jueves, marzo 13, 2008

Un nuevo desafío mundial

Por Javier Solana, alto representante de la Política Exterior y de Seguridad Común de la UE (LA VANGUARDIA, 13/03/08):

Los riesgos que plantea el cambio climático son reales y ya se están materializando. Este año, la gran mayoría de peticiones de ayuda humanitaria de urgencia están relacionadas con el clima. Pero los riesgos van más allá de las crisis humanitarias y tampoco se trata de un “mero” reto ambiental. El cambio climático genera además graves riesgos políticos y de seguridad que afectan directamente a los intereses europeos.

Esta semana presentaré, con la Comisión Europea, un informe a los jefes de Estado y de Gobierno europeos. Su eje argumental es el siguiente: el cambio climático tiene ya un impacto profundo sobre la seguridad internacional, que se intensificará, y tenemos que actuar urgentemente.

El cambio climático es un multiplicador de riesgos: agrava las tensiones y dificultades tanto dentro de un mismo país como entre países. Amenaza con sobrecargar las regiones ya frágiles y propensas a conflictos. La respuesta que los gobiernos darán al cambio climático depende de su capacidad actual para resolver conflictos.

Afirmar que el cambio climático acarrea riesgos para la seguridad refuerza la necesidad de cumplir nuestro compromiso de reducción de emisiones. No podemos renunciar a las reducciones ni dejar de adaptarnos a un inevitable cambio climático. Esto es fundamental, pero no lo es todo: la reducción de emisiones y la adaptación deben asociarse a una gestión de los retos del cambio climático para la seguridad internacional.

Quisiera destacar tres de estos retos.

Uno de ellos es el conflicto respecto de los recursos, en particular cuando su acceso está politizado. Cabe esperar que la reducción de tierras cultivables, la falta de agua, la disminución de existencias de alimentos y de peces, el aumento de inundaciones y sequías prolongadas se acentúen. La falta de agua, en particular, puede provocar tensiones sociales. África es el continente más vulnerable al cambio climático, debido a sus múltiples tensiones y escasas capacidades de adaptación.

En segundo lugar cabe mencionar el aumento de las migraciones. La ONU vaticina que para el 2020 habrá millones de migrantes medioambientales, siendo el cambio climático una de las principales causas. Es probable que estos flujos migratorios masivos incrementen los conflictos en las zonas de tránsito y de destino, derivando en mayores tensiones entre diferentes grupos étnicos y religiosos, con la consiguiente radicalización política.

¿Y qué ocurrirá con el petróleo, el gas y los recursos pesqueros si las fronteras cambian, o si los territorios quedan sumergidos? ¿Pueden subsistir los derechos y responsabilidades de un país carente de masa terrestre, como se prevé para algunas islas del Pacífico? ¿Qué ocurrirá si el estrecho de Anián (paso del Noroeste) queda transitable permanentemente? Si se gestiona bien, constituiría una oportunidad, pero sin un marco internacional para evaluar y zanjar las reivindicaciones territoriales, surgirán nuevas tensiones.

El sistema multilateral corre peligro si no hacemos frente a estos desafíos. Los más afectados por el cambio climático no serán los más responsables de haberlo provocado, lo que podría dar lugar a una política del resentimiento que enfrente a los máximos emisores contra las poblaciones más afectadas. En pocas palabras, la geopolítica del cambio climático rebasará ampliamente la mera esfera medioambiental.

¿Qué proponemos?

Primero, desarrollar las capacidades de la UE en todos los aspectos: desde la vigilancia y la alerta rápida hasta la prevención de conflictos, pasando por la gestión de crisis y la respuesta a catástrofes. Si como UE reconocemos que las repercusiones del cambio climático sobre la seguridad son reales y están afectando a nuestros intereses, deberíamos movilizar los recursos financieros necesarios.

También deberíamos desarrollar una “diplomacia del CO ” . Con nuestros socios ² tenemos que llevar a cabo una investigación más selectiva para determinar los puntos críticos en términos de seguridad y cómo afrontarlos juntos. En todas nuestras relaciones con el mundo deberíamos sensibilizar acerca de los efectos del cambio climático sobre la seguridad y potenciar las capacidades en los países más vulnerables.

En tercer lugar, hay que plantearse si las actuales reglas del juego siguen siendo válidas para un nuevo contexto climático. Al elevarse el nivel del mar y fundirse los casquetes de hielo, el debate sobre reivindicaciones territoriales, zonas económicas exclusivas y acceso a nuevas rutas comerciales es cada vez más acuciante. Podría ser necesario reforzar las actuales normas del derecho internacional, como el derecho del Mar. Algunos países extremadamente vulnerables al cambio climático abogan por el reconocimiento internacional de la migración por motivos medioambientales.

Las disputas científicas sobre el cambio climático están superadas. Aun cuando hoy mismo apagáramos para siempre todas las luces, las consecuencias de las emisiones pasadas se harán sentir en el futuro, y debemos prepararnos ahora. Esto vale también para las consecuencias en materia de seguridad, y corresponde a Europa liderar la respuesta internacional.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola.

Soy Gonzalo.

Les vengo a pedir ayuda para poder difundir lo mas posible mi blog sobre el calmbio climático
Hasta hace poco hice circular por internet una reflexión sobre el calentamiento global dejandola en los blogs que trataran sobre el tema o que estuviesen relacionados al medio ambiente.
Pero ahora he creado mi propio blog.
Denle un vistazo a mi blog y si les interesa y les gusta, por favor les pido que me ayuden.
Esto de los blogs es muy reciente para mi

Aca esta mi dirección de blog:

http://elgranretodelsiglo.blogspot.com/


Por favor mirenlo aunque sea primero.


desde ya muchas gracias.

Un gran saludo.