miércoles, octubre 29, 2008

El audiovisual público como potente altavoz de un país ante el mundo: el ejemplo francés

Por Catalina Guerrero, jefa de sección de Cultura y Sociedad Internacional de la Agencia Efe y corresponsal de Efe en París desde julio de 1999 hasta octubre de 2007 (REAL INSTITUTO ELCANO, 29/10/08):

Tema: Consciente del poder de los medios de comunicación para difundir una perspectiva propia de la actualidad internacional y del reto que supone la llamada “segunda revolución digital”, Francia ha decidido reunificar todos sus activos que posee en el sector audiovisual exterior en una plataforma conjunta para intentar que su voz se oiga con más claridad e intensidad en el mundo.

Resumen: Francia, por decisión de su presidente, Nicolas Sarkozy, ha decidido reagrupar este año todas las participaciones del Estado en los medios de comunicación con proyección internacional en un holding llamado France Monde y bautizado después como Audiovisual Exterior de Francia (AEF). De este modo, Radio France International (RFI) y las televisiones France 24 y TV5 Monde aunarán sus fuerzas para proyectar con más fuerza y mayor eficacia la voz de Francia en el mundo, al tiempo que –crisis obliga– se consiguen sinergias. Esta decisión, acompañada de otra no menos polémica –la supresión paulatina de la publicidad en el audiovisual público francés–, ha convulsionado a este sector, que está pendiente ahora de que se conozcan en breve los detalles del proyecto de ley que debe plasmar la ambiciosa reforma, una futura norma cuyo tramite parlamentario está previsto para este otoño.

Análisis:

El 8 de enero de 2008 todo el mundo esperaba que Nicolas Sarkozy aprovechara su primera rueda de prensa tras la pausa vacacional de Navidad para hacer algún tipo de anuncio que le permitiera seguir fiel a su eslogan de “ruptura” con la anterior etapa presidencial personificada por el también conservador Jacques Chirac y sobre el cual construyó la campaña electoral que le llevó al Elíseo en mayo de 2007. Pero lo que nadie se imaginaba es que la diana en la que el flamante presidente francés iba a lanzar su dardo de reformas sería el sector del audiovisual público.

No lanzó una, sino dos flechas. Por un lado, Sarkozy manifestó su deseo de reformar el audiovisual exterior para reagrupar Radio France International (RFI) y la televisión France 24 y las participaciones del Estado francés en TV5 Monde en un únicoholding llamado France Monde, nombre que con el correr de los meses daría paso ya en septiembre al de Audiovisual Exterior de Francia (AEF).

Por otro lado, anunció su deseo de suprimir toda la publicidad en las televisiones públicas del país. “Revolución”, “estupor”, “fogonazo”, “bomba”, “big bang”… fueron las palabras pronunciadas por sindicatos, medios de comunicación y productores audiovisuales para definir la sorpresa causada por las palabras de Sarkozy.

La primera sorprendida por el alcance de las medidas que piensa tomar Sarkozy fue la ministra de Cultura y Comunicación, Christine Albanel, quien no pudo ocultar –al igual que el resto de miembros del Gobierno de François Fillon– que no estaba al corriente de las intenciones del jefe del Estado.

El asunto, al parecer, se fraguó en petit comité y sólo estaban al corriente dos o tres de los consejeros más próximos de Sarkozy, incluidos los dos que elaboraron el informe que defendía la creación de este holding: Jean-David Levitte, consejero diplomático, y Georges-Marc Benamou, consejero audiovisual.

En ese informe, Levitte y Benamou abogaban por una reforma “profunda”, pero “suave” del audiovisual exterior francés que se prolongase hasta el año 2012, por lo que desaconsejaban una revolución en las estructuras de RFI, TV5 Monde y France 24 por considerarla “peligrosa tanto en el plano diplomático como social”.

El diario Le Monde apunta también a Alain Minc, consejero de Sarkozy en estrategia financiera, como el ideólogo de esta gran reforma e incluso pone en su boca la frase que habría activado el interés de Sarkozy: “Debes continuar jugando a contracorriente. ¿Por qué no la televisión? François Mitterrand fue quien la privatizó, tu podrías ser quien la nacionalizase”.

Si Sarkozy retuvo la idea de Minc, según Le Monde, fue por dos motivos: porque intenta seguir los pasos de Mitterrand y porque le gusta poner trampas a la oposición, que no consigue retomar el aliento tras los últimos batacazos electorales de la primavera de 2007 (presidenciales) y de principios del verano del mismo año (legislativas). Y es que la supresión de la publicidad del servicio público es una vieja utopía de la izquierda.

Cuando Sarkozy hizo público el 8 de enero de 2008 su deseo de reagrupar “lo más rápidamente posible, en todo caso en este año”, todos los medios de RFI, TV5 y France 24 en un único holding, el anuncio quedó un tanto solapado por la decisión de suprimir la publicidad en nombre de “una televisión pública de calidad”.

Ese día, el presidente se limitó a explicar que esa decisión estaba motivada por la necesidad de unir todos los medios “para llevar la presencia de Francia de una forma más masiva (al resto del mundo) que en la actualidad”.

Para Sarkozy, es necesario reorganizar y racionalizar los instrumentos de la política audiovisual exterior de Francia para lograr “una presencia audiovisual más fuerte, más coherente, más ambiciosa y más eficaz”.

La tercera pincelada que da entonces Sarkozy de lo que será France Monde la dibuja monolingüe, ya que sólo hablará francés, aunque –matiza el presidente– “puede perfectamente tener subtítulos en español, árabe e inglés para aportar una visión francesa” de la actualidad.

Esa restricción idiomática generó una primera controversia en los medios afectados, ya que RFI difunde su programación en francés y en otras 19 lenguas, mientras que France 24 –la llamada CNN francesa– emite en francés, inglés y árabe y estaba en proyecto que en no demasiado tiempo también lo hiciera en español.

Ya entonces se empezó a vislumbrar además lo que sería el segundo punto polémico de este proyecto. Se trataba del malestar de los socios francófonos de TV5, Suiza, Bélgica y Canadá (Quebec), un trío de países que financian, aunque en menor proporción que Francia, esa televisión internacional y que no ocultan su temor a quedar completamente diluidos en un proyecto franco-francés. Bélgica y la televisión suiza TSR llegaron incluso a amenazar con retirarse de la cadena.

Pero fue un mes más tarde cuando estalló la verdadera controversia al precisar Sarkozy, en un comunicado del Elíseo, los nombres de los dos encargados de llevar las riendas de France Monde: el publicista Alain de Pouzilhac, jefe del directorio de France 24, y la periodista Christine Ockrent, compañera del ministro francés de Exteriores, Bernard Kouchner.

Pouzilhac, que se perfiló entonces como presidente de la nueva sociedad, recibió el encargo de “modernizar y dinamizar el audiovisual público francés exterior y francófono”, según el comunicado del Elíseo hecho público el 20 de febrero de 2008.

La misión encargada al antiguo presidente del grupo de publicidad HAVAS incluye la puesta en marcha “rápida” de la entidad y definir su plan operativo, acompañado de un plan de negocio (2009-2013), después de “una concertación en profundidad con el conjunto de los actores del audiovisual exterior público francés y francófono”.

Ese plan, que deberá ser sometido a Sarkozy y al primer ministro François Fillon, definirá igualmente “una estrategia de grupo adaptada a la era digital” apoyándose en France 24, RFI y TV5 Monde, “cuyo carácter multilateral será respetado y preservado”, así como la oferta de servicios digitales reunidos en un portal común de Internet.

La perspectiva de que la compañera y madre del hijo del jefe de la diplomacia francesa dirija la futura entidad levantó ampollas entre los sindicatos de los tres medios concernidos, por temor a una merma de la credibilidad del futuro holding.

También generó las críticas de la Federación Europea de Periodistas, no por las cualidades profesionales de Okcrent –que nadie niega– ni por un machismo soterrado que vería en su ascenso el hecho de ser “la mujer de…”, sino por una cuestión de “sentido común”.

Y es que al asumir la dirección general de la futura fabrica de información conjunta de TV5, France 24 y RFI, la llamada “reina Cristina”, como se conoce a esta hija de diplomático por sus maneras y su porte un tanto aristocrático, estará abocada a gestionar continuamente conflictos de intereses.

La aludida, de origen belga (Bruselas, 1944), juzgó entonces esas críticas de “injustas”, “sexistas” y humillantes”, al tiempo que recordaba que en 35 años de carrera, en los que ha ejercido puestos de responsabilidad en televisión, radio y prensa escrita, nadie había “cuestionado” su “competencia profesional” y su “ausencia total de compromiso partidario”.

“Espero que llegue el día en que se diga ‘el marido de…’ y se pida al ‘marido de…’ que sacrifique su identidad, sus competencias profesionales y su currículum para hacer ramos de flores”, manifestó en plena tormenta Ockrent en una entrevista a la emisora RTL.

En plena polémica algunos creyeron ver en una frase de Kouchner (“No veo por qué son siempre las mujeres las que deberían dimitir”) una posibilidad de que el ministro llegase incluso a pensar en aquel momento en abandonar su puesto en caso de que la controversia adquiriese cuotas más elevadas.

Lo que sí prometió fue no “mezclarse” en los asuntos del audiovisual exterior francés, que pasará a depender de la partida presupuestaria del primer ministro y no de Exteriores, como ha sido el caso hasta la fecha de RFI y de TV5 Monde, que complementan sus ingresos con la publicidad, así como de France 24, que tiene un estatuto diferente al responder a un esquema mitad público y mitad privado.

Tanto Ockrent como Pouzilhac fueron confirmados en sus respectivos cargos a mediados de abril, al mismo tiempo que se creaba oficialmente France Monde, que reunirá las “participaciones” del Estado francés en los tres medios de comunicación afectados.

La creación de France Monde hará posible el lanzamiento de un gran portal de Internet al que contribuirán los tres medios que lo integran. De este modo, Francia se sumará a la gran tendencia mundial que hace de Internet la vía de acceso principal a todos los medios de comunicación.

Otro aspecto importante de la reforma es el ahorro, ya que la nueva estructura supondrá sinergias en los sectores administrativos (recursos humanos y finanzas, por ejemplo), y tampoco se descarta que suceda otro tanto en la comercialización y distribución, sin olvidar el acercamiento entre las distintas redacciones, lo que inquieta a los sindicatos.

Los tres pilares sobre los que se apoya el Audiovisual Exterior de Francia (AEF)

(1) Radio France Internationale (RFI). Es la tercera estación de radio internacional más escuchada en el mundo, tras la británica BBC World Service y la estadounidense Voice of America, y está en igualdad con la alemana Deutsche Welle.

Su lanzamiento con el nombre actual se llevó a cabo en 1975, pero RFI es la heredera de Poste Colonial, creada en los años 30 del siglo pasado y que ya entonces emitía en una decena de lenguas y en todos los continentes. Entre Poste Colonial y RFI, la emisora se ha llamado sucesivamente Paris Ondes Courtes, Paris Mondial, Radio Paris, RTF Radio Paris y ORTF Radio Paris.

Presidida desde el mes de julio pasado por Alain de Pouzilhac, RFI está volcada principalmente sobre la información y la cultura. Tiene una media de 44 millones de oyentes en el mundo (según los últimos datos sobre audiencias), la mayor parte de ellos en África (25,8 millones), seguida de Oriente Medio (10,5), América (4,05), Europa (2,05) y Asia-Oceanía (1,9).

Tiene un millar de efectivos, de los cuales unos 350 son corresponsales en diferentes partes del mundo, para un presupuesto de unos 130 millones de euros anuales financiados con los presupuestos del Ministerio de Exteriores francés y los ingresos por publicidad.

RFI emite de forma continúa 24 horas al día, los siete días de la semana, y lo hace en francés y otras 19 lenguas. Su señal puede ser captada, según los diferentes puntos geográficos, en FM, ondas medias o cortas, cable, Worldspace o Internet.

(2) TV5 Monde. Nació el 2 de enero de 1984 bajo el impulso del Ministerio de Exteriores francés. Al principio, cinco cadenas participaron en su creación, de ahí su nombre, TV5 (TF1, Antenne 2, RF3, TSR y RTBF). TF1 se retiró del proyecto debido a su privatización en 1987, pero se sumaron a la aventura Radio Canada y Télé Québec (1986), La Cinquième y Arte France (1999). Su capital está repartido como sigue: France Télévision 47,5%, ARTE France 12,5%, TSR 11,11%, RTBF 11,11%, Télévision-Radio Canada y Télé Québec 11,11%, INA 6,61%, Jean-François Boneman 0,6% y Patrice Duhamel 0,6%.

Presidida por Alain de Pouzilhac desde abril pasado, TV5 Monde cuenta con un presupuesto anual de unos 75 millones de euros y una plantilla de 320 asalariados. Su divisa es la defensa y el fomento de la francofonía y despliega sus redes en los cinco continentes, con emisiones específicas para cada uno de ellos.

TV5 Monde llega a 176 millones de hogares en más de 203 países, con una audiencia media de 25 millones de telespectadores diarios, lo que la convierte en una de las tres grandes redes de televisión en el mundo, junto a MTV y CNN. Emite en francés con subtítulos en 10 lenguas: francés, inglés, árabe, español, portugués, holandés, alemán, sueco, danés y ruso.

(3) France 24. France 24 nació el 6 de diciembre de 2006 gracias al anterior presidente francés, Jacques Chirac, quien impulsó la creación de esta cadena, también conocida como “la CNN a la francesa”, tras constatar al principio de los años 90 las lagunas informativas de los grandes medios de información internacionales –fundamentalmente anglosajones– durante la primera Guerra del Golfo y especialmente en la invasión de Irak. “Las disensiones entre EEUU y Francia a raíz del segundo conflicto iraquí incrementaron la necesidad de hacer valer la perspectiva francesa sobre política internacional”, según explica el propio Ministerio francés de Exteriores en su página web.

Su ambición es competir no sólo con la estadounidense CNN, sino también con la británica BBC World y con la qatarí al-Yazira. “Sin ser la voz de Francia, France 24 desarrolla el punto de vista del Hexágono (como también se conoce al país) y trata la información internacional con objetividad e independencia, que son las premisas del periodismo, pero además con valores específicamente franceses”, apuntaba, por su parte, el presidente de la cadena, Alain de Pouzilhac.

En su página web, France 24 subraya que la cadena “aporta una mirada y una sensibilidad francesa a la actualidad internacional” y “afirma su especificidad con un acercamiento a la información respetuosa a la diversidad y atenta a las diferencias y a las identidades políticas y culturales”, al tiempo que “propone un análisis profundo de la actualidad para descubrir la parte sumergida y mostrar lo que el público debe ver, saber y comprender” y, por último, “trata con una atención particular la cultura y el arte de vivir” al estilo francés.

Su estatuto es particular, ya que es una sociedad anónima de derecho privado con un directorio y un consejo de vigilancia propiedad a partes iguales del grupo público France Télévisions y de la principal televisión privada francesa, TF1.

Precisamente con la intención de concentrarse en las negociaciones para la salida de TF1 del capital de France 24, Alain de Pouzilhac anunció este 29 de septiembre que dejaba “momentáneamente” su
puesto en la cadena de información continua “con el fin de no hacer incompatibles sus diferentes funciones en el seno del audiovisual exterior de Francia”.

En el momento de su creación, TF1 había invertido 17.500 euros en el capital social de France 24 y ahora reclama varios millones de euros, según informes periodísticos. Un estudio del banco Rothschild, efectuado a petición de TF1, valora France 24 en 90 millones de euros, de los que 45 millones de euros corresponderían a TF1. France 24 tiene un presupuesto de unos 80 millones de euros al año y cuenta con 430 trabajadores en nómina, de 35 nacionalidades diferentes.

Emite en abierto y de forma simultánea en inglés y en francés, así como en árabe cuatro horas diarias desde abril de 2007 y estaba previsto que en breve empezase también a hacerlo en español, algo que queda ahora en el aire al haber especificado Nicolas Sarkozy su deseo de que France Monde “sólo difunda en francés”. France 24 puede verse en todo el mundo por Internet –de hecho, simbólicamente, arrancó sus emisiones por esta vía– y en más de 90 países por satélite, cable y ADSL. Los programas en inglés pueden ser captados por los satélites Nilesat y Arabsat Badr-4, mientras que en francés pasan por Hot-Bird.

Supresión de la publicidad: “una auténtica revolución cultural”

“Propongo una auténtica revolución cultural en el servicio público de la televisión”, lanzó Nicolas Sarkozy aquel señalado 8 de enero de 2008 al expresar su deseo de abrir una reflexión sobre “la supresión total de la publicidad en las cadenas públicas, que podría ser financiada por una tasa sobre el incremento de los ingresos publicitarios en las cadenas privadas y una tasa infinitesimal sobre el volumen de negocios de los nuevos medios de comunicación, como la telefonía móvil y el acceso a Internet”.

Aquí, de nuevo, fue el consejero de estrategia financiera de Sarkozy, Alain Minc, quien le habría sugerido al jefe de Estado francés la fórmula para sacar adelante airoso el desafío de hacer realidad la vieja utopía de la izquierda: suprimir la publicidad del servicio público, según el diario Le Monde. “Es necesario que la nueva cultura (audiovisual) pague por la antigua”, aseguró el vespertino que le dijo Minc a Sarkozy, quien lo que sí tenía claro era que bajo ningún concepto iba a aumentar la tasa anual de 116 euros que pagan los franceses para sufragar los medios públicos, la cual es bastante impopular.

Interrogado en septiembre por radio France Inter sobre la veracidad de esas informaciones, Minc rehusó responder a esa pregunta, pero a cambio sí que se mostró dispuesto a explicar porqué piensa que es una buena idea suprimir la publicidad de la televisión pública.

“En todos los países en los que la televisión pública funciona sin publicidad, ya sea en Inglaterra o esencialmente en Alemania, en general el modelo es mejor que en los países en los que funciona con publicidad, como Italia o España”, dijo, al tiempo que arremetió contra el “oligopolio” de los operadores de telefonía móvil o de Internet que “fijan los precios como quieren” y luego denuncian como “indecente” que se les cobre “unos centenares de millones de euros para sufragar un proyecto cultural”.

Esta fórmula, además de imponer una tasa a los ingresos publicitarios de las cadenas privadas, figura en las recomendaciones de la comisión, presidida por el ex ministro Jean-François Copé e integrada por 28 parlamentarios y profesionales, a la que Sarkozy encargó a principios de año que hiciese propuestas de financiación de la televisión pública alternativas a la publicidad.

“¡Sed lo más imaginativos posibles!” para “inventar la televisión del servicio público del siglo XXI” y convertirla en “un ejemplo para el mundo”, instó Sarkozy a los integrantes de la llamada “Comisión para la nueva televisión pública” el 19 de febrero pasado, día en que quedó oficialmente constituida con un acto oficial en el palacio del Elíseo.

Respecto al tema principal de su reflexión, cómo eliminar toda publicidad de los canales y radios públicas, Sarkozy dio a elegir entonces entre “dos opciones”: la supresión total a partir del 1 de enero de 2009, y la de “vislumbrar esta supresión de manera progresiva, empezando en 2009” a partir de la franja horaria “de las 20 horas”, cuando empieza el telediario de la noche.

“Consciente” de que la reforma del audiovisual público será una “de las más importantes” que llevará a cabo durante su quinquenio, iniciado en mayo de 2007, el presidente francés garantizó que no privatizará ningún canal, aunque sí se potenciará su complementariedad para “superar mejor el reto de la revolución digital” y poder hacerlo “sin la tiranía de la audiencia cotidiana”.

La perennidad del grupo fue una de las principales exigencias que días antes, el 13 de febrero, había movilizado masivamente al grito de “Sarkolocura no, francofonía sí” a los trabajadores de France Télévisions, Radio France, RFI y TV5 Monde, en una jornada de huelga nacional sin precedentes desde 1974, cuando se desmanteló por ley la Oficina de Radiodifusión Televisión Francesa (ORTF) que reunía a todas las cadenas y radios públicas.

Esa inquietud se plasmó casi cuatro meses después en el “Llamamiento del 2 de junio para que viva la televisión”, lanzado por más de 40 organizaciones y sindicatos del sector audiovisual para pedir “responsabilidad” a los parlamentarios que tendrán que votar este otoño el proyecto de ley de reforma del audiovisual público (http://www.appeldu2juin.com).

El 15 de septiembre, un mes antes de la fecha prevista para la presentación del proyecto de ley, un millar de profesionales del audiovisual (productores, autores, actores y técnicos) se reunieron en el teatro Châtelet de París para pedir a sus señorías que apoyaran “la creación, la innovación y la información”, que garantizaran “la independencia y pluralismo de los medios”, así como “la financiación del servicio público de televisión”.

La factura global de la planeada supresión de la publicidad sólo en el grupo France Télévisions se estima en unos 1.200 millones de euros, pues además de perder el 30% de sus ingresos tendrá que rellenar con producción propia el espacio de tres horas que los anunciantes dejarán vacantes.

En su informe final, remitido a Sarkozy el pasado 25 de junio y que debe servir de base a la futura ley, la Comisión Copé recomendó la combinación de tres fuentes de ingresos para compensar los 450 millones de euros que necesitará France Télévisions debido a la supresión parcial de la publicidad en 2009, y los 650 millones que serán necesarios a partir de enero de 2012 con la eliminación total de los anuncios en la pequeña pantalla (http://www.matelepublique.fr). Esas tres fuentes son:

  1. El aumento del impuesto audiovisual según la inflación, lo que en 2009 supondría unos 2,32 euros más sobre los 116 que se paga actualmente, y ésta tasa se ampliaría
    a aquellos que usan el ordenador para ver la televisión. El fruto de estas dos medidas supondría 110 millones de euros anuales.
  2. Un gravamen a los ingresos publicitarios de las cadenas privadas, que serían compensadas con una reglamentación más flexible sobre las normas publicitarias.
  3. Una cantidad que proporcionarían las empresas de telecomunicaciones y de electrónica.

Pero el mismo día que recibió el informe, Sarkozy no dudó en obviar la primera sugerencia y optar por las dos segundas.

Así, el 0,9% de la facturación de los operadores de telefonía fija y móvil y de proveedores de acceso a Internet se destinará al sector audiovisual público, explicó el jefe de Estado tras recibir el informe de la comisión mixta que durante cuatro meses estudió el futuro de esos medios sin publicidad.

También se impondrá un gravamen del 3% sobre los ingresos publicitarios de “todas las cadenas” de televisión privadas, agregó Sarkozy, que calculó que supondrá unos 80 millones de euros.

La publicidad desaparecerá en la televisión pública después de las 20:00 horas y hasta las 06:00 locales desde el 1 de enero de 2009 (nueve meses antes de lo recomendado por la comisión), y totalmente a partir del 1 de diciembre de 2011, explicó Sarkozy, al señalar que ese plazo dará tiempo a las cadenas para adaptarse al nuevo régimen.

Sarkozy excluyó que el presupuesto del Estado contribuya con recursos, en nombre del problema del déficit público de Francia, pero sí confirmó la atribución al ente público France Télévisions de una dotación de capital de 150 millones de euros.

Un Gobierno que dota a un ente público con ese monto “no prepara” su privatización, dijo el presidente para “acabar” con los rumores de que pretende privatizar la televisión pública, al tiempo en que calificó de “histórica” su reforma.

El jefe de Estado, por otra parte, manifestó su deseo de que en el futuro el presidente de France Télévisions sea nombrado por el Ejecutivo, tras recabar la opinión del Consejo Superior del Audiovisual y siempre y cuando una “mayoría cualificada” del Parlamento no se oponga.

Se prevé que todas estas medidas estén incluidas en el proyecto de ley que será presentado al Parlamento este otoño y en el que algunos creen ver un intento de Sarkozy de “berlusconizar” la televisión francesa pero desde el Estado.

Conclusión:
¿Podría exportarse el modelo France Monde a España? En España, el Canal Internacional es “la gran asignatura pendiente” del ente público español Radio Televisión Española (RTVE). “Una nueva señal del Canal Internacional… será presentada a finales de octubre en la Cumbre Iberoamericana, en San Salvador”, anunció el presidente de la Corporación RTVE, Luis Fernández, a mediados de septiembre en un acto público en Madrid.

Otras de las grandes apuestas de RTVE es el Canal 24 horas, de información continua y proyección internacional, el Canal Cultura, su recientemente estrenado portal en Internet, y una nueva sede, que es “un objetivo estratégico, que debe desarrollar la ingente tarea de modernización de sus estructuras, un replanteamiento global de su equipamiento tecnológico”, añadió Fernández en la misma comparecencia pública.

Vaticinó que viene “un gran shock derivado de la segunda gran ola o conmoción digital”, por lo que consideró que hay que “replantear la manera en la que concebimos, encargamos, producimos, empaquetamos y distribuimos nuestros contenidos”.

“RTVE es la televisión pública más barata de España y de Europa, la que menos cuesta a sus ciudadanos”. Así de rotundo es Fernández al hablar de financiación de RTVE: “Sí, de la Europa en la que nos miramos. A cada alemán, la televisión pública le cuesta 88 euros al año; a los británicos, la BBC, más de 85 euros. A cada francés, 28 euros; y a cada español, 13 euros. Pero RTVE es también la cadena pública más barata de toda España: las autonómicas cuestan bastante más euros por habitante que los 13 euros de RTVE”.

Y crisis obliga, los presupuestos de RTVE para 2009 se ajustan el cinturón. Su Consejo de Administración aprobó el 1 de octubre una partida de 1.097 millones de euros, lo que supone un ahorro de gastos de casi 99 millones de euros (un 8,3%) con respecto al año anterior, según un comunicado emitido por la Corporación.

En 2009, el Estado aportará 555 millones de euros y por ingresos comerciales se prevén 520 millones de euros. Todo ello, sumado a los 22 millones que se obtendrán por otros ingresos (fundamentalmente financieros y otros ingresos de gestión), eleva la cifra final a 1.097 millones.

La partida de ingresos comerciales, indica el comunicado, sufre también una disminución, de unos 77 millones de euros, ya que RTVE reduce un minuto más la publicidad por hora de emisión: en 2008 se pasó de 12 minutos a 11; en 2009 serán 10 y en 2010, nueve.

Precisamente, la financiación es un asunto que Fernández no quiere eludir y por ello ofreció su “mano tendida” para abrir “un debate con seriedad, rigor, claridad y honestidad”.

“Nicolas Sarkozy quiere inventar ‘la televisión de servicio público del siglo XXI’, basada en un modelo que elimina la publicidad de todos los canales públicos. Este anuncio tiene el mérito de la claridad”, en opinión de Fernández, para quien “el conjunto del sector audiovisual debe reflexionar serenamente sobre el servicio público de radiotelevisión y sobre nuestro audiovisual”.

¿Podría exportarse el modelo France Monde a España? En el artículo 3 del Título I de la Ley 17/2006, de 5 de junio, de la radio y la televisión de titularidad estatal, por la que se crea la Corporación RTVE como “sociedad mercantil estatal dotada de especial autonomía, sujeta en lo esencial a la legislación reguladora de las sociedades anónimas y cuyo capital social será íntegramente estatal”, se encomienda al servicio público de radio y televisión “editar y difundir canales radiofónicos y de televisión de cobertura internacional que coadyuven a la proyección hacia el exterior de las lenguas y culturas españolas y a la adecuada atención de los ciudadanos españoles residentes o desplazados en el extranjero”, así como “impulsar el intercambio de información y de conocimiento mutuo entre los ciudadanos de los Estados miembros de la Unión
Europea como espacio común de convivencia”.

Además del Canal Internacional de RTVE, cuya nueva singladura será presentada con toda solemnidad en la próxima Cumbre Iberoamericana, la Corporación cuenta con dos potentes medios para proyectar la visión de España en el extranjero: el Canal 24 horas y Radio Exterior de España.

El Canal 24 horas “es el vehículo de información inmediata más importante para millones de hispanohablantes en Europa y América, y presta especial atención a los acontecimientos de la comunidad iberoamericana”, según se publicita en www.rtve.es. Se puede ver gratuitamente por TDT y por Internet en la
página web de RTVE, por los satélites Hispasat 1B en América y Eutelsat en Europa y en el dial 71 de Digital+.

Radio Exterior de España “es un medio de radiodifusión dependiente de RNE que tiene encomendada la transmisión en Onda Corta, satélites e Internet de programas para los españoles que se encuentran fuera y para los extranjeros interesados por España”. A sus oyentes en otras lenguas (inglés, francés, árabe, ruso y sefardí), REE les informa sobre la actualidad de España y los acontecimientos internacionales y les ofrece una visión general de la vida y la cultura españolas.

Con todos esos medios, según el responsable de Relaciones Internacionales de la Agencia Efe, Juan María Calvo, “sólo falta aplicar recursos y, sobre todo, voluntades para potenciar el uso de medios públicos de comunicación españoles. Si España quiere jugar un papel más destacado en el mundo y luchar por ejercer un cierto liderazgo internacional, acorde con su peso económico, debe aplicar más atención a las instituciones y organismos que pueden dar realce a su acción exterior” (Juan María Calvo, “Una herramienta infrautilizada: los medios de comunicación estatales con proyección exterior”, ARI nº 47/2006, Real Instituto Elcano).

Las FARC después de Marulanda: ¿extinción estratégica o transformación organizativa?

Por Román D. Ortiz, Fundación Ideas para la Paz (REAL INSTITUTO ELCANO, 29/10/08):

Tema: Los golpes recibidos por las FARC la colocan en una profunda crisis estratégica. Sobre esta base, el futuro del grupo terrorista podría orientarse en tres direcciones: (1) la búsqueda de una salida negociada con el gobierno colombiano; (2) un paulatino proceso de desintegración que podría terminar en el colapso de la organización; y (3) una transformación estratégica de la guerrilla hacia el terrorismo urbano.

Resumen: El año 2008 pasará a la historia de las FARC como un Annus Horribilis en el que no sólo perdieron tres miembros de la cúpula de la organización –Raúl Reyes, Iván Ríos y Manuel Marulanda– sino también vieron como la Fuerza Pública rescataba un grupo de secuestrados que representaba uno de los activos de mayor valor político y estratégico en sus manos. Todo ellos mientras el número de miembros de la organización que abandonaban la guerrilla y se unían al programa de desmovilización del Gobierno continuaba creciendo. Pese a estos golpes, parece difícil que el nuevo liderazgo encabezado por Alfonso Cano opte por una salida negociada. Por el contrario, la guerrilla parece apostar por un cambio en su estrategia con dos rasgos básicos. De un lado, está renunciado a combatir abiertamente a la Fuerza Pública en el campo y parece apostar por convertir sus estructuras rurales en redes criminales orientadas a recolectar fondos destinados a sostener al grupo. Del otro, apuesta por incrementar su actividad en las zonas urbanas a través de ataques terroristas que hagan perder credibilidad pública al Estado y demuestren que se mantiene activa pese a los golpes recibidos.

Análisis: En noviembre de 2008 se cumplirá una década de la toma de la localidad de Mitú, capital del departamento de Vaupes, por un millar de guerrilleros de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia). Concebida como una demostración de fuerza, la operación marcó su mayor poder. Entonces, la guerrilla liderada por Manuel Marulanda, “Tirofijo”, tenía más de 11.000 combatientes agrupados en 70 frentes apoyados en una sólida infraestructura logística como resultaba evidente a la vista de los relucientes uniformes y el sofisticado arsenal de sus militantes. Diez años después, nada parece más lejano del actual estado de las FARC que esa imagen victoriosa. Según las fuentes, los efectivos de la organización se han reducido a unos 7.000 hombres, obligados a replegarse a las áreas más remotas del país. Simultáneamente, la situación logística de la organización se ha deteriorado, como demuestran los desertores que describen la escasez de alimentos y armas. En este contexto, aunque la organización mantiene nominalmente unas 70 estructuras, sólo una decena confronta a la Fuerza Pública, mientras la gran mayoría elude el combate y algunas sólo existen sobre el papel. Este agudo declive estratégico ha colocado el futuro de las FARC entre interrogantes, generando expectativas de que la guerrilla se vea obligada a buscar una negociación con el Gobierno o sencillamente se desmorone internamente. Pero, ¿cuán cerca está la derrota estratégica de guerrilla y la pacificación definitiva del país?


El declive estratégico de la guerrilla

El factor clave que ha hundido a las FARC en una crisis estratégica sin precedentes ha sido la dislocación de su estructura de mando. Bajo la presión de la campaña de seguridad de la administración Uribe, la guerrilla se vio obligada a operar de forma dispersa para hacer que sus unidades fuesen más difíciles de localizar. Esta dilución de su estructura militar incrementó las dificultades de la dirección para mantener el control efectivo de sus fuerzas. La capacidad de la Fuerza Pública colombiana para interceptar las comunicaciones electrónicas de la guerrilla hizo imposible que el liderazgo del grupo pudiese mantener un flujo de órdenes estable sobre las unidades a su mando. La organización tuvo que recurrir al envío por radio de correos electrónicos cifrados como único medio de conservar la seguridad de sus comunicaciones. Pero incluso con este tipo de procedimientos, la seguridad de los enlaces vía radio de la guerrilla se hizo cada vez más débil. Como alternativa, la utilización de correos humanos para trasladar órdenes no sólo resultó una opción muy lenta, sino que tampoco resolvió el problema de la fiabilidad. La capacidad de las fuerzas militares y policiales para recolectar información de fuentes humanas –reclutando guerrilleros decididos a desertar o infiltrando agentes en sus filas– hizo que abundantes mensajes de los comandantes de las FARC terminaran en manos de los analistas de inteligencia.

La muerte de tres miembros del Secretariado de las FARC en unos pocos meses asestó un golpe decisivo a su estructura de mando. La baja de Raúl Reyes durante un ataque contra su campamento en territorio ecuatoriano, el 1 de marzo pasado, seguido por la caída de Iván Ríos a manos de su jefe de seguridad una semana después y la desaparición del fundador Manuel Marulanda, aparentemente por enfermedad a finales del mismo mes, dejó fuera de combate a tres de los siete miembros de la cúpula. El grupo encontró rápido reemplazo a estas bajas con el ascenso de Alfonso Cano a la cabeza de la guerrilla, mientras el Secretariado incorporaba como nuevos miembros a Joaquín Gómez, Pablo Catatumbo y Mauricio Jaramillo “El Médico”. Un cambio tan amplio en un liderazgo que había permanecido estable durante largo tiempo dislocó los procedimientos de toma de decisiones de la organización. El resultado ha sido una parálisis aún mayor de las actividades de las FARC y dificultades crecientes para elaborar una nueva estrategia político-militar que permita a la organización responder a la campaña de seguridad del Gobierno.

La mejor muestra del deterioro de la estructura de mando y control de las FARC fue el éxito de la Operación Jaque a principios de julio, que permitió a la Fuerza Pública liberar a 15 rehenes, entre ellos la ex-candidata presidencial Ingrid Betancur, tres contratistas de seguridad estadounidenses y varios soldados y policías. Concebida dentro del concepto de “operaciones de información”, la acción estuvo dirigida a manipular la percepción del Frente 1° de las FARC responsable de custodiar a los secuestrados hasta convencerlo de que la dirección de la organización había ordenado su traslado y empujarle a entregar a los cautivos a una supuesta misión humanitaria, en realidad integrada por militares colombianos. El engaño privó a la guerrilla de un grupo de rehenes clave para su estrategia internacional, dado que las FARC habían aprovechado la relevancia mundial de los cautivos para agigantar su talla en el exterior y presentarse a gobiernos en América Latina y Europa como un interlocutor que debía ser tomado en cuenta. Pero además, la Operación Jaque demostró como la cadena de mando y las comunicaciones de la guerrilla habían sido vulneradas hasta permitir que la inteligencia colombiana manipulase el entorno informativo de una fracción de la guerrilla para empujarla a entregar voluntariamente al grupo de secuestrados políticamente más valiosos en manos de la organización.Una percepción de creciente destintegración que se agudizó después de que el congresista Oscar Lizcano secuestrado por las FARC durante ocho años pudiese escapar de sus captores a finales de octubre gracias a la ayuda de un mando de la guerrilla que escogió acompañarle en su fuga y entregarse a la Fuerza Pública.

El otro gran golpe contra la estrategia internacional de las FARC fue el hallazgo de dos ordenadores de Raúl Reyes. La información allí contenida revelo los contactos de la organización con los Gobiernos de Venezuela y Ecuador. Los documentos evidenciaron como Quito ofreció a la guerrilla apoyo político y garantías de seguridad en su territorio mientras Caracas iba aún más lejos suministrando armas y fondos a un grupo incluido en las listas de bandas terroristas de EEUU y la UE. Al mismo tiempo, los ordenadores de Reyes pusieron al descubierto las redes de colaboradores de las FARC en América Latina, EEUU y Europa. El resultado fue una quiebra generalizada de sus puntos de apoyo internacionales. Por un lado, los Gobiernos de Ecuador y Venezuela se vieron obligados a poner distancia, al menos temporalmente, con la guerrilla colombiana. Por el otro, los colaboradores de las FARC, de Costa Rica a España y de Chile a EEUU, fueron descubiertos y, en algunos casos, arrestados.

A medida que se acerca el fin de 2008, las FARC parecen tener síntomas cada vez más claros de encontrarse acorraladas. Dificultades logísticas, bajos niveles de operatividad y aislamiento político parecen los términos de una ecuación que coloca a la guerrilla en una posición de aguda crisis estratégica. Sin embargo, por paradójico que parezca, este giro del balance estratégico del conflicto colombiano no parece haber incrementado la voluntad del grupo armado para buscar una salida negociada, ni permite anunciar un rápido final de la violencia. Más bien, el debilitamiento de las FARC ha venido acompañado de una paulatina transformación de la organización, que ha perdido una parte sustancial de su peso militar; pero parece haber escogido una fórmula estratégica que le permitiría sobrevivir en el largo plazo y conservar suficiente capacidad operativa como para desestabilizar la vida política colombiana a través del uso sistemático del terrorismo. Dicho de otra forma, las FARC han sufrido un descalabro político-militar decisivo, pero prometen mantenerse como un desafío relevante para el Estado colombiano en el futuro próximo.

Para entender la resistencia de las FARC a abrir un proceso de negociación con el Gobierno, resulta imprescindible considerar su actual posición estratégica y el juego de poder desatado en su interior tras el reemplazo de Manuel Marulanda por el más sofisticado y urbano Alfonso Cano. Para empezar, los desastres militares, el crecimiento de las deserciones y el desprestigio internacional han colocado a la organización en una posición de debilidad que desincentiva al liderazgo a avanzar hacia una negociación, en tanto un movimiento de este tipo sea visto como una señal de debilidad. Más allá de la coyuntura estratégica de la organización, es necesario analizar la posición de Cano, aplastado por el legado de Marulanda. La orientación estratégica de la guerrilla está definida en el “Plan Estratégico para la Toma del Poder”, diseñado durante la VII Conferencia de las FARC en 1982 y completado en el Pleno Ampliado de la cúpula de la organización un año más tarde. Semejante documento, que trazaba la ruta para la conquista del poder según los principios de la guerra popular prolongada, ha perdido toda conexión con la realidad. Sin embargo, diseñar un nuevo documento de direccionamiento estratégico resulta políticamente casi imposible para un líder recién llegado como Cano en la medida en que podría ser interpretado por sus oponentes internos como una traición al legado fundacional.

Más allá de estos factores circunstanciales, al menos otras dos cuestiones se mantienen como obstáculos clave para que las FARC opten por abrir una negociación. Para empezar, es necesario considerar su rechazo frontal a cualquier diálogo con el gobierno responsable de la Política de Defensa y Seguridad Democrática (PDSD), en la medida que la guerrilla percibe que tal negociación equivaldría a admitir que la presión militar fue efectiva para empujarles a la mesa de conversaciones. La administración Uribe planteó la actual campaña de seguridad como un esfuerzo para obligar a las FARC a aceptar unos términos de negociación razonables, pero su cúpula se ha resistido a iniciar conversaciones ante el temor de que el mero hecho de sentarse a hablar legitime la estrategia de seguridad que la ha puesto al borde del colapso. A la hora de valorar la ausencia de cualquier perspectiva de negociación con las FARC tampoco se debe pasar por alto la extrema rigidez ideológica de la organización. Semejante inflexibilidad podría haberse acrecentado con la llegada de Cano a la cabeza del movimiento. De hecho, la doctrina bolivariana asumida por las FARC como nuevo credo ideológico le debe mucho al trabajo político del nuevo líder de la organización cuando en los 80 se convirtió en uno de los discípulos predilectos del teórico máximo del grupo, Jacobo Arenas. Resulta difícil imaginar a Cano arrojando por la borda los principios ideológicos que el mismo ayudó a crear para abrir unas conversaciones con el Gobierno.

Con la salida negociada aparentemente cerrada, ¿cuál es la alternativa de las FARC? Probablemente la modernización de la violencia política, que conduciría a la organización a abandonar los sueños de tomar el poder mediante la guerra de guerrillas y la empujaría a asumir las formas organizativas y los recursos tácticos de una organización terrorista inspirada en grupos clásicos, como ETA ó IRA, hasta movimientos globalizados, como el islamismo radical. En principio, algunos cambios en el comportamiento estratégico de la organización apuntan en esta dirección. Este proceso de innovación estratégica promete acelerarse bajo el nuevo liderazgo de Cano. El nuevo líder guerrillero representa una ruptura con la esencia de las antiguas FARC, inspiradas en el accionar guerrillero durante el período de “La Violencia” (1948-1958) e integradas casi en su totalidad por militantes de origen rural. De hecho, la nueva cabeza de las FARC es de origen urbano, obtuvo un grado en sociología y ha sido uno de los principales impulsares de la internacionalización del grupo.


La transformación estratégica de la guerrilla

Las FARC parecen estar transformando de manera sustancial el papel estratégico de sus estructuras rurales. Aunque mantienen una constante actividad militar, un número creciente de sus unidades en el campo parecen cada vez menos orientadas a lanzar ataques contra la Fuerza Pública y más centradas en la recolección de recursos a través de actividades ilícitas, como el robo de ganado, la extorsión, el secuestro y, sobre todo, el narcotráfico. Los frentes rurales parecen haber abandonado parcialmente su papel militar para asumir funciones logísticas. Dentro de este esquema, las unidades en el campo parecerían destinadas a convertirse en el soporte financiero de las FARC, en tanto sus actividades criminales generarían el grueso de los recursos que sostendrían el conjunto de sus actividades político-militares.

Este cambio en las funciones de los Frentes rurales ha sido acompañado por la puesta en práctica de un nuevo concepto de control territorial. Tradicionalmente, las FARC apostaban por desafiar la presencia del Estado en una determinada zona utilizando medios militares para expulsar a la policía y al ejército, destruir las instituciones locales y afirmar su control militar del área. Sin embargo, cada vez con más frecuencia, la guerrilla parece haber renunciado a destruir físicamente la presencia estatal y prefiere apostar por desarrollar una influencia más selectiva centrada en controlar aquellos sectores de población o aquellas actividades estratégicas de su interés. En ciertas áreas del suroriente, la organización ha estimulado la creación de redes de pequeños negocios que facilitan su control sobre la población o ha empleado testaferros para apoderarse de propiedades rurales de donde ha expulsado a sus legítimos dueños. Estas formas de penetración se desarrollan sin confrontar frontalmente al Estado, sino recurriendo a una mezcla de corrupción y coerción para debilitar las instituciones y controlar a la población.

El proceso de consolidación de la seguridad en ciertas zonas se ha enfrentado a la persistencia de una forma de poder paralelo desarrollado por la guerrilla en una forma semejante a como las formaciones paramilitares mantuvieron su control sobre extensas zonas norteñas. Esta tendencia se ha hecho visible en aquellas áreas donde las FARC mantuvieron históricamente una fuerte presencia. En estas regiones, la Fuerza Pública ha creado un clima de seguridad que ha permitido avanzar en la reconstrucción de las instituciones locales. Al mismo tiempo, las estructuras clandestinas de la guerrilla continúan activas, apoyadas en el terrorismo, para mantener amedrentada a la población. La capacidad de estas redes para condicionar la vida local o realizar actividades criminales, como el secuestro o el narcotráfico, es muy reducida en comparación con los tiempos en que las FARC mantenían un control militar. Al mismo tiempo, este tipo de presencia guerrillera es menos vulnerable a la estrategia tradicional de la Fuerza Pública orientada a destruir las unidades de combate de la guerrilla. El desmantelamiento definitivo de la amenaza de las FARC en esas zonas sólo será posible a través de un prolongado esfuerzo de inteligencia destinado a identificar y desmantelar sus estructuras clandestinas.

Entretanto, la organización parece haber girado una parte relevante de su esfuerzo armado hacia las ciudades. Durante los pasados meses, las FARC han incrementado sus acciones en Bogotá, Cali, Neiva y otras ciudades. En Bogotá, la gran mayoría de la veintena de ataques de los últimos dos meses se han orientado hacia la destrucción de blancos civiles con escasa protección. Un número de artefactos explosivos se han colocado en las calles o han servido para destruir autobuses de servicio público para generar un sentimiento de inseguridad. Otros ataques se han dirigido contra locales comerciales o sedes de compañías en lo que parece parte de una campaña para forzar el pago de extorsiones. En cualquier caso, semejante cadena de acciones ha puesto de relieve dos hechos clave. Por un lado, la construcción por las FARC de una infraestructura permanente en la capital para ejecutar acciones continuas. Del otro, la mejora de sus capacidades operativas hasta el punto de que han podido coordinar ataques simultáneos.

Se han incrementado las señales de un creciente esfuerzo de la guerrilla para ganar influencia en las universidades. A principios del pasado septiembre, un vídeo mostró a un grupo de encapuchados lanzando consignas de extrema izquierda a los estudiantes de la Universidad Distrital, una institución educativa en el centro de Bogotá. Más allá del consiguiente escándalo político, el incidente demostró que al menos parcialmente la guerrilla había tenido éxito construyendo algún nivel simpatía hacia sus planteamientos en ciertos sectores estudiantiles. El crecimiento de la influencia política de las FARC entre los estudiantes y otros sectores sociales fue uno de los factores que empujó a la organización a crear el Movimiento Bolivariano para la Nueva Colombia (MBNC), en 2000, como una estructura destinada a estimular movilizaciones sociales acordes con sus intereses. Una tarea entonces encomendada a Alfonso Cano. El incidente de la Universidad Distrital demostró el trabajo del MBNC y su rama juvenil, las Juventudes Bolivarianas, para conquistar adeptos en los centros de enseñanza superior. A mediados de 2008 se calculaba que había presencia del grupo armado en una veintena de universidades en cerca de una docena y media de ciudades.

El crecimiento de la presencia de la guerrilla en las universidades amenaza con convertirse en un desafío político y estratégico clave. La penetración entre sectores estudiantiles podría resolver las dos barreras principales que han frenado a la guerrilla en sus intentos de proyectarse hacia las ciudades. Para empezar, incluso teniendo en cuenta que la influencia de las FARC se limitada a sectores muy reducidos del estudiantado, la captación de esta exigua minoría puede ser suficiente para conseguir el pequeño número de militantes con perfiles urbanos y una fuerte ideologización necesarios para alimentar sus comandos urbanos. La posibilidad de que la guerrilla consolide su presencia en algunos centros de educación superior amenaza con crear “santuarios” de las FARC en el centro de algunas ciudades. Como en la mayoría de los países democráticos, la capacidad del Estado para intervenir en las universidades está restringida por ciertos factores políticos. Las universidades colombianas tienen una profunda tradición de autonomía que estimula un rechazo generalizado de docentes y estudiantes a la presencia de agentes de seguridad en los recintos educativos. Al mismo tiempo, al menos un sector de la comunidad universitaria vería como un atentado contra la libertad de pensamiento cualquier medida legal contra los sectores radicales que promueven el mensaje político de la guerrilla. Como consecuencia, una acción del Gobierno en este sentido terminaría provocando una radicalización del clima político que paradójicamente favorecería a la guerrilla. En consecuencia, las posibilidades del Estado para frenar la infiltración de la guerrilla en los centros universitarios son limitadas y están cuajadas de delicados dilemas políticos.

Finalmente, pese a que la información de los ordenadores incautados durante el ataque contra el campamento de Reyes permitió poner al descubierto la amplitud de las redes internacionales de las FARC, parece probable que la organización pueda reconstruir parte de estas estructuras en un plazo relativamente corto. De hecho, esta parece ser la tarea asumida por Ivan Márquez como miembro del secretariado de la organización que ha asumido la dirección de las actividades internacionales. Su esfuerzo se puede ver facilitado por el hecho de que el descubrimiento de las conexiones exteriores de la organización terrorista no ha traído grandes consecuencias para los individuos y gobiernos implicados. Caracas y Quito han salido indemnes pese a las pruebas que demostraban sus estrechos lazos con las FARC. En el caso de Venezuela, el descubrimiento de la provisión de fondos y armas a la guerrilla colombiana no ha tenido mayores consecuencias para la posición internacional del país. Desde luego, Rodríguez Chacín, como uno de los máximos artífices de la política de acercamiento a las FARC, renunció al Ministerio del Interior. Asimismo, tanto él como otros funcionarios civiles y militares venezolanos vieron sus bienes en EEUU congelados. Pero si se toma en consideración la gravedad de las evidencias contra Caracas, se puede afirmar que el Gobierno de Chávez salió prácticamente ileso del caso, como demuestra el que haya podido continuar vendiendo petróleo y comprando armas sin mayores dificultades.

Probablemente, la falta de consecuencias para Venezuela de que se descubriesen sus contactos con las FARC explica que las señales de simpatía hacia la organización hayan continuando repitiéndose en la región sin mayores problemas. Nicaragua no tuvo mayores inconvenientes en otorgar asilo político a dos guerrilleras de las FARC el pasado junio. Una decisión seguida tres meses después por la inauguración de una plaza pública en honor de Manuel Marulanda en el centro de Caracas. Semejante clima induce a pensar que Márquez podría no tener mayores dificultades en restablecer parte de los contactos exteriores del grupo. Entretanto, la llegada de una nueva administración norteamericana muy probablemente significará un giro sustancial de la política de Washington hacia Bogotá, lo que probablemente se traducirá en un debilitamiento de la posición internacional de Colombia. De este modo, la guerrilla podría esperar en el futuro próximo un giro del escenario internacional favorable a sus intereses.

Conclusiones

Una organización debilitada; pero no quebrada

Visto desde esta perspectiva, las FARC bajo Alfonso Cano podrían responder a la cadena de golpes sufridos a lo largo del año con una estrategia que combine una intensificación del activismo político y una escalada de acciones terroristas en las grandes ciudades para desestabilizar el escenario político colombiano. Dentro de este esquema, la guerrilla puede transformarse en una organización más pequeña, con menos recursos y una capacidad militar limitada. Un grupo muy distinto de aquel que asestó los grandes golpes militares de fines de los años 90. Sin embargo, las FARC intentarían compensar estas debilidades con un esfuerzo por manipular a su favor las protestas de ciertos sectores sociales y realizar acciones armadas selectivas para conmocionar a la opinión pública. Al mismo tiempo, la guerrilla redoblará sus esfuerzos para recuperar contactos internacionales con vistas a consolidar el apoyo de gobiernos radicales de la región y ampliar su proyección internacional fuera del continente. La nueva cúpula de la guerrilla trataría de ganar peso político al mismo tiempo que deteriora el clima político interno y hunde la credibilidad del Estado. Sin duda, el grupo armado tiene pocas posibilidades de llevar a cabo estos planes y alterar el curso de una guerra que claramente está perdiendo. Pero el mero hecho de que impulse semejante estrategia significa que las FARC están determinadas a continuar desestabilizando las instituciones democráticas colombianas en el futuro próximo.

Estado de excepción económico

Por Ulrich Beck, sociólogo y profesor de la Universidad de Múnich y de la London School of Economics. Traducción de M. Sampons (EL PAÍS, 29/10/08):

De la noche a la mañana, el principio misionero de Occidente, el mercado libre, que ha justificado la aversión hacia el comunismo y la distancia filosófica respecto del actual sistema chino, se ha convertido en una ficción. Los banqueros (bankstersen el imaginario popular) reclaman con el fanatismo del converso la estatalización de sus pérdidas. ¿Está empezando a aplicarse la fórmula china de dirigismo estatal de la economía de mercado, hasta ahora tan demonizada y temida en los centros anglosajones regidos por el “todo vale”? ¿Cómo se explica el potencial destructivo de los riesgos financieros globales?

Hay una respuesta a esta última pregunta basada en una distinción fundamental: riesgo no significa catástrofe, sino su anticipación en el presente. En relación con los riesgos globales, la anticipación de un estado de excepción será gestionada sin fronteras. Este estado de excepción ya no rige en el ámbito nacional, sino en el ámbito cosmopolita; lleva además a la destrucción de edificios intelectuales supuestamente eternos, y crea nuevos lazos comunes.

Aquí hay que distinguir entre dos variantes que tienen un sentido clave para entender la teoría política de la sociedad del riesgo mundial. Por un lado, las catástrofes cuyos efectos secundarios no son intencionados (cambio climático, crisis financiera mundial). Por otro, las catástrofes intencionadas, las que defiende el terrorismo suicida, operativo a nivel transnacional. Podríamos decir que Carl Schmitt fue el primero en reflexionar sobre el potencial político que posee el estado de excepción cuando éste es inducido por los riesgos globales. Sin embargo, en su teoría sobre la soberanía Schmitt vincula el estado de excepción exclusivamente al Estado nacional. Pero el signo distintivo más destacado de los riesgos globales (economía mundial, cambio climático, terrorismo) quizá sea que, al disolver las fronteras, el estado de excepción sustituye la delimitación propia del Estado nación.

Las fronteras del estado de excepción se disuelven al iniciarse un nuevo capítulo de la política interior mundial. Esto podemos apreciarlo en la carrera que ahora están disputando los Gobiernos por ofrecer el mejor plan de salvación mundial, a cuyo vencedor le espera la resurrección política a la manera del fénix renacido de sus cenizas (tomemos el ejemplo del primer ministro británico Gordon Brown) tanto en el ámbito nacional como internacional.

Se inicia en las aparentemente sólidas reglas de la política internacional un juego de fuerzas cambiante, asentado en algún lugar a medio camino entre la política de casino y la ruleta rusa, y en el que las competencias y las fronteras serán gestionadas de otro modo. Y no sólo aquellas que separan las esferas nacionales de las internacionales, sino también aquellas que separan la economía global de las de los Estados, así como también las de las potencias económicas emergentes como China, Suramérica y la India, por un lado, y Estados Unidos y la Unión Europea, por el otro.

Ningún jugador o adversario puede ganar en solitario, ya que todo depende de las alianzas. De la misma manera que un Gobierno no puede combatir él solo ni el terrorismo global ni el cambio climático, tampoco puede arreglárselas él solo con las consecuencias de la catástrofe financiera que nos amenaza. Y al revés, el político de ámbito nacional (por ejemplo Glos, el ministro de Economía alemán) que busca una explicación al colapso económico que nos amenaza dentro del perímetro vallado de la nación, actúa como un borracho que en una noche oscura pretende encontrar su billetera perdida con la luz de una farola. A la pregunta de si realmente ha perdido su billetera en aquel lugar, él responde que no, pero que al menos puede buscarla con la luz de la farola.

El estado de excepción ha disuelto sus fronteras espaciales porque las consecuencias que acarrean los riesgos financieros en el mundo interdependiente de hoy se han hecho imposibles de calcular y tampoco pueden compensarse. El espacio de seguridad del Estado nación de la primera modernidad no excluía los perjuicios. Pero éstos eran compensados, ya que sus efectos destructivos podían anularse con dinero, y otros medios. Ahora bien, una vez que se ha quebrado el sistema financiero mundial, que el clima ha cambiado irremisiblemente y que grupos terroristas poseen armas de destrucción masiva, ya es demasiado tarde. Ante este salto cualitativo en la amenaza a la humanidad, la lógica de la compensación pierde su validez y es sustituida (como lo argumenta François Ewald) por el principio de la previsión mediante la prevención.

La imposibilidad de calcular los riesgos financieros es producto de una destacada incapacidad de conocer. Pero al mismo tiempo, el conocimiento, el control y la seguridad que el Estado reclama tienen que ser renovados, profundizados y ampliados. De ahí que sea una ironía (para decirlo suavemente) que se controle algo que nadie puede saber qué es y cómo se desarrolla, o qué efectos realmente manifestará la terapia millonaria que ha recetado la política ante el vértigo de los ceros. ¿Pero por qué allí donde fracasa una economía equilibrada el Estado tiene que convertirse en decisivo, como es el caso? Hay una respuesta concluyente de tipo sociológico: porque la promesa de seguridad es el primado del Estado moderno, que con la ignorancia no es neutralizado, sino al contrario, activado.

La disolución de las fronteras temporales del estado de excepción se define también por la imposibilidad de calcular su peligro. Todos tenemos la esperanza de que con la reacción en cadena que podemos apreciar ahora, la espiral haya tocado fondo… si es que no sigue empeorando. Visto así, los créditos tóxicos del sistema financiero mundial causan un efecto parecido al del peligro de avalancha cuando nieva sin cesar: sabemos que existe el peligro, pero no sabemos exactamente cuándo y dónde se producirá el hundimiento.

El peligro percibido que amenaza con precipitarnos a todos en el abismo genera a la vez una dinámica de aceleración del efecto neutralizador y, con ello, una presión por llegar al consenso que puede cortocircuitar el abismo entre el consenso obligado y la toma de decisiones políticas. Con la consecuencia de que lo que es del todo impensable en el espacio político nacional se hará realizable justamente en el de la política interior mundial. A pesar de que los intereses de todos los Estados chocan dramáticamente como es sabido, pueden aplicarse buenas decisiones político-financieras bajo el dictado de una especie de urgencia por crear un gran impacto. ¿Por qué? Precisamente por la anticipación de la catástrofe en el presente, eso es, mediante la globalidad de la percepción del riesgo, alimentada e ilustrada por los medios de comunicación de masas. El poder histórico de la percepción de los peligros globales se paga, sin embargo, a un precio elevado, ya que actúa a corto plazo. Puesto que todo depende de su percepción mediática, la fuerza legitimadora de la acción política mundial ante los peligros globales sólo alcanza hasta allí donde los medios de comunicación fijan su atención.

Lo que supone un choque antropológico para los nativos de la sociedad del riesgo mundial no es ya la indigencia metafísica de un Beckett, ni la ausencia de Godot, ni la horrible visión de la vigilancia de un Foucault, ni tampoco el mudo despotismo de la racionalidad que alarmaba a Max Weber. Lo que angustia al ser humano contemporáneo es el presentimiento de que el tejido de nuestras necesidades materiales y nuestras obligaciones morales pueda rasgarse y de que se hunda el sensible sistema operativo de la sociedad del riesgo mundial. Así que todo está dentro de nuestra cabeza. Lo que para Weber, Adorno y Foucault era el horror (la racionalidad perfecta controlando el mundo administrado) es una promesa para las víctimas potenciales de los riesgos financieros (en realidad, todo el mundo). Ojalá que la racionalidad controladora pudiera realmente controlar.

¿Qué hay de bueno en lo peor? Que por su propio bien el egoísmo del Estado nación tiene que abrirse al espacio cosmopolita. Pero ésta es una de las muchas posibilidades que supone el estudio de la anticipación de catástrofes paradigmáticas. Otra posibilidad es que éstas no ocurran.

Huracán Mitch, diez años después

Por Juan Manuel Suárez del Toro Rivero, presidente de Cruz Roja Española y de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (EL PAÍS, 29/10/08):

En estos días se cumplen diez años del paso del huracán Mitch. Durante tres semanas el Mitch asoló Honduras, Nicaragua, El Salvador y Guatemala, dejando atrás al menos 10.000 muertos, más de un millón y medio de damnificados, y daños económicos incalculables. Se estima que a raíz del paso de este huracán, el PIB de los países afectados se redujo un 40%, restando 20 años a su nivel de desarrollo.

Alguien puede preguntarse por qué recordar ahora lo que ocurrió hace diez años. Hay miles de razones para no olvidar aquella tragedia, pero sin duda, tenemos una que considero especialmente importante: la de dar las gracias a la sociedad española por su generosidad y su solidaridad con la gente que sufrió las consecuencias del Mitch.

Hoy queremos decirles a todos aquellos que confiaron en nosotros que la ayuda no cayó en saco roto. Cruz Roja Española, junto con otras muchas organizaciones, respondió inmediatamente al Mitch enviando ayuda humanitaria, suministros y equipos de socorro para atender a las necesidades inmediatas de las poblaciones afectadas. Pero no sólo eso, gracias a la generosidad de los españoles, hemos podido ir más allá de cubrir las necesidades más urgentes y durante diez años hemos desarrollado más de 500 proyectos integrales de desarrollo que han permitido mejorar las condiciones de vida de un millón y medio de personas.

El objetivo de nuestra operación ha sido lograr que las personas vulnerables fueran las protagonistas de su propio desarrollo, atendiendo primero las necesidades más inmediatas y fortaleciendo después a las comunidades, impulsando los procesos de desarrollo económico y social. Se han construido más de 2.500 casas, 119 escuelas, más de 30 centros de salud y centros comunitarios. Además, se ha preparado a las comunidades para afrontar nuevos retos.

Muchas veces, la respuesta a una emergencia se queda corta, atendiendo sólo a los efectos más evidentes, sin responder o atacar a las raíces que provocan situaciones de riesgo o vulnerabilidad de las personas ante un desastre. La respuesta humanitaria sigue siendo la columna vertebral de actuación de las ONGs, pero lo más importante es “estar listos para el desastre” y preparar a las poblaciones para reaccionar ante futuras catástrofes.

Durante mucho tiempo, las organizaciones humanitarias como la Cruz Roja Española han reconocido la importancia de invertir en la preparación para desastres. Hay que enfocar los esfuerzos en la gestión de los riesgos. Es necesario vincular la respuesta a desastres con las estrategias de desarrollo humano. Formar a las comunidades permite que se puedan organizar, se comprometan con su entorno y sean responsables de su seguridad.

Nuestra responsabilidad, y la de organizaciones como la nuestra, consiste en dotar a los sectores más vulnerables de la población de los medios necesarios para hacerlos más fuertes y capaces de afrontar las situaciones que amenazan sus vidas, su sustento y su dignidad.

En Centroamérica y gracias a los esfuerzos realizados tras el huracán Mitch, miles de personas están viviendo una vida más digna. Vida que aún estando mejor preparados puede verse amenazada por las consecuencias de otras catástrofes, pero tenemos la certeza de que la inversión que se ha realizado en las comunidades hará que éstas respondan con mayor diligencia y rapidez, lo que permitirá salvar vidas.

El escenario del Mitch dejó al descubierto en Centroamérica los problemas que dos años después Naciones Unidas recogería en la Declaración del Milenio. Los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) pretenden reducir a la mitad la pobreza extrema y el hambre en 2015; universalizar la educación primaria, promover la igualdad de género, reducir la mortalidad infantil, combatir el sida y el paludismo, garantizar la sostenibilidad del medio ambiente y crear una asociación mundial para el desarrollo.

Cuando nos encontramos en el ecuador de este programa solidario y global, aún quedan por cumplir muchas de las 20 metas propuestas y no se están alcanzando los niveles de desarrollo deseados. La ONU indica que los países ricos deberían invertir al menos 195.000 millones de dólares, o lo que es lo mismo, prácticamente duplicar la ayuda mundial que actualmente se está ofreciendo.

Hoy, en plena crisis financiera a nivel mundial, es probable que las ayudas para la consecución de los ODM se vean afectadas, y que metas como la de reducir la pobreza absoluta a la mitad tengan retrasos en su consecución. Los desastres naturales y la pobreza no desaparecen en tiempos de crisis financiera… incluso sus efectos pueden ser más devastadores. Invertir en el desarrollo de las comunidades se hace urgente y necesario en estos tiempos, para que las subidas del petróleo o de los alimentos les afecten lo menos posible.

Sin embargo, no todo depende de la ayuda de los Gobiernos, sino también de la solidaridad de particulares y empresas que a través de sus donaciones nos permiten poner en marcha acciones de desarrollo que vayan mucho más allá de la respuesta al desastre.