El principal diario finlandés, Helsinki Sanomat, ha amanecido reemplazando su particular primera de publicidad por una gran fotografía de una mujer que frente al colegio del asesinato se pregunta: ¿Por qué? Pocas respuestas concretas hay todavía a la pregunta de la mujer, pero nuevos datos revelan que Matti Saari, si bien no mostraba un perfil sólido de un psicópata, había publicado en Internet mensajes de odio, guerra y venganza muy similares a los de Pekka-Eric Auvinen, el estudiante de bachillerato que mató el pasado 7 de noviembre a ocho compañeros, e incluso ambos tenían gustos similares.
Saari, que afirmaba ser ateo y vivía solo con su gato, se definía a sí mismo como un misántropo comprometido y ninguno de sus compañeros sospechaba de él. De hecho, había dicho en la redmyspace.com que estaba interesado en conocer amigos y en trabajar en grupo. Sin embargo, fuentes de la investigación han informado de que había dejado en el apartamento donde vivía, en una residencia de estudiantes, dos breves notas escritas a mano en las que daba a entender que había empezado a planear la matanza hace seis años. "El contenido de las notas indica que odiaba a la raza humana y que había empezado a planear esto en 2002", ha declarado a los medios de comunicación locales Jari Neulaniemi, el jefe de la investigación.
Tragedias similares
Hechos muy parecidos a los que se dieron con Auvinen. Los dos jóvenes protagonistas de las masacres finlandesas no parecían tipos agresivos para sus compañeros, pero ambos terminaron por colgar vídeos en YouTube donde mostraban su odio a la humanidad.
Parafraseando la letra de la canción War (Guerra) del grupo Wumpscut, Saari escribió en You Tube: "Toda la vida es guerra y toda la vida es dolor y lucharás solo en tu guerra personal". Auvinen, que leía a Nietzsche y admiraba a Hitler, amenazaba en su vídeo con la eliminación de todos aquellos a quienes consideraba "incapacitados" y "fracasos de la selección natural".
Tanto uno como otro, compartían su pasión por el grupo de rock industrial KMFDM, y ambos pasaron sus últimas horas en Internet. Auvinen y Saari iniciaron su sesión en el portal irc-gallery por última vez el día de la matanza, antes de ir al instituto y abrir fuego contra sus compañeros de clase.
Ayer se conoció que Saari, aficionado al cine de terror, enumeró en varias páginas weblos ordenadores, las armas, el sexo y la cerveza entre sus hobbies. Saari además publicó una fotografía de su arma, una pistola Walther P22. Un internauta encontró demasiadas similitudes entre el vídeo de Saari y Auvinen y llamó a la policía, pero los agentes interrogaron al chaval de 22 años y no le consideraron peligroso. Hasta el punto de que, según ha informado la ministra de Interior de Finlandia, Anne Holmund, el agente que interrogó a Saari el lunes fue el mismo que resolvió concederle la licencia de armas de fuego el pasado agosto.
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