AGENCIAS - Bagdad - 04/02/2009
Se llama Samira Ahmed Jassim, es una mujer iraquí de 51 años y, según la policía iraquí, es la instigadora de los asesinatos de decenas de sus compatriotas. La policía iraquí informó ayer de que esta mujer se dedicaba a reclutar y entrenar a otras mujeres para que cometieran atentados suicidas en todo el país. Según fuentes de seguridad, entrenó a más de 80 y al menos 28 de ellas cometieron efectivamente atentados haciendo estallar los explosivos que llevaban adosados en sus cuerpos.
El portavoz de los servicios de seguridad de Bagdad, el general Qassim al Mussaui informó ayer de que Samira fue capturada hace dos semanas, no dijo dónde. Pertenecía, según este funcionario policial, a Ansar al Sunna, un grupo islamista suní ligado a Al Qaeda que ha cometido numerosos atentados y asesinatos en Irak tras la invasión estadounidense en 2003.
"Según nuestra información y testimonios de residentes, esta mujer supervisó personalmente el entrenamiento de más de 80 mujeres terroristas en Bagdad y en la provincia de] Diyala", dijo Mussaui. Diyala es una provincia situada al norte de Bagdad de mayoría suní que fue uno de los feudos de la insurgencia contra la invasión estadounidense. Mussaui mostró a los periodistas un vídeo en el que la mujer, vestida con una abaya una tradicional túnica negra que cubre de la cabeza a los pies y que sólo deja ver su cara, confesaba haber entrenado a una mujer que atentó contra una comisaría de policía en Diyala. Podría referirse a un atentado cometido por una mujer en abril de 2007 que acabó con la vida de 17 personas en Muqdadiya. "Me la presentaron, empecé a hablar con ella", dice Samira en el vídeo sobre la terrorista suicida.
El portavoz policial aseguró que Samira "confesó haber entrenado a más de 28 mujeres que llevaron a cabo operaciones -atentados suicidas- en diferentes partes del país". Confiesa en el vídeo Samira que preparaba mentalmente a las futuras terroristas para el sacrificio, que luego las entregaba a los terroristas que les suministraban el explosivo y luego las llevaba a los lugares elegidos para los atentados.
Según otro portavoz policial citado por EFE, el general Qasem Ata, Samira, que tenía el apodo de Um al Mamen (madre de los creyentes), dijo al ser arrestada que recibía órdenes de dos personas, identificadas como Harez al Saliui y Zaer al Saliui, quienes fueron capturados anteriormente.
Con la mejora de la seguridad en Irak, sobre todo en 2007 y 2008, los grupos insurgentes y terroristas incrementaron el uso de mujeres suicidas porque pasaban los controles de seguridad con mayor facilidad. Los policías no podían registrarlas tan a fondo como a los hombres debido a las estrictas normas morales. Durante el año pasado, la provincia de Diyala y su capital, Baquba, fueron escenario de más de 20 atentados suicidas cometidos por mujeres.
Se llama Samira Ahmed Jassim, es una mujer iraquí de 51 años y, según la policía iraquí, es la instigadora de los asesinatos de decenas de sus compatriotas. La policía iraquí informó ayer de que esta mujer se dedicaba a reclutar y entrenar a otras mujeres para que cometieran atentados suicidas en todo el país. Según fuentes de seguridad, entrenó a más de 80 y al menos 28 de ellas cometieron efectivamente atentados haciendo estallar los explosivos que llevaban adosados en sus cuerpos.
El portavoz de los servicios de seguridad de Bagdad, el general Qassim al Mussaui informó ayer de que Samira fue capturada hace dos semanas, no dijo dónde. Pertenecía, según este funcionario policial, a Ansar al Sunna, un grupo islamista suní ligado a Al Qaeda que ha cometido numerosos atentados y asesinatos en Irak tras la invasión estadounidense en 2003.
"Según nuestra información y testimonios de residentes, esta mujer supervisó personalmente el entrenamiento de más de 80 mujeres terroristas en Bagdad y en la provincia de] Diyala", dijo Mussaui. Diyala es una provincia situada al norte de Bagdad de mayoría suní que fue uno de los feudos de la insurgencia contra la invasión estadounidense. Mussaui mostró a los periodistas un vídeo en el que la mujer, vestida con una abaya una tradicional túnica negra que cubre de la cabeza a los pies y que sólo deja ver su cara, confesaba haber entrenado a una mujer que atentó contra una comisaría de policía en Diyala. Podría referirse a un atentado cometido por una mujer en abril de 2007 que acabó con la vida de 17 personas en Muqdadiya. "Me la presentaron, empecé a hablar con ella", dice Samira en el vídeo sobre la terrorista suicida.
El portavoz policial aseguró que Samira "confesó haber entrenado a más de 28 mujeres que llevaron a cabo operaciones -atentados suicidas- en diferentes partes del país". Confiesa en el vídeo Samira que preparaba mentalmente a las futuras terroristas para el sacrificio, que luego las entregaba a los terroristas que les suministraban el explosivo y luego las llevaba a los lugares elegidos para los atentados.
Según otro portavoz policial citado por EFE, el general Qasem Ata, Samira, que tenía el apodo de Um al Mamen (madre de los creyentes), dijo al ser arrestada que recibía órdenes de dos personas, identificadas como Harez al Saliui y Zaer al Saliui, quienes fueron capturados anteriormente.
Con la mejora de la seguridad en Irak, sobre todo en 2007 y 2008, los grupos insurgentes y terroristas incrementaron el uso de mujeres suicidas porque pasaban los controles de seguridad con mayor facilidad. Los policías no podían registrarlas tan a fondo como a los hombres debido a las estrictas normas morales. Durante el año pasado, la provincia de Diyala y su capital, Baquba, fueron escenario de más de 20 atentados suicidas cometidos por mujeres.
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