ELPAÍS.com - Madrid - 07/08/2008
Se trata de una nueva forma de sinestesia, que es una afección que mezcla los sentidos de la persona, de manera que los afectados son capaces de percibir colores en los números y las letras. Los científicos sostienen que la sinestesia auditiva podría ser una característica muy difundida y se trataría sencillamente de un modo de procesar mejor la información visual, según los directores de la investigación, los profesores del Instituto de Tecnología de California Melissa Saenz, especialista en Computación y sistemas neuronales, y Christof Koch, profesor de Biología cognitiva y del comportamiento.
La doctora descubrió el fenómeno mientras mostraba a unos alumnos un experimento en su laboratorio, según explica la investigadora en la revista Current biology. En un momento dado, uno de ellos afirmó que podía oír un patrón de puntos móviles que se mostraba en la pantalla de un ordenador. La doctora le hizo varias preguntas y se dio cuenta de que su caso reunía las características de la sinestesia: al chico le había sucedido toda su vida y le pasaba con todo tipo de imágenes en movimiento.
"Como parte del experimento, la pantalla de mi ordenador mostraba un conjunto móvil con unos puntos que se extendían rápidamente, algo así como la escena inicial de La guerra de las galaxias", explica Saenz. "De repente, uno de los alumnos preguntó: ¿Alguien más oye algo cuando miras eso? Hablé con él y me di cuenta de que su experiencia reunía todas las características de la sinestesia: una activación automática y cruzada de los sentidos", añade.
Saenz conocía que la sinestesia auditiva nunca se había documentado. Así que sometió a la prueba a un centenar más de voluntarios y localizó otros tres casos. "Teniendo ese caso específico, fue más fácil encontrar a más gente. Esa película resulta ser bastante ruidosa para los sinestésicos", añade. "Habríamos tenido menos éxito si sólo hubiéramos preguntado: ¿Oyes sonidos cuando ves objetos que se mueven o parpadean? Porque en una ambiente normal, las cosas que se mueven suelen hacer ruido". Esa podría ser la razón por la que los neurobiólogos no habían detectado la sinestesia auditiva.
Gente con una 'banda sonora' más rica
"La gente con sinestesia auditiva es menos propensa que otros sinestésicos a darse cuenta de que su experiencia es anormal. Es gente que tiene una vida con una banda sonora más rica, y no tanto personas que viven una experiencia radicalmente diferente", observa Saenz. Así, los afectados citaron ejemplos visuales cotidianos que generaban sonidos que ellos sabían que sólo podían estar en sus cabezas, como ver la televisión con el sonido apagado.
Saenz y Koch advirtieron que los cuatro sinestésicos obtuvieron mejores resultados que un grupo de no afectados en una prueba sencilla con pautas rítmicas de flashes similares a un código morse visual. Habitualmente, estas pautas son más fáciles de identificar con sonidos (bips) que con imágenes (flashes), así que los investigadores predijeron que los sinestésicos tendrían ventaja con las pautas visuales porque en realidad oyen un sonido cada vez que ven un flash.
Acertar series de bips y flashes
En la prueba, los voluntarios veían una serie de flashes y tenían que adivinar si una segunda secuencia, activada después, representaba la misma pauta temporal o no. Luego se hizo una prueba similar con series de bips. Tanto los sinestésicos como el grupo de no afectados obtuvieron similares buenos resultados en la prueba de los bips. Sin embargo, con las pruebas de los flashes, los sinestésicos fueron mucho más precisos: respondieron correctamente durante más del 75% del tiempo, en contraste con un 50% del grupo de referencia. "Los sinestésicos tenían ventaja porque no sólo veían sino que también oían las pautas visuales", sostiene Saenz.
Los científicos consideran que alrededor de un 1% de la población podría experimentar sinestesia auditiva. De hecho, piensan que el cerebro podría trasmitir con normalidad información sensorial visual al córtex auditivo, para crear una predicción del sonido asociado. "Esta transmisión podría resultar en una percepción sensorial auténtica en los sinestésicos, quizá debido a una conexiones neuronales más fuertes de lo normal", sostiene Saenz.
"Podríamos llegar a descubrir que los centros de procesamiento del movimiento del córtex visual están más interconectados con las regiones auditivas del cerebro de lo que pensábamos, incluso en un cerebro normal", señala Saenz. "Hasta ahora se sabe muy poco sobre cómo trabajan juntos los sistemas cerebrales que procesan la audición y la visión. Entender esta interacción es importante porque en la experiencia normal, nuestros sentidos trabajan juntos en todo momento".
Se trata de una nueva forma de sinestesia, que es una afección que mezcla los sentidos de la persona, de manera que los afectados son capaces de percibir colores en los números y las letras. Los científicos sostienen que la sinestesia auditiva podría ser una característica muy difundida y se trataría sencillamente de un modo de procesar mejor la información visual, según los directores de la investigación, los profesores del Instituto de Tecnología de California Melissa Saenz, especialista en Computación y sistemas neuronales, y Christof Koch, profesor de Biología cognitiva y del comportamiento.
La doctora descubrió el fenómeno mientras mostraba a unos alumnos un experimento en su laboratorio, según explica la investigadora en la revista Current biology. En un momento dado, uno de ellos afirmó que podía oír un patrón de puntos móviles que se mostraba en la pantalla de un ordenador. La doctora le hizo varias preguntas y se dio cuenta de que su caso reunía las características de la sinestesia: al chico le había sucedido toda su vida y le pasaba con todo tipo de imágenes en movimiento.
"Como parte del experimento, la pantalla de mi ordenador mostraba un conjunto móvil con unos puntos que se extendían rápidamente, algo así como la escena inicial de La guerra de las galaxias", explica Saenz. "De repente, uno de los alumnos preguntó: ¿Alguien más oye algo cuando miras eso? Hablé con él y me di cuenta de que su experiencia reunía todas las características de la sinestesia: una activación automática y cruzada de los sentidos", añade.
Saenz conocía que la sinestesia auditiva nunca se había documentado. Así que sometió a la prueba a un centenar más de voluntarios y localizó otros tres casos. "Teniendo ese caso específico, fue más fácil encontrar a más gente. Esa película resulta ser bastante ruidosa para los sinestésicos", añade. "Habríamos tenido menos éxito si sólo hubiéramos preguntado: ¿Oyes sonidos cuando ves objetos que se mueven o parpadean? Porque en una ambiente normal, las cosas que se mueven suelen hacer ruido". Esa podría ser la razón por la que los neurobiólogos no habían detectado la sinestesia auditiva.
Gente con una 'banda sonora' más rica
"La gente con sinestesia auditiva es menos propensa que otros sinestésicos a darse cuenta de que su experiencia es anormal. Es gente que tiene una vida con una banda sonora más rica, y no tanto personas que viven una experiencia radicalmente diferente", observa Saenz. Así, los afectados citaron ejemplos visuales cotidianos que generaban sonidos que ellos sabían que sólo podían estar en sus cabezas, como ver la televisión con el sonido apagado.
Saenz y Koch advirtieron que los cuatro sinestésicos obtuvieron mejores resultados que un grupo de no afectados en una prueba sencilla con pautas rítmicas de flashes similares a un código morse visual. Habitualmente, estas pautas son más fáciles de identificar con sonidos (bips) que con imágenes (flashes), así que los investigadores predijeron que los sinestésicos tendrían ventaja con las pautas visuales porque en realidad oyen un sonido cada vez que ven un flash.
Acertar series de bips y flashes
En la prueba, los voluntarios veían una serie de flashes y tenían que adivinar si una segunda secuencia, activada después, representaba la misma pauta temporal o no. Luego se hizo una prueba similar con series de bips. Tanto los sinestésicos como el grupo de no afectados obtuvieron similares buenos resultados en la prueba de los bips. Sin embargo, con las pruebas de los flashes, los sinestésicos fueron mucho más precisos: respondieron correctamente durante más del 75% del tiempo, en contraste con un 50% del grupo de referencia. "Los sinestésicos tenían ventaja porque no sólo veían sino que también oían las pautas visuales", sostiene Saenz.
Los científicos consideran que alrededor de un 1% de la población podría experimentar sinestesia auditiva. De hecho, piensan que el cerebro podría trasmitir con normalidad información sensorial visual al córtex auditivo, para crear una predicción del sonido asociado. "Esta transmisión podría resultar en una percepción sensorial auténtica en los sinestésicos, quizá debido a una conexiones neuronales más fuertes de lo normal", sostiene Saenz.
"Podríamos llegar a descubrir que los centros de procesamiento del movimiento del córtex visual están más interconectados con las regiones auditivas del cerebro de lo que pensábamos, incluso en un cerebro normal", señala Saenz. "Hasta ahora se sabe muy poco sobre cómo trabajan juntos los sistemas cerebrales que procesan la audición y la visión. Entender esta interacción es importante porque en la experiencia normal, nuestros sentidos trabajan juntos en todo momento".
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