"Estados Unidos posiblemente anunciará que la derrota de Al Qaeda ha sido obra suya pero no es cierto", afirma Filiu. Según el arabista, "las fuerzas árabes suníes y chíes" están haciendo posible la caída de la organización porque han comprendido que "el mayor número de víctimas de Al Qaeda" se registra entre la población musulmana a pesar de su declaración de guerra contra Estados Unidos y todos sus aliados.
"Los líderes de Al Qaeda recurren al islam para justificar sus acciones pero sus objetivos son eminentemente políticos, en la medida en que buscan destruir y transformar radicalmente las estructuras sociales, políticas, económicas y administrativas de los escenarios en los que actúan", considera Filiu. Al Qaeda se define así misma como una organización musulmana suní que persigue la consecución del nuevo califato islámico, pero, según el politólogo "los musulmanes se han dado cuenta de que la religión es únicamente la excusa para legitimar sus actos, un señuelo para lograr apoyo social y reclutar a sus miembros".
Por otra parte, "han perdido su monopolio en Internet" sentencia Jean Pierre Filiu. "Al Qaeda se ha encontrado con la competencia de los arrepentidos, que explican en la Red que la organización mata civiles, incluidos musulmanes, y que la yihad entendida como guerra santa contra los infieles no tiene justificación teológica". Más aún, "de sus cinco foros sólo conservan Al Hefba.
Al Qaeda, con menos proyección internacional
La contención de la expansión de Al Qaeda es otro de los síntomas de su decadencia. No sólo el eje central de la organización -en Irak y Arabia Saudí- se está derrumbando sino que "no ha logrado asentarse en Gaza debido a la barrera interpuesta por el nacionalismo de las facciones palestinas". Además, el brazo de Al Qaeda en el Magreb islámico, el Grupo Salafista para la Predicación y el Combate "no ha logrado proyectarse fuera de su área de actuación inicial, lo que significa que Al Qaeda no le ha inyectado una nueva fuerza", estima el experto en yihadismo. "A lo peor hay una estabilización y a lo mejor un principio de repliegue", añade.
En este sentido, Filiu considera que durante los dos últimos años, se han reducido las alertas por terrorismo en Europa: "Los servicios secretos europeos han desmantelado muchas de sus células", explica el arabista, que subraya la importancia de que los miembros detenidos eran entrenados para dar apoyo a las acciones en el Magreb y no en Europa, otro de los indicativos de su menor proyección internacional.
"Al Qaeda está volviendo a sus raíces como un círculo que se cierra y esta tendencia se consolidará en 2009", sentencia Filiu. La organización comenzó a actuar hace 20 años con bases en las zonas tribales entre Afganistán y Pakistán, donde construyó su red de colaboración con los talibanes y "ahora su influencia se está reduciendo a sus santuarios originales, aunque no hay que bajar la alerta porque todavía pueden dañar".
Con respecto a otros grupos terroristas como Lashkar e Taiba en Pakistán, Fatah al Islam en Líbano o Jemee Islamia en Indonesa, Filiu asegura que "tienen agendas regionales" y "aunque pueden colaborar de un modo puntual con Al Qaeda, no necesitan su ayuda" porque cuentan con sus "propios medios de financiación y su red de Internet".
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