Por DANIEL VERDÚ - Madrid - (El País.com, 29/04/2008)
Encontrar plaza en una escuela infantil pública o concertada de la Comunidad de Madrid es complicado. Pero si, encima, los padres del niño no están casados por la Iglesia y el hijo no está bautizado ni recibe catequesis, la cosa se puede poner bastante más difícil. Y ése es el criterio que utiliza la escuela infantil financiada con fondos públicos Cristo de la Guía, en Vicálvaro, para el baremo al que se somete a los aspirantes a una plaza de un centro público. Ese punto suele ser la clave para posibles desempates.
En la entrada del centro, un cartel lo dice bien claro: "Los puntos de libre disposición se darán por: padres casados por la Iglesia, niños bautizados, hijos en catequesis, certificado parroquial que especifique que hay una clara vivencia de la fe". Además, también puntúa en este apartado "cualquier vinculación con alumnos o ex alumnos del centro". Una de las empleadas lo corrobora cuando se solicita el formulario de ingreso.
La puntuación que reciben quienes optan a una plaza en colegios o institutos se basa en criterios de proximidad, sociales y económicos. Además, sólo en la educación, que comienza a partir de los tres años, existe el "punto de libre determinación", un requisito que cada escuela elige, supuestamente evitando situaciones de discriminación. Este punto lo debe aprobar el consejo escolar ciñéndose a "criterios públicos y objetivos". Es decir, que ni siquiera es legal que la escuela incorpore ese punto a los aspirantes para el ciclo que va de cero a tres años.
La Comunidad de Madrid dijo ayer que desconoce esta práctica y que mandará una inspección al Cristo de la Guía para lo compruebe. Según un portavoz de la Consejería de Educación, "se solicitará al centro que deje de pedir esos certificados" a las familias de futuros alumnos.
Pedir un certificado que mida la fe de los aspirantes a una plaza de guardería concertada y la de sus padres es discriminatorio y anticonstitucional. Pero, además, la ley reserva el derecho a introducir un criterio de libre determinación en el proceso de baremación sólo a los centros de alumnos mayores de tres años. O sea, que la medida que aplica la escuela infantil Cristo de la Guía es ilegal.
Y así lo corrobora la propia Comunidad de Madrid. "La ley no lo permite. Vamos a mandar una inspección para comprobarlo y se tomarán medidas. Si lo están haciendo, desde luego, lo están haciendo mal", explicó ayer un portavoz de la Consejería de Educación. Además, el Gobierno regional, dice, obligará al centro a que retire de su proceso de selección las particulares mediciones de la fe de sus aspirantes. Y ahí, si se reconoce la infracción, es donde puede comenzar la segunda parte del problema.
La diputada de IU y responsable de Educación, Eulalia Vaquero, que denunció ayer el caso, pide ahora que se anule todo el proceso de inscripción del centro, que termina mañana. "Muchas familias no han presentado los papeles de inscripción porque no cumplían con los requisitos. Si la Comunidad reconoce que no han actuado correctamente, tendrá que repetirse todo el proceso", señala Vaquero. Este periódico trató, sin éxito, ayer por la tarde, de recabar la versión del centro.
Para la Federación de Asociaciones de Madres y Padres Giner de los Ríos, la cuestión está clara. "Eso es absolutamente ilegal. El punto de libre designación no puede ser discriminatorio en función de sexo o religión, la Constitución lo prohíbe. Toda la legislación vigente lo deja claro. Como Federación hemos pedido reiteradamente que desaparezca de todas las etapas legislativas", explica su portavoz, José Luis Pazos. Además, la Giner de los Ríos anunció ayer que, "si se confirman los hechos", acudirá a los tribunales para demandar al centro.
Los padres de los alumnos de una escuela infantil concertada pagan en función de sus ingresos. El coste de la cuota mensual puede ir de cero euros (los que ganan menos de 3.600 euros al año) hasta 343 (los que ganan más de 32.000 euros anuales).
En la región, hay pocas plazas en escuelas infantiles, y las que hay están muy disputadas. Este año, según datos de los sindicatos, entre 25.000 y 30.000 menores de tres años se han quedado en lista de espera. Por eso, aunque el centro Cristo de la Guía sólo ponga en juego un punto en función del grado de catolicismo de sus aspirantes, la cuestión puede ser determinante. Eso se debe a que el resto de aspectos que puntúan (sociales, económicos y de proximidad geográfica respecto a la escuela) suelen ser muy similares entre los solicitantes de un mismo barrio. Y así, el punto de libre determinación (la puntuación media con la que se logra una plaza es de ocho puntos) suele ser el que decanta la balanza hacia un alumno u otro.
El Cristo de la Guía se asegura de este modo un alumnado homogéneamente católico.
Encontrar plaza en una escuela infantil pública o concertada de la Comunidad de Madrid es complicado. Pero si, encima, los padres del niño no están casados por la Iglesia y el hijo no está bautizado ni recibe catequesis, la cosa se puede poner bastante más difícil. Y ése es el criterio que utiliza la escuela infantil financiada con fondos públicos Cristo de la Guía, en Vicálvaro, para el baremo al que se somete a los aspirantes a una plaza de un centro público. Ese punto suele ser la clave para posibles desempates.
En la entrada del centro, un cartel lo dice bien claro: "Los puntos de libre disposición se darán por: padres casados por la Iglesia, niños bautizados, hijos en catequesis, certificado parroquial que especifique que hay una clara vivencia de la fe". Además, también puntúa en este apartado "cualquier vinculación con alumnos o ex alumnos del centro". Una de las empleadas lo corrobora cuando se solicita el formulario de ingreso.
La puntuación que reciben quienes optan a una plaza en colegios o institutos se basa en criterios de proximidad, sociales y económicos. Además, sólo en la educación, que comienza a partir de los tres años, existe el "punto de libre determinación", un requisito que cada escuela elige, supuestamente evitando situaciones de discriminación. Este punto lo debe aprobar el consejo escolar ciñéndose a "criterios públicos y objetivos". Es decir, que ni siquiera es legal que la escuela incorpore ese punto a los aspirantes para el ciclo que va de cero a tres años.
La Comunidad de Madrid dijo ayer que desconoce esta práctica y que mandará una inspección al Cristo de la Guía para lo compruebe. Según un portavoz de la Consejería de Educación, "se solicitará al centro que deje de pedir esos certificados" a las familias de futuros alumnos.
Pedir un certificado que mida la fe de los aspirantes a una plaza de guardería concertada y la de sus padres es discriminatorio y anticonstitucional. Pero, además, la ley reserva el derecho a introducir un criterio de libre determinación en el proceso de baremación sólo a los centros de alumnos mayores de tres años. O sea, que la medida que aplica la escuela infantil Cristo de la Guía es ilegal.
Y así lo corrobora la propia Comunidad de Madrid. "La ley no lo permite. Vamos a mandar una inspección para comprobarlo y se tomarán medidas. Si lo están haciendo, desde luego, lo están haciendo mal", explicó ayer un portavoz de la Consejería de Educación. Además, el Gobierno regional, dice, obligará al centro a que retire de su proceso de selección las particulares mediciones de la fe de sus aspirantes. Y ahí, si se reconoce la infracción, es donde puede comenzar la segunda parte del problema.
La diputada de IU y responsable de Educación, Eulalia Vaquero, que denunció ayer el caso, pide ahora que se anule todo el proceso de inscripción del centro, que termina mañana. "Muchas familias no han presentado los papeles de inscripción porque no cumplían con los requisitos. Si la Comunidad reconoce que no han actuado correctamente, tendrá que repetirse todo el proceso", señala Vaquero. Este periódico trató, sin éxito, ayer por la tarde, de recabar la versión del centro.
Para la Federación de Asociaciones de Madres y Padres Giner de los Ríos, la cuestión está clara. "Eso es absolutamente ilegal. El punto de libre designación no puede ser discriminatorio en función de sexo o religión, la Constitución lo prohíbe. Toda la legislación vigente lo deja claro. Como Federación hemos pedido reiteradamente que desaparezca de todas las etapas legislativas", explica su portavoz, José Luis Pazos. Además, la Giner de los Ríos anunció ayer que, "si se confirman los hechos", acudirá a los tribunales para demandar al centro.
Los padres de los alumnos de una escuela infantil concertada pagan en función de sus ingresos. El coste de la cuota mensual puede ir de cero euros (los que ganan menos de 3.600 euros al año) hasta 343 (los que ganan más de 32.000 euros anuales).
En la región, hay pocas plazas en escuelas infantiles, y las que hay están muy disputadas. Este año, según datos de los sindicatos, entre 25.000 y 30.000 menores de tres años se han quedado en lista de espera. Por eso, aunque el centro Cristo de la Guía sólo ponga en juego un punto en función del grado de catolicismo de sus aspirantes, la cuestión puede ser determinante. Eso se debe a que el resto de aspectos que puntúan (sociales, económicos y de proximidad geográfica respecto a la escuela) suelen ser muy similares entre los solicitantes de un mismo barrio. Y así, el punto de libre determinación (la puntuación media con la que se logra una plaza es de ocho puntos) suele ser el que decanta la balanza hacia un alumno u otro.
El Cristo de la Guía se asegura de este modo un alumnado homogéneamente católico.
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