viernes, febrero 27, 2009

El Pentágono renuncia a ocultar los féretros de los soldados caídos

Por DAVID ALANDETE - Washington - (El País.com, 27/02/2009)

Por primera vez desde que comenzaron las guerras de Afganistán e Irak, Estados Unidos permitirá que se fotografíen y se filmen los ataúdes que regresan del frente de batalla envueltos en la bandera norteamericana. Una nueva norma anunciada ayer por el secretario de Defensa, Robert Gates, pondrá como condición para la toma de instantáneas que exista un consentimiento previo por parte de la familia del soldado fallecido.

En 1991, el primer presidente George Bush prohibió a la prensa tomar fotos o grabar imágenes de estos ataúdes, antes de la primera guerra del Golfo, un conflicto en el que fallecieron 113 soldados estadounidenses. La norma la diseñó el entonces secretario de Defensa, Dick Cheney, que ocuparía el puesto de vicepresidente cuando se planificaron las invasiones de Irak y Afganistán con Bush hijo.

En esos dos frentes de guerra ya han muerto, desde 2001, más de 4.800 soldados. Los cadáveres llegan diariamente a la base aérea de Dover, en Delaware, donde se les bendice y desde donde se les transporta al lugar en el que se les enterrará. Gates dijo ayer que la decisión de si la prensa debe difundir imágenes de estos ataúdes "deberían tomarla aquéllos a quien más les afecta esto personalmente. Las familias de los caídos".

Imagen sin datar de ataúdes de soldados muertos en combate- REUTERS

Los senadores demócratas John Kerry y Frank Lauternberg, diversos profesores de universidad y varios familiares de soldados caídos en el frente han solicitado durante años que se levantara esta prohibición, que interpretaban como una forma de esconder el coste humano que suponen ambas guerras.

Muchos opinan que el presidente George W. Bush aprovechó esta norma para evitar que sucediera con la guerra de Irak lo mismo que pasó con la de Vietnam. Cuando entonces la ciudadanía vio los ataúdes estadounidenses llegando a decenas, la opinión pública comenzó a oponerse al conflicto. En 2005, el Pentágono difundió unas 700 fotos de ataúdes no identificados, después de varias demandas judiciales en su contra.

El presidente, Barack Obama, anunció el pasado 9 de febrero que había pedido a Gates que reconsiderara la prohibición. Finalmente, el secretario de Defensa ha decidido dejar que sean los familiares quienes tengan la última palabra.

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