Por RODRIGO FERNÁNDEZ Moscú 11/07/2008
Las tensiones entre Rusia y Georgia continúan aumentando después de que Tbilisi llamara a consultas a su embajador en Moscú debido a la violación de espacio aéreo en la región separatista de Osetia del Sur. El embajador Erosi Kitsmarishvili tiene previsto llegar hoy a Georgia.
El Kremlin reconoció ayer que sus aviones de combate sobrevolaron Osetia del Sur, pero un comunicado del ministerio de Exteriores justificaba la acción que, según Moscú, evitó un ataque de las fuerzas georgianas contra los osetios. El Parlamento de Georgia se reúne hoy para debatir la crisis surgida y "revisar las perspectivas de las relaciones futuras" con su poderoso vecino del Norte.
Mientras tanto, la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice reafirmó su apoyo a las aspiraciones georgianas de ingresar en la OTAN al tiempo que expresó su preocupación por la política que Rusia hacia las regiones separatistas georgianas, Abjazia y Osetia del Sur. Rice, al final de su visita a Tbilisi ayer, declaró que la solución de esos conflictos "debe producirse respetando la integridad territorial de Georgia y pacíficamente".
El ministerio de Exteriores de Georgia calificó de "un nuevo acto de agresión la violación del espacio aéreo de Georgia por parte de cuatro aviones de combate rusos el 9 de julio". "Esta agresión abierta por parte de la Federación Rusa crea una amenaza a la paz y la seguridad no sólo en Georgia sino también en toda la región caucásica", se dice en un comunicado divulgado hoy.
Mientras el presidente georgiano Mijaíl Saakashvili recibía ayer a Rice en Tbilisi, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, se reunía en Moscú con el líder separatista abjazo Serguéi Bagapsh. Lavrov y Bagapsh hablaron sobre la representación rusa que el Kremlin piensa abrir en Abjazia y sobre la serie de explosiones ocurridas en esa región últimamente. La más sangrienta se produjo el domingo pasado en un café de Gali. En esa ocasión perecieron cuatro personas, entre ellos Dhanzuj Muratiai, jefe del Servicio de Seguridad de esa ciudad fronteriza entre Abjazia y el resto de Georgia. Abjazia responsabiliza a "altos funcionarios del Ministerio del Interior de Georgia" de ser los organizadores de los atentados.
Abjazia y Osetia del Sur son independientes de hecho desde la primera mitad de los años noventa, después de sendas guerras contra Tbilisi. Aunque ningún país los ha reconocido oficialmente, muchos políticos rusos consideran que Moscú debe hacerlo en el caso de que Georgia sea aceptada en la OTAN. El Kremlin considera que el ingreso de Tbilisi en la Alianza dañará al proceso de paz y propone que Georgia firme un tratado de no uso de la fuerza con las regiones separatistas como un primer paso para aliviar las tensiones.
Las tensiones entre Rusia y Georgia continúan aumentando después de que Tbilisi llamara a consultas a su embajador en Moscú debido a la violación de espacio aéreo en la región separatista de Osetia del Sur. El embajador Erosi Kitsmarishvili tiene previsto llegar hoy a Georgia.
El Kremlin reconoció ayer que sus aviones de combate sobrevolaron Osetia del Sur, pero un comunicado del ministerio de Exteriores justificaba la acción que, según Moscú, evitó un ataque de las fuerzas georgianas contra los osetios. El Parlamento de Georgia se reúne hoy para debatir la crisis surgida y "revisar las perspectivas de las relaciones futuras" con su poderoso vecino del Norte.
Mientras tanto, la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice reafirmó su apoyo a las aspiraciones georgianas de ingresar en la OTAN al tiempo que expresó su preocupación por la política que Rusia hacia las regiones separatistas georgianas, Abjazia y Osetia del Sur. Rice, al final de su visita a Tbilisi ayer, declaró que la solución de esos conflictos "debe producirse respetando la integridad territorial de Georgia y pacíficamente".
El ministerio de Exteriores de Georgia calificó de "un nuevo acto de agresión la violación del espacio aéreo de Georgia por parte de cuatro aviones de combate rusos el 9 de julio". "Esta agresión abierta por parte de la Federación Rusa crea una amenaza a la paz y la seguridad no sólo en Georgia sino también en toda la región caucásica", se dice en un comunicado divulgado hoy.
Mientras el presidente georgiano Mijaíl Saakashvili recibía ayer a Rice en Tbilisi, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, se reunía en Moscú con el líder separatista abjazo Serguéi Bagapsh. Lavrov y Bagapsh hablaron sobre la representación rusa que el Kremlin piensa abrir en Abjazia y sobre la serie de explosiones ocurridas en esa región últimamente. La más sangrienta se produjo el domingo pasado en un café de Gali. En esa ocasión perecieron cuatro personas, entre ellos Dhanzuj Muratiai, jefe del Servicio de Seguridad de esa ciudad fronteriza entre Abjazia y el resto de Georgia. Abjazia responsabiliza a "altos funcionarios del Ministerio del Interior de Georgia" de ser los organizadores de los atentados.
Abjazia y Osetia del Sur son independientes de hecho desde la primera mitad de los años noventa, después de sendas guerras contra Tbilisi. Aunque ningún país los ha reconocido oficialmente, muchos políticos rusos consideran que Moscú debe hacerlo en el caso de que Georgia sea aceptada en la OTAN. El Kremlin considera que el ingreso de Tbilisi en la Alianza dañará al proceso de paz y propone que Georgia firme un tratado de no uso de la fuerza con las regiones separatistas como un primer paso para aliviar las tensiones.
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