AGENCIAS - Jerusalén - 12/05/2009
El discurso sobre el Holocausto nazi pronunciado el lunes por el papa Benedicto XVI en Jerusalén generó decepción y creó polémica este martes en Israel, donde se le reprochaba la "frialdad" y la "abstracción" de sus palabras. "Omitió mencionar que los alemanes o los nazis participaron en la matanza, y no tuvo una sola palabra para pedir perdón o por lo menos expresar remordimiento o compasión por las víctimas", lamentó el rabino Meir Lau, presidente del Memorial del Holocausto de Jerusalén.
A las voces críticas se ha sumado la del presidente del parlamento de Israel, Reuven Rivlin, que acusó a Benedicto XVI de mostrarse alejado del sufrimiento judío en el Holocausto nazi, elevando el tono de una visita que ya antes de comenzar había despertado polémica. "No fui al Memorial para oír una descripción histórica del Papa sobre los hechos comprobados del Holocausto, sino con la esperanza de que pediría perdón por nuestra tragedia, debida principalmente a los alemanes y a la Iglesia. Desgraciadamente, no hubo nada de eso".
Rivlin no estuvo presente en las otras ceremonia oficiales de Benedicto XVI en Israel, reconociendo su "malestar" en presencia de un ex miembro de las juventudes hitlerianas y del Ejército alemán del que desertó en 1944.
En este sentido, el portavoz vaticano, Federico Lombardi, ha tenido que salir de nuevo en defensa del Pontífice. En una primera reacción insistió en que Benedicto XVI jamás perteneció a las juventudes hitlerianas. Pero posteriormente reculó y dijo que el Papa había sido enrolado en contra de su voluntad y aseguró que no participó activamente en el movimiento juvenil nazi. "Él fue enrolado involutariamente en las juventudes hitlerianas pero no tuvo una participación activa. Las juventudes hitlerianas no es una expericencia significativa en su vida porque no fue un participante activo. Fue algo que tuvo que hacer", aseguró Lombardi.
El mismo Papa, cuando era el cardenal Joseph Ratzinger, mencionó en un libro en 1996 que perteneció a la Hitler-Jugend.
Lugares santos
En su segunda jorrnada de visita a la región, el Papa ha pronunciado un discurso en la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén y posteriormente se ha dirigido al Muro de las Lamentaciones y al el Cenáculo, donde Jesús celebró la Ultima Cena, los sitios más sagrados de Jerusalén, el corazón del conflicto palestino-israelí.
Durante unos segundos, Benedicto XVI ha rezado en el lugar más sagrado de los judíos. También ha colocado una petición, como acostumbran a hacer los judíos entre las ranuras de sus antiguas piedras, y ha leído un salmo en latín, acompañado de un rabino que lo hizo en hebreo. Además, celebró una misa en el valle de Josafat, en las faldas del Monte de los Olivos, otro lugar relacionado con la historia de la Salvación.
Esta es la segunda vez que un Papa visita el recinto sagrado judío, después de que Juan Pablo II lo hiciera en el año 2000 durante su peregrinación a los Santos Lugares con motivo del Jubileo de la Iglesia Católica.
Ante los grandes rabinos de Jerusalén, el Papa ha dicho que quiere profundizar en la comprensión de la Santa Sede con Israel y el pueblo judío en todo el mundo. Benedicto XVI ha recordado la importancia del Concilio Vaticano II, que fue reimpulsado en el año 2000 por Juan Pablo II, y que ha permitido difundir que los cristianos y los judíos tengan una fase inicial de acercamiento que abre un sólido camino. "La Iglesia Católica está indisolublemente empeñada por seguir el camino del Concilio Vaticano II para una auténtico y verdadero diálogo", ha dicho el Pontífice, informa Miguel Mora.
Polémica en Belén
Mientras tanto, Belén, a ocho kilómetros de Jerusalén, se prepara para recibir este miércoles al Papa al otro lado del muro. Hay apisonadoras que asfaltan las calles a contrarreloj y jóvenes transportando banderas y pancartas. En la ciudad, cuna del cristianismo por el nacimiento de Jesucristo, solo quedan un 15% de cristianos, informa Juan Miguel Muñoz.
Israel no ha permitido que los palestinos celebren un acto con el Papa en el lugar que deseaban porque se vería el muro de cemento, una torreta militar y una puerta con una llave que simboliza el derecho al retorno de los refugiados. Benedicto XVI tiene previsto reunirse mañana con el presidente palestino, Mahmud Abbas. Pero el presidente Peres invitó este lunes a la familia del soldado Gilad Shalit, cautivo en Gaza a manos de Hamás, y ha repartido folletos en los que se presenta a dos víctimas cristianas del terrorismo fallecidas en 2003.
El discurso sobre el Holocausto nazi pronunciado el lunes por el papa Benedicto XVI en Jerusalén generó decepción y creó polémica este martes en Israel, donde se le reprochaba la "frialdad" y la "abstracción" de sus palabras. "Omitió mencionar que los alemanes o los nazis participaron en la matanza, y no tuvo una sola palabra para pedir perdón o por lo menos expresar remordimiento o compasión por las víctimas", lamentó el rabino Meir Lau, presidente del Memorial del Holocausto de Jerusalén.
A las voces críticas se ha sumado la del presidente del parlamento de Israel, Reuven Rivlin, que acusó a Benedicto XVI de mostrarse alejado del sufrimiento judío en el Holocausto nazi, elevando el tono de una visita que ya antes de comenzar había despertado polémica. "No fui al Memorial para oír una descripción histórica del Papa sobre los hechos comprobados del Holocausto, sino con la esperanza de que pediría perdón por nuestra tragedia, debida principalmente a los alemanes y a la Iglesia. Desgraciadamente, no hubo nada de eso".
Rivlin no estuvo presente en las otras ceremonia oficiales de Benedicto XVI en Israel, reconociendo su "malestar" en presencia de un ex miembro de las juventudes hitlerianas y del Ejército alemán del que desertó en 1944.
En este sentido, el portavoz vaticano, Federico Lombardi, ha tenido que salir de nuevo en defensa del Pontífice. En una primera reacción insistió en que Benedicto XVI jamás perteneció a las juventudes hitlerianas. Pero posteriormente reculó y dijo que el Papa había sido enrolado en contra de su voluntad y aseguró que no participó activamente en el movimiento juvenil nazi. "Él fue enrolado involutariamente en las juventudes hitlerianas pero no tuvo una participación activa. Las juventudes hitlerianas no es una expericencia significativa en su vida porque no fue un participante activo. Fue algo que tuvo que hacer", aseguró Lombardi.
El mismo Papa, cuando era el cardenal Joseph Ratzinger, mencionó en un libro en 1996 que perteneció a la Hitler-Jugend.
Lugares santos
En su segunda jorrnada de visita a la región, el Papa ha pronunciado un discurso en la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén y posteriormente se ha dirigido al Muro de las Lamentaciones y al el Cenáculo, donde Jesús celebró la Ultima Cena, los sitios más sagrados de Jerusalén, el corazón del conflicto palestino-israelí.
Durante unos segundos, Benedicto XVI ha rezado en el lugar más sagrado de los judíos. También ha colocado una petición, como acostumbran a hacer los judíos entre las ranuras de sus antiguas piedras, y ha leído un salmo en latín, acompañado de un rabino que lo hizo en hebreo. Además, celebró una misa en el valle de Josafat, en las faldas del Monte de los Olivos, otro lugar relacionado con la historia de la Salvación.
Esta es la segunda vez que un Papa visita el recinto sagrado judío, después de que Juan Pablo II lo hiciera en el año 2000 durante su peregrinación a los Santos Lugares con motivo del Jubileo de la Iglesia Católica.
Ante los grandes rabinos de Jerusalén, el Papa ha dicho que quiere profundizar en la comprensión de la Santa Sede con Israel y el pueblo judío en todo el mundo. Benedicto XVI ha recordado la importancia del Concilio Vaticano II, que fue reimpulsado en el año 2000 por Juan Pablo II, y que ha permitido difundir que los cristianos y los judíos tengan una fase inicial de acercamiento que abre un sólido camino. "La Iglesia Católica está indisolublemente empeñada por seguir el camino del Concilio Vaticano II para una auténtico y verdadero diálogo", ha dicho el Pontífice, informa Miguel Mora.
Polémica en Belén
Mientras tanto, Belén, a ocho kilómetros de Jerusalén, se prepara para recibir este miércoles al Papa al otro lado del muro. Hay apisonadoras que asfaltan las calles a contrarreloj y jóvenes transportando banderas y pancartas. En la ciudad, cuna del cristianismo por el nacimiento de Jesucristo, solo quedan un 15% de cristianos, informa Juan Miguel Muñoz.
Israel no ha permitido que los palestinos celebren un acto con el Papa en el lugar que deseaban porque se vería el muro de cemento, una torreta militar y una puerta con una llave que simboliza el derecho al retorno de los refugiados. Benedicto XVI tiene previsto reunirse mañana con el presidente palestino, Mahmud Abbas. Pero el presidente Peres invitó este lunes a la familia del soldado Gilad Shalit, cautivo en Gaza a manos de Hamás, y ha repartido folletos en los que se presenta a dos víctimas cristianas del terrorismo fallecidas en 2003.
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