EFE - Pekín - 30/03/2009
Los turistas extranjeros podrán entrar en Tíbet a partir del 5 de abril, según el portavoz de Turismo del Gobierno chino qua cita la agencia oficial de noticias china Xinhua. Tras la violencia de mediados de marzo del año pasado, China expulsó a los turistas extranjeros que esos días se encontraban en Tíbet y no ha vuelto a permitir la entrada de ningún visitante foráneo.
El acceso ya estaba muy limitado con anterioridad, puesto que, además del visado chino, hacía falta un permiso especial del Buró de Turismo tibetano. El Departamento de Turismo en Tíbet ha señalado que, en marzo de 2008, la recepción de extranjeros fue suspendida "por la seguridad de los viajeros". Bachug, el responsable de esa agencia estatal, ha afirmado que ahora el territorio tibetano es "armonioso y seguro", y las agencias de viajes y los hoteles están "bien preparados para recibir a los turistas". La oficina de Turismo ha anunciado que más de 100 grupos de turistas extranjeros ya se han registrado para visitar Tíbet.
En abril de 2008, China ya había sugerido la inmediata normalización del ingreso de turistas, cuando todavía estaban frescos los levantamientos pro independencia de marzo, que motivaron el cierre. A finales de ese mes, un tribunal condenó en Tíbet a 17 supuestos cabecillas de las violentas manifestaciones en Lhasa, la capital de esa región autónoma de China. Los jueces impusieron penas de entre tres años de cárcel y cadena perpetua. Según el Gobierno chino, en las protestas murieron 19 personas, aunque los medios tibetanos en el exilio aseguran que perdieron la vida un centenar.
Desde la apertura del tren a Tíbet, en julio del 2006, el número de turistas chinos a la región ha aumentado considerablemente (4,02 millones en el 2007, más de un 64 por ciento más que en el año anterior). En ese año, los japoneses fueron el principal país emisor de turistas extranjeros a Tíbet (78.000) y superaron por primera vez a EE UU.
Los turistas extranjeros podrán entrar en Tíbet a partir del 5 de abril, según el portavoz de Turismo del Gobierno chino qua cita la agencia oficial de noticias china Xinhua. Tras la violencia de mediados de marzo del año pasado, China expulsó a los turistas extranjeros que esos días se encontraban en Tíbet y no ha vuelto a permitir la entrada de ningún visitante foráneo.
El acceso ya estaba muy limitado con anterioridad, puesto que, además del visado chino, hacía falta un permiso especial del Buró de Turismo tibetano. El Departamento de Turismo en Tíbet ha señalado que, en marzo de 2008, la recepción de extranjeros fue suspendida "por la seguridad de los viajeros". Bachug, el responsable de esa agencia estatal, ha afirmado que ahora el territorio tibetano es "armonioso y seguro", y las agencias de viajes y los hoteles están "bien preparados para recibir a los turistas". La oficina de Turismo ha anunciado que más de 100 grupos de turistas extranjeros ya se han registrado para visitar Tíbet.
En abril de 2008, China ya había sugerido la inmediata normalización del ingreso de turistas, cuando todavía estaban frescos los levantamientos pro independencia de marzo, que motivaron el cierre. A finales de ese mes, un tribunal condenó en Tíbet a 17 supuestos cabecillas de las violentas manifestaciones en Lhasa, la capital de esa región autónoma de China. Los jueces impusieron penas de entre tres años de cárcel y cadena perpetua. Según el Gobierno chino, en las protestas murieron 19 personas, aunque los medios tibetanos en el exilio aseguran que perdieron la vida un centenar.
Desde la apertura del tren a Tíbet, en julio del 2006, el número de turistas chinos a la región ha aumentado considerablemente (4,02 millones en el 2007, más de un 64 por ciento más que en el año anterior). En ese año, los japoneses fueron el principal país emisor de turistas extranjeros a Tíbet (78.000) y superaron por primera vez a EE UU.
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