objetivo final el reequilibrio de las cuentas del Estado.

"Aunque tenemos que aumentar nuestro déficit a corto plazo para proveer ayuda inmediata a las familias que están sufriendo por la situación económica, sólo mediante la restauración de la disciplina fiscal a largo plazo podemos producir un crecimiento sostenido y una prosperidad compartida", dijo Barack Obama en la presentación del documento de 140 páginas que recoge la filosofía y las prioridades de los presupuestos de 2010, que entrarán en vigor el 1 de octubre y alcanzan la cifra total de 3,5 billones de dólares. El grueso de los detalles sobre las diferentes partidas llegará al Capitolio en abril.

"Estos presupuestos son un relato honesto de dónde estamos y qué intentamos hacer", manifestó el presidente. Son, por supuesto, un considerable cambio de rumbo respecto al Gobierno de George Bush, pero tampoco son unos presupuestos socialdemócratas. El gasto social busca el aumento de la competitividad, las inversiones públicas pretenden la revitalización del sector privado, el déficit promete ser perecedero y el incremento de la presión fiscal se limita a los ingresos superiores a los 250.000 dólares anuales.

"Ninguna parte de este presupuesto", prometió ayer el presidente, "está libre al escrutinio ni es intocable a las reformas. Lo que no quiero hacer es sacrificar inversiones que harán a Estados Unidos más fuerte, más competitivo y más próspero en el siglo XXI".

La principal inversión de ese tipo -probablemente, la estrella de este presupuesto- es la asignación de un fondo de 634.000 millones de dólares para una reforma sanitaria que garantice plena cobertura en una década. Esa cantidad es, aproximadamente, la mitad de lo que se calcula que puede acabar costando esa operación, y saldrá de la eliminación de algunas ventajas fiscales que ahora tienen los ricos y de la renegociación de lo que el Estado paga actualmente a los seguros privados por la atención sanitaria a los mayores. Pese a tener más de 40 millones de personas sin cobertura, Estados Unidos gasta 2,4 billones de dólares al año en salud.

En cuanto a las ventajas fiscales afectadas por estos presupuestos, los contribuyentes de ingresos más altos podían hasta ahora deducirse por sus hipotecas y sus donaciones en la misma proporción que el tipo máximo que pagaban en su declaración de impuestos, esto es, el 35%.

A partir de ahora, las declaraciones familiares superiores a los 250.000 dólares -200.000 para las individuales- sólo podrán aplicarse una deducción del 28%. El propósito último de Obama es aumentar el tipo máximo hasta el 39,6%.

Para las clases medias, en cambio, se establece de forma permanente el alivio fiscal de 400 dólares por persona y año que está incluido en la ley de estímulo económico, una de las causantes del inmediato incremento de la deuda pública.

Pese a todo, el acento de este presupuesto no está puesto en el ámbito impositivo, aunque será ése el que más hostilidad despierte de parte del partido de la oposición y de algunos economistas que temen el efecto que una mayor presión fiscal pueda tener en tiempos de recesión económica.

"Todo el mundo está de acuerdo en que los norteamericanos merecen tener a su alcance la atención sanitaria. Pero, ¿es subir impuestos durante un periodo de recesión el mejor camino para cumplir ese objetivo?", se preguntó ayer el líder de la minoría republicana en la Cámara de Representantes, John Boehner.

El acento de las cuentas de Obama está puesto, en realidad, en las reformas estructurales y en la modificación de los criterios sobre los gastos. Además de la apuesta sanitaria en perspectiva de diez años, se incluye una inversión de 150.000 millones de dólares en el mismo plazo para el desarrollo de energías alternativas. "Es una inversión que pondrá a la gente a trabajar, hará nuestra nación más segura y nos ayudará a cumplir nuestras obligaciones con la Tierra en la que todos vivimos", declaró.

En el ámbito de la política medioambiental, el proyecto enviado al Congreso incluye, como existe ya en muchos otros países del mundo, la obligación de que las empresas que exceden unos límites establecidos de emisión de gases contaminantes tengan que pagar una determinada tasa para poder continuar su actividad.

Al mismo tiempo, Obama aseguró que este presupuesto identifica áreas en las que se pueden eliminar cerca de 2 billones de gastos prescindibles, lo que ayudaría a cumplir con la meta de recortar el déficit previsto hoy, que representa el 12% del Producto Interior Bruto (PIB), hasta los 533.000 millones de dólares (3% del PIB) para el final de la legislatura, en 2012. Hasta esa fecha, el cálculo es que el déficit se mantenga en torno al billón de dólares cada año. "No vamos a continuar con contratos en los que hemos desperdiciado decenas de miles de millones de dólares en Irak y vamos a acabar con las ayudas fiscales para las empresas que se lleven sus puestos de trabajo al extranjero", prometió Obama. Queda por delante un largo debate y algunos meses de acentuada crisis que pueden modificar los planes de este presupuesto. Queda, por ejemplo, establecer cuánto dinero más van a necesitar los bancos para evitar la quiebra -en este presupuesto se calculan 750.000 millones de dólares- y cuántas tropas van a ser, en realidad, necesarias en Afganistán.

¿QUIÉN GANA CON EL NUEVO PRESUPUESTO?. Un alivio para la clase media

- Sistema financiero. Se reservan 250.000 millones de dólares (casi 200.000 millones de euros) para ayudar a los bancos en apuros, siempre que sea necesario.

- Cambio climático. El presupuesto prevé ingresar 600.000 millones de dólares, a partir de 2012 y durante siete años, gracias a un nuevo sistema de compraventa de derechos de emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera, una de las propuestas clave de Obama para combatir el calentamiento global.

- Reforma sanitaria. Un nuevo fondo de reserva, con 634.000 millones de dólares (casi medio billón de euros) presupuestados durante diez años, para acometer el programa sanitario de la nueva Administración. En Estados Unidos, más de 40 millones de ciudadanos no tienen cobertura médica, y el presidente Barack Obama quiere reducir esta cifra con seguros más asequibles.

- Obras públicas. Con el fin de dar un impulso a la economía, el presupuesto contempla grandes inversiones públicas en infraestructuras.

- Clases medias. Se ven beneficiadas con la reforma fiscal de Obama, que prevé rebajas de impuestos para las clases medias, y el alivio fiscal de 400 dólares por persona y año.

¿QUIÉN PIERDE?. Menos ayudas al campo

- Gasto en defensa. Las guerras de Irak y de Afganistán se llevarán este año 140.000 millones de dólares y otros 130.000 millones en el año fiscal correspondiente a 2010, que empieza el 1 de octubre de 2009. Después, los costes anuales caerán hasta 50.000 millones.

Washington tiene la intención de retirarse de Irak en agosto de 2010. En 2008, la Casa Blanca gastó en esos dos conflictos más de 190.000 millones de dólares.

- Los más ricos. El Presupuesto contempla una subida de impuestos para las rentas más altas (parejas con ingresos de más de 250.000 dólares al año, es decir, casi 200.000 euros) con el objetivo de ingresar 318.000 millones de dólares adicionales a lo largo de 10 años y reducir el déficit.

La recaudación de impuestos aumenta, de forma que la presión fiscal pasa del 16% del producto interior bruto actual al 19% para el año 2013.

- Grandes agricultores. El presupuesto contempla recortes en las ayudas que se destinan a la agricultura. El Gobierno estadounidense retirará paulatinamente los pagos que reciben los propietarios de grandes cultivos y también eliminará los subsidios que reciben los agricultores por el almacenamiento de algodón.

Con estas medidas, Estados Unidos prevé ahorrar más de 10.000 millones de dólares en 10 diez años.

2009: el año decisivo para Croacia

Por Nataša Mihajlovic, master en Derecho de la Unión Europea (REAL INSTITUTO ELCANO, 27/02/09):

Tema: Este ARI analiza las prospectivas actuales de Croacia para adherirse en un horizonte temporal corto a la UE. Se trata del Estado candidato que tiene más avanzadas las negociaciones de ampliación con Bruselas y hasta hace poco se preveía que pudiera concluirlas en este mismo año. Sin embargo, la actual incertidumbre institucional de la UE y una serie de obstáculos concretos –singularmente, el contencioso bilateral con Eslovenia– parecen apuntar a que queda aún un difícil camino por recorrer.

Resumen: Estaba previsto que Croacia completase sus negociaciones con la UE hacia finales de 2009. No obstante, el camino no será nada fácil, dado que todavía le queda mucho trabajo por hacer, aparte de la firme decisión de Eslovenia de vetar la continuación del proceso de negociaciones hasta que no se resuelvan las cuestiones bilaterales abiertas.

Aunque la conclusión de las negociaciones antes de finales de este año parece improbable, teniendo en cuenta el número de capítulos cerrados hasta ahora, no es del todo imposible. Gracias al nuevo sistema de negociación y a la introducción de los puntos de referencia iniciales y de cierre para todos los capítulos, el país candidato sabe de antemano cuáles son las exigencias que tiene que cumplir. Al final, si se cumplen todos los requisitos, es posible que se abran y cierren en el mismo día varios capítulos. No obstante, este nuevo sistema de negociación no puede resolver el veto puesto por Eslovenia a Croacia, a causa de una disputa territorial. Los dos países defienden firmemente su postura y es muy poco probable que se encuentre una solución fácil y rápida. Por ello, la UE deberá insistir en apartar las desavenencias bilaterales del proceso de negociación y obligar a los dos países a encontrar una solución aceptable para todos y basada en el Derecho Internacional.

Análisis: Tras la gran ampliación de la UE en 2004 y la entrada de Rumanía y Bulgaria en 2007, el tema de las nuevas adhesiones no está muy presente en el orden del día de los países europeos. Primero, porque la UE todavía no ha conseguido asimilar las dos últimas adhesiones y, segundo, porque los dirigentes europeos quieren que el nuevo Tratado de Lisboa entre en vigor antes de que se produzcan nuevas ampliaciones. La misión primordial del nuevo Tratado es mejorar el funcionamiento de las instituciones de la Unión, dado que las disposiciones de los antiguos tratados no satisfacen las necesidades de una UE con 27 miembros.

Mientras tanto, los nuevos candidatos siguen negociando, cada uno a su ritmo. Aunque la mayoría de la población europea, cuando se hace mención a futuras ampliaciones, piensa en Turquía, el próximo país miembro de la UE será Croacia. Además, después del último Consejo Europeo de diciembre de 2008 parece que la adhesión de Croacia y la solución de la entrada en vigor del Tratado de Lisboa se resolverán a la vez.

En este Consejo Europeo se acordaron ciertas cesiones a Irlanda para que se aceptara una nueva consulta popular antes del próximo mes de noviembre, cuando termina el mandato de la actual Comisión. Dado que la gran mayoría de los países ya ha ratificado el Tratado de Lisboa, para evitar la necesidad de repetir la ratificación del nuevo texto modificado se decidió incluir los cambios del Tratado, en forma de anexo, al tratado de adhesión de Croacia, que también tendrá que ser aprobado por todos los Estados miembros.

Croacia inició las negociaciones con la UE el 3 de octubre de 2005, a la vez que Turquía. Al principio el proceso de negociación de los dos países fue en paralelo. La primera fase, el análisis del acervo de cada país y la evaluación del grado de armonización con el acervo comunitario, concluyó en octubre de 2006 y las negociaciones para los primeros capítulos comenzaron al mismo tiempo para los dos países. Desde el principio, era obvio que este sistema no le convenía a Croacia dado que las negociaciones con Turquía iban más despacio. Por fin, la Presidencia finlandesa, a finales de 2006, consiguió separar las negociaciones de los dos países, lo que benefició a Croacia al acelerarse todo el proceso.

Hay que mencionar que Croacia y Turquía son los primeros países que empezaron las negociaciones según el nuevo sistema. Después de la experiencia con la mayor ampliación de la UE, cuando entraron 10 nuevos países y cuando Rumanía y Bulgaria se apartaron para la siguiente oleada porque no cumplieron a tiempo todas los requisitos, la UE modificó el sistema de negociación para los nuevos países candidatos. La novedad consiste en que después de la evaluación de la legislación de cada país candidato se establecen unos puntos de referencia iniciales y de cierre que el país candidato tiene que cumplir para poder abrir o cerrar el capítulo en cuestión. Al principio, este sistema requiere una mejor preparación de las negociaciones pero en consecuencia, una vez cumplidos todos los puntos de referencia, facilita y agiliza la apertura y el cierre de los capítulos.

El último informe de la Comisión

En la Comunicación de la Comisión de 5 de noviembre de 2008, y en el informe anual adjunto sobre el progreso de Croacia durante el año 2008, se afirma el avance de Croacia en el cumplimiento de los compromisos asumidos. No obstante, Croacia deberá esforzarse más por cumplir todos los requisitos estipulados en los puntos de referencia de los capítulos en el proceso de negociación.

La Comisión también propone al Consejo trazar una hoja de ruta para la finalización del proceso de negociaciones en el año 2009, lo que supondría la entrada de Croacia en la UE en 2010-2011. Esta propuesta no ha sido aprobada por el Consejo, aunque esto no impide a Croacia terminar las negociaciones antes del final de este año. Asimismo, la Comisión se compromete a presentar durante el año 2009 la Comunicación sobre el conjunto de medidas financieras para el acceso de Croacia.

Además, en su comunicación y en el Informe adjunto, la Comisión invita a Croacia a seguir con las reformas emprendidas en el sector de la justicia y administración pública, en la lucha contra la corrupción y el crimen organizado, en la promoción de los derechos de las minorías –incluyendo el retorno de los refugiados–, en el procesamiento de los criminales de guerra y en la plena colaboración con el Tribunal Internacional Penal para la Ex Yugoslavia (TIPY).

El principal problema que afronta Croacia en este momento es la lucha contra la corrupción y el crimen organizado, una legado oscuro de la última guerra. Tras dos sangrientos asesinatos en el centro de Zagreb, de un conocido editor y periodista y de la hija de un conocido abogado, el gobierno se vio obligado a reaccionar con rapidez. Los primeros pasos fueron la sustitución de dos ministros, del Interior y de Justicia, junto con el jefe de policía, y la creación de juzgados antimafia que de forma rápida procesarán a los acusados de crímenes graves.

Aunque parece que la muerte de la joven Ivana Hodak se trataba de una venganza personal, las investigaciones del caso de Ivo Pukanic ponen de manifiesto algo que ya se sabía desde hace tiempo: que las mafias en los Balcanes están bien organizadas y que además mantienen una estrecha colaboración. Es un problema que Croacia no podrá afrontar sola, sino necesariamente en colaboración con los demás países de la región.

El tema de la corrupción quizá sea menos visible, pero representa un gran problema de la sociedad croata. Los esfuerzos realizados para combatir esta lacra social se han quedado muchas veces a medio camino. Esperemos que los últimos cambios en los ministerios clave y la puesta en marcha de juzgados rápidos produzcan resultados, dado que el marco legislativo necesario ya está aprobado por el Parlamento.

En relación a la colaboración con el Tribunal Internacional Penal para la Ex Yugoslavia (TIPY), éste aún reclama documentos relacionados con el caso del general Gotovina. El gobierno croata se defiende alegando que sigue buscando la documentación en cuestión y que cuando disponga de ella la entregará al Tribunal. Los neerlandeses son los que están especialmente atentos a la buena colaboración de todos los países de la región con el TIPY y están dispuestos a bloquear las negociaciones en caso de falta de cooperación, como hicieron con Serbia recientemente.

En lo que concierne a la economía, el punto débil es el sector de la construcción naval, dado que los cinco astilleros croatas necesitan grandes subvenciones estatales para sobrevivir, algo contrario a los principios de mercado de la UE. Por ello, Croacia está obligada a vender sus astilleros y recuperar el importe de las subvenciones concedidas. Este es el mismo sistema que la Comisión está aplicando a los astilleros polacos, y ha provocado manifestaciones de los trabajadores del sector naval croata. La publicación del concurso de venta de los astilleros es un punto de referencia inicial para poder abrir las negociaciones del capítulo de Política de Competencia.

El bloqueo esloveno

En este momento, Croacia tiene abiertos 22 capítulos y cerrados siete. En principio estaba previsto que todos los capítulos, menos uno, se abriesen en 2008, y que todos se cerrasen durante 2009. No obstante, en la última conferencia intergubernamental bilateral entre la UE y Croacia, del 19 de diciembre, según la opinión de la Comisión y de 26 países miembros, Croacia estaba en disposición de abrir nueve capítulos y cerrar cinco. Sin embargo, Eslovenia vetó la apretura de ocho capítulos y el cierre de dos.

El porqué del veto esloveno tiene su origen en unas cuestiones territoriales aún abiertas sobre la frontera terrestre y marítima entre los dos países. Eslovenia acusa a Croacia de que en la documentación entregada a la Comisión durante el proceso de negociación, que incluye cartografía, está prediciendo una frontera que todavía no está definida. La Presidencia francesa intentó resolver el conflicto preparando una declaración conjunta en la que las dos partes expresaran que la documentación del proceso de negociación bajo ningún concepto prejuzgaría la frontera.

Pero el gobierno esloveno rechazó esta iniciativa y pidió que Croacia declarase nulas todas las leyes desde el 25 de junio de 1991 (fecha de secesión de la antigua Yugoslavia de los dos países) que tuviesen alguna relación con los territorios objeto de desacuerdo territorial, y que se obligase a no usar ninguno de los documentos presentados en el proceso de negociación con la UE en el futuro arbitraje sobre la frontera. Como es comprensible, Croacia rechazó esta condición radical por parte de Eslovenia considerándola un chantaje.

En lo que concierne a la disputa entre Eslovenia y Croacia sobre la frontera terrestre y marítima, lo que más importa a Eslovenia es precisamente la frontera marítima, la bahía de Savudrija (nombre croata) o bahía de Piran (nombre esloveno). Croacia considera que debería dividirse la bahía por la mitad, algo establecido también por el Derecho Internacional, mientras que Eslovenia reclama toda la bahía y su salida al mar abierto. El problema es que aun cuando los eslovenos se quedasen con toda la bahía, tendrían que pasar por aguas croatas o italianas para llegar a mar abierto. Los eslovenos consideran que esto es inaceptable y que Eslovenia debe tener salida directa desde sus aguas territoriales a aguas internacionales.

El último intento de resolver esta contienda territorial fue la reunión de los primeros ministros en Bled en agosto del 2007, en la que se llegó a un acuerdo marco de llevar el caso ante el Tribunal Internacional de la Haya. Asimismo, se formó una comisión mixta cuyo objetivo era ajustar las posiciones de los dos países dentro del marco legal de dicho tribunal, que presentó sus conclusiones el pasado mes de enero. No obstante, Eslovenia quiere evitar una solución jurídica y apuesta por la solución política del problema.

Hay que mencionar que Croacia tiene un problema similar con Montenegro en la bahía de Kotor, pero en este caso los dos países están de acuerdo en resolver la disputa ante un órgano internacional de justicia y están trabajando en una comisión mixta preparando la documentación necesaria. Mientras tanto, las dos partes se han comprometido a congelar el asunto.

La UE considera la disputa entre Croacia y Eslovenia como un problema bilateral y desea apartarlo de las negociaciones de adhesión. El problema es que los eslovenos, según su primer ministro Borut Pahor, lo consideran una cuestión europea, puesto que, según él, Eslovenia forma parte de la UE, que es un todo, y no puede estar Eslovenia por un lado y la UE por otro. Además, Eslovenia ya avisó a la UE y a la Presidencia checa que no aceptaría presiones para retirar su veto a Croacia, amenazando con organizar un referéndum sobre la entrada de Croacia en la UE.

Tras el fracaso de la iniciativa francesa, la última propuesta del comisario para la Ampliación Olli Rehn es formar un consejo de sabios, presidida por Martti Ahtisaari, para resolver el problema. La propuesta no está bien definida y aún no se sabe si la función de este consejo sería conseguir que los dos países optaran por un órgano jurídico internacional (la Corte Internacional de Justicia de La Haya o el Tribunal Internacional del Derecho del Mar en Hamburgo) o que el propio consejo arbitre el caso. El peligro de la segunda opción es que una vez más en los Balcanes se intentaría encontrar una solución obviando el Derecho Internacional en un tipo de problema que otros países resuelven ante la Corte Internacional de Justicia (como lo han hecho recientemente en una disputa similar Ucrania y Rumanía).

Hay que mencionar que Dinamarca y Polonia tampoco tienen una frontera marítima definida, pero Dinamarca no ha bloqueado a Polonia cuando ésta negociaba su adhesión a la UE. Asimismo, sería interesante ver que pasaría si Islandia finalmente decidiera entrar en la UE junto con Croacia. Islandia mantiene una disputa marítima con el Reino Unido, Irlanda y Dinamarca (las Islas Feroe) por la cuenca de Hatton Rockall. ¿Vetarán estos países a Islandia?

Desde el punto de vista de los políticos eslovenos, la posición de Eslovenia de bloquear a Croacia para lograr una mejor posición negociadora en las cuestiones abiertas que tienen estos dos Estados puede estar justificada. La pregunta es si este tipo de comportamiento es conforme con el espíritu y las bases de la UE, que Eslovenia asegura defender. Si Eslovenia sigue insistiendo en que la disputa territorial se resuelva antes de la adhesión de Croacia, esto supondría un aplazamiento de cinco o seis años de dicha adhesión. Por ello, los demás países de la Unión deberían presionar a Eslovenia y a Croacia para que resuelvan todas las cuestiones abiertas fuera del proceso de negociación. Además, hay que insistir en una solución basada en el Derecho Internacional.

Por otro lado, Eslovenia ratificó por fin el Protocolo de Adhesión de Albania y Croacia a la OTAN en una sesión parlamentaria extraordinaria. El primer intento de ratificarlo fracasó debido a unas desavenencias entre los partidos que forman la coalición gubernamental, algo que le valió a Eslovenia duras críticas por parte de todos los socios de la Alianza. El deseo expreso de todos los países miembros de la OTAN, incluida la nueva Administración Obama, es que Albania y Croacia participen en la Cumbre de abril como socios de pleno derecho.

Conclusiones: Aparte del trabajo que le espera a Croacia para lograr cumplir todas las obligaciones resultado del proceso de negociación, el gobierno deberá encontrar la forma de resolver su disputa con Eslovenia. Aunque lo primero no será fácil, es posible que Croacia cumpla todas las condiciones para poder terminar el proceso de negociación antes de finales de este año. No obstante, todo dependerá de la solución de la disputa con Eslovenia. Los dos países tendrán que involucrarse más para resolver esta cuestión con la ayuda y el apoyo de la UE.

Fuente: Bitácora Almendrón. Tribuna Libre © Miguel Moliné Escalona