Por Núria Parera i Junyent, departamento de obstetricia, ginecología y reproducción, Institut Universitari Dexeus, Barcelona (LA VANGUARDIA, 16/11/08):
La píldora anticonceptiva es uno de los medicamentos más ampliamente investigados y controlados en el mundo, principalmente administrada a mujeres jóvenes y sanas para evitar embarazos no deseados. Se trata de un medicamento muy seguro y eficaz, con pocos efectos secundarios, sin efectos sobre la fertilidad futura de la mujer y con muy escasas contraindicaciones.
La historia de los anticonceptivos hormonales orales se inicia en 1960, cuando se comercializó la primera píldora anticonceptiva en Estados Unidos. En estos tratamientos se usaban dosis hormonales elevadas y responsables de muchos efectos secundarios. La evolución de la investigación farmacológica consiguió ajustar la dosis mínima necesaria para conseguir el efecto anticonceptivo deseado minimizando los efectos secundarios. Estas dosis son las que se usan actualmente en la mayoría de los preparados.
La píldora anticonceptiva contiene las hormonas denominadas estrógenos y progesterona, que son las que fabrican los ovarios. Al administrarlas de manera externa, actúan sobre la hipófisis (glándula cerebral), engañándola y provocando que no estimule a los ovarios. Así no se producen los estrógenos y progesterona naturales, inhibiendo la ovulación y el embarazo. Estas hormonas también actúan alterando la motilidad de las trompas e impidiendo el crecimiento del endometrio. El endometrio es la mucosa que recubre el útero en su parte interior, por lo que este se vuelve poco apto para la implantación. Asimismo, actúan sobre el moco cervical, espesándolo y haciéndolo poco permeable a los espermatozoides.
La eficacia de un método anticonceptivo se calcula mediante el índice de Pearl: número de embarazos que se producirían teóricamente en 100 mujeres en un año. La píldora anticonceptiva tiene un índice de Pearl de 0,3.
La seguridad de la píldora anticonceptiva es muy alta. Sólo se ha observado un leve incremento en la incidencia de trombosis y embolias en usuarias. El incremento es algo mayor en mujeres fumadoras mayores de 35 años, por lo que en ellas está contraindicada. También lo está en mujeres hipertensas, obesas importantes, con antecedentes de cardiopatía isquémica, trombosis y embolias, diabetes no controlada, migraña con aura o enfermedad hepática grave. Una buena historia clínica y la toma de tensión arterial son los requerimientos básicos que precisa el profesional para indicar estos medicamentos.
Además del efecto anticonceptivo, la píldora tiene otros efectos beneficiosos: disminuye la cantidad de menstruación, disminuye el dolor menstrual, regula los ciclos, mejora síntomas cutáneos (acné, hirsutismo). Ello hace que muchas usuarias de estos métodos vean mejorada su calidad de vida. También ha demostrado efecto protector frente al cáncer de ovario y de endometrio, así como respecto a la osteoporosis.
Las usuarias deben saber que la píldora no ofrece protección frente a las infecciones de transmisión sexual, por lo que si la precisan deberán usar, además, preservativo. Esta técnica se denomina doble método, al asociar la alta eficacia anticonceptiva de la píldora y la alta eficacia de prevención contra las infecciones del preservativo.
Los olvidos de alguna píldora son la causa principal de la disminución de su eficacia, por lo que la toma correcta es fundamental. Se han ideado métodos anticonceptivos hormonales que requieren usos no diarios. El parche anticonceptivo se usa una vez a la semana, y el anillo vaginal una vez al mes. Estos métodos tienen la misma eficacia y seguridad que la píldora.
Existen asimismo píldoras anticonceptivas con un solo componente hormonal: el gestágeno. Su eficacia anticonceptiva es muy alta, pero en determinados casos no regulan el ciclo menstrual.
Mención especial merece la píldora de emergencia, indicada cuando no se ha usado método anticonceptivo alguno o ha habido algún fallo de uso. Esta píldora lleva también solamente gestágenos, y su eficacia es muy alta si se usa dentro de las 48-72 horas siguientes al coito no protegido.
Hoy hay muchos tipos de píldoras anticonceptivas en el mercado, lo que comporta la existencia de una amplia gama de posibilidades para los diferentes tipos de usuarias. Según la Organización Mundial de la Salud, unos 60 millones de mujeres en todo el mundo utilizan anticoncepción hormonal oral para regular su fertilidad. La píldora es el cuarto método anticonceptivo más usado en el mundo y el segundo en España (después del preservativo).
Muchas organizaciones científicas se ocupan de los métodos anticonceptivos. Cabe destacar las sociedades catalana y española de contracepción y la Federación de Planificación Familiar (también catalana y española).
Fuente: Bitácora Almendrón. Tribuna Libre © Miguel Moliné Escalona
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