Por Michael Taarnby, investigador asociado del Instituto Danés de Estudios Internacionales, en Copenhague, Dinamarca (REAL INSTITUTO ELCANO, 16/11/07):
Tema: Este análisis trata de Dinamarca como objetivo potencial de al-Qaeda. Intenta definir y comprender la naturaleza de la amenaza siguiendo la pista de las conexiones entre Dinamarca y al-Qaeda en el pasado y en la actualidad.
Resumen: Sucesos recientes como la crisis de las viñetas danesas y el despliegue de tropas en Irak y Afganistán en la lucha contra el terrorismo suelen citarse como causas específicas que han colocado a Dinamarca en el punto de mira de al-Qaeda. Aunque estos ejemplos son ciertamente relevantes en lo que se refiere a un análisis de la amenaza, necesitan ser completados por otros acontecimientos para comprender su alcance. Si bien es cierto que la política exterior danesa ha captado la atención de los islamistas extremistas, es importante estudiar los acontecimientos internos en Dinamarca en la última década para poder entender la situación actual, especialmente entre los círculos militantes islamistas. Es la interacción entre acontecimientos internos y externos la que marca futuras tendencias y esto probablemente continúe siendo así en los próximos años. La amenaza contra Dinamarca es real pero no ha alcanzado el mismo nivel crítico que en el caso de otros países europeos.
Análisis
La amenaza de al-Qaeda contra Dinamarca y el desarrollo de vínculos con la yihad mundial
Tema: Este análisis trata de Dinamarca como objetivo potencial de al-Qaeda. Intenta definir y comprender la naturaleza de la amenaza siguiendo la pista de las conexiones entre Dinamarca y al-Qaeda en el pasado y en la actualidad.
Resumen: Sucesos recientes como la crisis de las viñetas danesas y el despliegue de tropas en Irak y Afganistán en la lucha contra el terrorismo suelen citarse como causas específicas que han colocado a Dinamarca en el punto de mira de al-Qaeda. Aunque estos ejemplos son ciertamente relevantes en lo que se refiere a un análisis de la amenaza, necesitan ser completados por otros acontecimientos para comprender su alcance. Si bien es cierto que la política exterior danesa ha captado la atención de los islamistas extremistas, es importante estudiar los acontecimientos internos en Dinamarca en la última década para poder entender la situación actual, especialmente entre los círculos militantes islamistas. Es la interacción entre acontecimientos internos y externos la que marca futuras tendencias y esto probablemente continúe siendo así en los próximos años. La amenaza contra Dinamarca es real pero no ha alcanzado el mismo nivel crítico que en el caso de otros países europeos.
Análisis
La amenaza de al-Qaeda contra Dinamarca y el desarrollo de vínculos con la yihad mundial
En la mañana del 4 de septiembre de 2007 la policía danesa llevó a cabo una redada en Copenhague en una operación antiterrorista. Registraron 11 apartamentos distintos y detuvieron inicialmente a ocho sospechosos mientras que otros dos quedaron bajo custodia. Los ocho detenidos tenían entre 19 y 29 años, y entre ellos había ciudadanos de origen turco, afgano, paquistaní y somalí. Todos fueron acusados bajo la legislación danesa por conspiración para llevar a cabo un acto terrorista utilizando un artefacto explosivo.
Los detenidos fueron declarados sospechosos de estar preparando un ataque con bomba, aunque se desconoce el lugar y el objetivo del ataque. Gracias a una estrecha colaboración entre los servicios de inteligencia norteamericanos y daneses se logró averiguar que uno de los sospechosos había recibido formación en el uso de explosivos y técnicas de vigilancia en un campamento de entrenamiento terrorista en Pakistán durante los anteriores 12 meses. En este caso la ayuda provino de escuchas electrónicas, supuestamente realizadas por la Agencia de Seguridad Nacional norteamericana (NSA).[1] Estas circunstancias dieron lugar a una rueda de prensa ofrecida por el Servicio de Inteligencia Danés (PET) el mismo día que se llevó a cabo la redada antiterrorista. Según el análisis de los servicios de inteligencia daneses los sospechosos principales eran militantes islamistas con conexiones internacionales, más concretamente con contactos directos con miembros de al-Qaeda.[2] El PET quiso distinguir claramente a los que operan de forma independiente, las denominadas células autóctonas, y las células en contacto directo con al-Qaeda, especificando que en el caso danés había un vínculo directo con altos mandos de al-Qaeda, no identificados por el momento.
Como era de esperar, las detenciones de terroristas en Copenhague acapararon los titulares informativos. Queda por resolver una pregunta esencial, la mención específica de una conexión directa entre los sospechosos terroristas daneses y agentes veteranos militantes de al-Qaeda. En el momento de escribir este estudio no se había publicado ninguna información sobre estas relaciones concretas. Sin embargo, resulta inconcebible que el jefe del servicio de inteligencia danés hubiera señalado este tipo de relación a no ser que el PET estuviera totalmente seguro sobre la información. Mientras que este caso particular es interesante, no se trata de un incidente aislado. Como tal, debe ser contextualizado porque el incidente ha sido precedido de hechos similares, pero además tiene relación con acontecimientos futuros.
Este análisis se ocupa de la amenaza que pesa sobre Dinamarca por parte de al-Qaeda y sus grupos satélites. Se trata de una tarea complicada por varias razones, y exige un análisis más a fondo de lo que significa la valoración de una amenaza y al-Qaeda. Incluso con acceso total a material clasificado, la valoración de una amenaza es más un arte que una ciencia, en el sentido de que el analista se enfrenta siempre a una fotografía incompleta basada en fuentes incompletas y un entorno operativo en continuo cambio. Para un investigador independiente, como el que suscribe, faltarán incluso más detalles, lo cual dificultará más si cabe el alcanzar el grado de certeza requerido por este tipo de valoración.
¿Qué significa la mención de al-Qaeda en este contexto concreto? Es importante ser específico porque la etiqueta de al-Qaeda se ha utilizado de forma correcta e incorrecta en un sinfín de publicaciones, artículos periodísticos e incluso en comunicados gubernamentales en los últimos años, lo cual añade confusión en lugar de clarificar el asunto. Es muy llamativo que seis años después de los atentados del 11 de septiembre de 2001 siga debatiéndose qué es realmente al-Qaeda, por lo que se necesita algún tipo de aclaración. Hoy en día, al-Qaeda significa dos cosas: (1) un grupo terrorista específico fundado en los años 90 y liderado por Osama bin Laden y Ayman al-Zawahiri; y (2), al mismo tiempo, un movimiento mundial de grupos e individuos dispares cuyo único denominador común es una ideología compartida. Ambas variantes coexisten en la actualidad y se refuerzan mutuamente, como demuestran los siguientes ejemplos de conexiones entre al-Qaeda y Dinamarca.
Conexiones de al-Qaeda durante los años 90
Sería un error suponer que la conexión entre Dinamarca y al-Qaeda surgió recientemente con el asunto de la viñeta ocurrido a finales de 2005, por mencionar un ejemplo bien conocido. Vínculos específicos entre Dinamarca y al-Qaeda, o más concretamente entre grupos que formarían parte eventualmente de al-Qaeda, existen desde finales de la década de los 80. Cuando se intenta comprender la situación actual es necesario hacerlo desde un punto de vista histórico, sobre todo porque se han dado cambios significativos en la relación que sólo pueden ser reconocidos desde una perspectiva a largo plazo.
Todo tiene un principio y la conexión de Dinamarca con el islamismo extremista internacional viene de atrás, además de ser intrincada, como ha señalado este autor con anterioridad.[3] En aras de la claridad deben mencionarse los siguientes incidentes por ser indicios de lo que podríamos llamar la relación de primera generación entre los militantes islamistas daneses e individuos asociados con al-Qaeda.
Los comienzos puedes situarse en Peshawar a finales de los años 80 y principios de los 90, antes de que al-Qaeda existiese realmente. Un cierto número de personas procedentes de todo el mundo islámico se conocieron en Pakistán, y algunos de ellos tenían relación con Dinamarca. Por aquella época, ejemplares del libro Join the Caravan de Abduallah Azzam podían encontrarse entre los círculos islamistas en Dinamarca, aunque debe indicarse que pocos de estos individuos viajaron realmente a Pakistán o Afganistán para formarse, adoctrinarse o para luchar en primera línea. Los que se aventuraron a salir al extranjero tomaron la conocida ruta a través de Pakistán, alojándose en las pensiones de Peshawar y, algunos de ellos, llegaron a adentrarse en Afganistán. Sus actividades tuvieron un impacto muy limitado, si es que tuvieron alguno, y su implicación fue irrelevante en un contexto amplio.
El siguiente incidente resulta interesante porque revela una relación directa entre un residente en Dinamarca y una de las figuras más importantes de al-Qaeda a finales de los años 90. Omar Maarouf tenía en su posesión el teléfono de Abu Zubaydah en el momento de su detención en Bruselas en marzo de 1998. Maarouf era un socio de los militantes islamistas argelinos, supuestamente del GIA. Por entonces, Abu Zubaydah tenía la llave de los campos de entrenamiento de al-Qaeda en Afganistán, y era la persona encargada del reclutamiento. Se desconoce la naturaleza exacta de la relación entre Maarouf y Abu Zubaydah. El primero cumple en la actualidad una larga condena de prisión en Marruecos por un delito relacionado con el terrorismo.
Abu Rached, un ciudadano sirio residente en Dinamarca, fue identificado por investigadores españoles como vinculado con al-Qaeda en Europa. Como mínimo había contactos telefónicos entre Abu Rached e Imad Eddin Barakat Yarkas.[4] Transcripciones de llamadas telefónicas interceptadas entre Dinamarca y España han revelado que una llamada de Abu Rached a Yarkas tenía por objeto conseguir el número de teléfono de un tal Abu al-Hareth, quien residía por aquel entonces en Londres. Este último era una persona muy cercana a Osama bin Laden, como lo demuestran los registros telefónicos en los que aparecen al menos 200 llamadas entre ambos. De hecho, Yarkas visitó Copenhague en diciembre de 1997. Allí se hospedó en casa de un tal Said Mansour durante su estancia de una semana. Mansour fue condenado a tres años de cárcel en 2007 por incitación a la violencia mediante la distribución de material de propaganda yihadista.
En un incidente más reciente, tres hombres permanecen bajo custodia en Líbano por sospechas de su colaboración con el grupo militante islamista Fatah al-Islam. Estas tres personas no identificadas son todas ellas bien ciudadanos daneses, bien residentes en Dinamarca, y su supuesta relación con este grupo en particular es motivo de preocupación. Fatah al-Islam ha negado ser parte de al-Qaeda, pero ha reconocido sentir una gran simpatía por la organización terrorista. Recientes combates en los alrededores del campo de refugiados el Nahr al-Bared en el norte de Líbano probaron que Fatah al-Islam está muy próximo a al-Qaeda en ideología y estilo de lucha, aunque utilicen distintos nombres.
El asunto de las viñetas
Cuando el caso de las viñetas danesas alcanzó su apogeo en los primeros meses de 2006, militantes islamistas de un gran número de grupos expresaron su opinión sobre el incidente y algunos lanzaron amenazas explícitas contra los ciudadanos daneses y Dinamarca en general. En el momento culminante de la crisis, el PET había registrado unas 200 amenazas en Internet, lo cual es indicativo del interés que el asunto generó entre los militantes islamistas. Vale la pena examinar la naturaleza de las reacciones yihadistas, en especial en qué momento se produjeron. Cuando las viñetas fueron publicadas por primera vez en septiembre de 2005 algunas reacciones islamistas radicales relacionaron el asunto con una guerra más amplia contra el islam. Sin embargo, a mediados de octubre, las protestas se habían prácticamente desvanecido, pero resurgieron en enero con una intensidad y una ferocidad inesperadas. Finalmente, al-Qaeda tomó nota del acontecimiento y lo comentó.
Una parte significativa de este tráfico en Internet ocurrió en la página web al-Hesbah, un punto de propaganda y foro de simpatizantes de al-Qaeda. Además, el Global Islamic Media Front (GIMF), uno de los principales instrumentos de propaganda de al-Qaeda, se sumó a la corriente alentando a los musulmanes a apoyar activamente la yihad de todas las formas posibles. La línea adoptada por el GIMF parecía menos preocupada con castigar a Dinamarca que con incluir el asunto de las viñetas en el contexto global y más amplio de una supuesta cruzada contra el islam. De acuerdo con este enfoque, las viñetas eran solo un ejemplo más entre muchos en esta guerra.[5] El 1 de febrero de 2006 la página web de al-Hesbah colgó un comunicado del encarcelado Abu Qatada, el líder ideológico de al-Qaeda en Europa. Abu Qatada lanzó un ataque verbal contra Dinamarca acusando específicamente al gobierno danés de anti islamista.
El asunto de las viñetas se vinculó rápidamente con la presencia de tropas danesas en Afganistán y, en particular, en Irak. Imágenes de soldados daneses fueron mostradas en la página web de al-Hesbah para ayudar a los insurgentes iraquíes a identificar a sus objetivos. Los participantes en el foro sugerían que los soldados daneses deberían ser secuestrados y decapitados como castigo por lo que veían como un ataque contra el islam.[6] A finales de enero el ejército muyahidín en Irak publicó en Internet una amenaza contra objetivos daneses, exhortando a sus simpatizantes a llevar a cabo acciones de represalia.[7] Al-Qaeda en Irak no difundió directamente amenazas específicas contra Dinamarca o contra las tropas danesas. Se desconoce el motivo de este silencio, pero podría estar relacionado con un comunicado posterior de la cúpula de al-Qaeda. Sí hubo, en cambio, una amenaza directa por parte del Ejército Islámico en febrero. Esta amenaza en Internet suponía un paso más allá, pues declaraba que no sólo había que secuestrar y matar a soldados daneses, sino que los civiles también eran un objetivo legítimo.[8]
El comunicado más significativo aparecido en Internet en relación con el incidente de las viñetas danesas fue difundido por al-Yasira el 4 de marzo de 2006. Ayman al-Zawahiri, el número dos de al-Qaeda, mencionó específicamente las viñetas en las que se representaba al profeta Mahoma como prueba de la guerra que Occidente libraba contra el islam. En el momento de la aparición de este mensaje, las embajadas danesas habían sido atacadas por muchedumbres enfurecidas en Líbano, Indonesia, Irán y otros lugares. Sin embargo, al-Zawahiri consideraba insuficiente este tipo de respuesta. En su opinión, hacer frente al insulto requería una auténtica defensa contra la campaña de la cruzada antiislamista: incendiar embajadas para después volver a la normalidad se demostraría como inadecuado a largo plazo. A juicio de al-Zawahiri se necesitaban varias vías de acción en este legítimo acto de autodefensa, incluyendo “causar pérdidas a Occidente, sobre todo pérdidas económicas en ataques que le desangraran durante años”. Los atentados terroristas en Nueva York, Madrid, Washington y Londres eran, en su opinión, un buen ejemplo de ello. Recomendaba prohibir el robo de petróleo, y “apoyar a los muyahidín en Afganistán, Irak y Palestina, que son la primera línea de defensa del islam y de los musulmanes”. También instó a llevar a cabo “un embargo económico a nivel popular” en Dinamarca, Noruega, Francia y Alemania y otros países participantes en este ataque, así como todos los países aliados en la cruzada contra el islam y los musulmanes.[9]
Las reacciones iniciales a las viñetas por parte de al-Qaeda y sus afiliados fueron muy limitadas. Sólo cuando la crisis estalló y tomó una dimensión internacional, las organizaciones yihadistas decidieron tomar partido y, al final, incluso altos mandos de al-Qaeda se hicieron eco del asunto.
La dimensión internacional
Las detenciones de septiembre de 2007 pusieron de relieve un hecho importante: la dimensión interna de al-Qaeda en Dinamarca, tanto a nivel organizativo como ideológico. Las detenciones terroristas en Dinamarca ocurridas desde septiembre de 2001 habían estado relacionadas exclusivamente con el yihadismo, lo que significa que la amenaza en Dinamarca no procedía de grupos militantes laicos, nacionalistas, separatistas o de grupos militantes de izquierdas.
Contemplando los acontecimientos de los últimos seis años resulta evidente que se ha producido un cambio. Tres células islamistas sospechosas, todas ellas implicadas en algún tipo de conspiración con explosivos, han sido desarticuladas en sus etapas de planificación. Estas conspiraciones contemplaban atentados con bombas contra objetivos civiles con la idea de causar bajas masivas, aunque se desconocen por el momento los detalles exactos de las mismas. Si llegaran a demostrarse, estos hechos supondrían una continuación de los acontecimientos ocurridos en Europa en los últimos años, donde atentados indiscriminados con bombas en Londres y Madrid han provocado cuantiosas muertes, al tiempo que otros planes similares han sido frustrados por las autoridades. A ese número debe añadirse los ciudadanos o residentes daneses que han sido acusados en el extranjero bajo sospecha de afiliación a grupos islamistas radicales en Líbano, Yemen e Irak.
Las células descubiertas hasta el momento han sido, en términos relativos, independientes. El proceso de radicalización, primer paso indispensable en el camino hacia el terrorismo, se ha tomado fundamentalmente dentro de Dinamarca. Esta circunstancia necesita alguna matización, porque en los tres ejemplos hay indicios de comunicación esencial a través de Internet. En algunos casos se han producido contactos directos entre algunos de los miembros de las células con islamistas radicales en el extranjero. Esto a su vez indica una dependencia creciente de Internet por parte de los islamistas. La accesibilidad de la propaganda a través de Internet se ha facilitado enormemente en comparación con lo que ocurría hace una década, lo cual incluye los manuales de fabricación de bombas, como se ha puesto de manifiesto en el juicio de Vollsmose que se está celebrando en la actualidad.[10]
La cultura del martirio, que fue como mucho un fenómeno marginal en los círculos yihadistas de Dinamarca durante los años 90, ha acaparado una mayor atención como lo demuestran los llamados vídeos suicidas confiscados por la policía bosnia en una redada en la que estaban involucrados jóvenes musulmanes daneses.[11] Si bien en casos anteriores no había vínculos conocidos con grupos egipcios o redes del Norte de África, la situación actual es de una naturaleza más difusa. Las viejas estructuras han sido sustituidas por redes, menos organizadas y más informales, que parecen ser igualmente letales –si no lo son más–. Y que son muy difíciles de detectar.
En el patrón de los años 90 estaban involucrados unos pocos individuos que, en su mayoría, tenían ya contactos con un grupo islamista militante cuando entraron en Dinamarca. Utilizando a este país como santuario pudieron continuar sus actividades aunque con un éxito muy limitado. Por lo que se conoce de este período, sus esfuerzos para atraer a musulmanes daneses a su causa militante deben considerarse un fracaso. Los casos recientes, en los que están implicadas tres presuntas células, siguen un esquema bastante diferente, con jóvenes musulmanes daneses que no han estado involucrados previamente en ningún tipo de actividad islamista o yihadista, siendo reclutados u ofreciéndose voluntarios para participar en acciones violentas. Esto no significa que sean parte de al-Qaeda, en realidad lo contrario está más cerca de la verdad, pero parece evidente que hasta cierto punto su inspiración proviene de la visión global difundida por al-Qaeda.
La amenaza
La amenaza que pesa sobre Dinamarca no tiene base histórica ni cultural. Difiere estructuralmente, por ejemplo, de la implicación del Reino Unido en Oriente Medio, o la referencia constante a España como al-Ándalus, lo que sugiere siglos de historia común. La conexión danesa, por muy indeseada que sea, es un evento reciente provocado por acontecimientos contemporáneos. En términos prácticos o racionales no hay nada de que vengarse o reconquistar, y sin embargo la amenaza es real.
Conclusión: A la luz de las recientes detenciones en Copenhague y las continuas amenazas publicadas en Internet por al-Qaeda y sus grupos afiliados y simpatizantes, es posible concluir que Dinamarca tiene todavía un perfil de alto riesgo. De los ejemplos del asunto de las viñetas, el despliegue de tropas danesas en Irak y Afganistán y el apoyo general de Dinamarca a la Guerra contra el terrorismo liderada por EEUU resulta tentador concluir que estos hechos han acentuado la confrontación entre Dinamarca y al-Qaeda. Sin duda estos casos de política exterior han suscitado la ira de los militantes islamistas; no obstante, es importante comprender también la dimensión interna. Hay una dimensión más sutil y quizá más significativa en la conexión entre Dinamarca y al-Qaeda que es mucho más difícil de analizar. Esto requiere una continua reevaluación de la amenaza. Las advertencias de analistas o investigadores daneses sobre el peligro de las células yihadistas que se desarrollaban dentro del país hace 10 años habrían sido probablemente ignoradas, y ello asumiendo que se hubiera siquiera pensado en la posibilidad de que algo semejante pudiera ocurrir.
Parece que Dinamarca se enfrenta a dos tipos de amenazas: una externa y otra interna, dirigidas tanto a intereses daneses en el extranjero como a objetivos localizados dentro de Dinamarca. ¿Han confluido ambas dimensiones en la última detención en Copenhague? Es imposible responder a esta cuestión central dada la escasa información disponible, aunque el restablecimiento de vínculos operativos con Pakistán debería dar lugar a una reconsideración del alcance mundial del yihadismo contemporáneo. Pakistán podría no ser la única zona de interés, como muestran los recientes acontecimientos en Líbano, como la batalla entre el ejército libanés y Fatah al-Islam.
Los casos actuales, que solo se remontan a 2005, muestran que Dinamarca se enfrenta a una nueva generación de militantes islamistas autóctonos. Estos grupos podrían no estar conectados directamente con al-Qaeda, pero su mentalidad e inspiración están vinculados sin ninguna duda a la infame organización terrorista. Estos jóvenes islamistas van en serio y están dispuestos, aunque no siempre sean capaces, a llegar hasta el final. El PET ha logrado desbaratar tres complots diferentes, pero una preocupación no menor es que sólo se necesita un incidente para aumentar la tensión entre la comunidad islámica danesa. No debe bajarse la guardia en el futuro puesto que no hay signos de que el atractivo de las ideologías yihadistas esté decayendo. Por desgracia, algunos jóvenes musulmanes percibirán a al-Qaeda como la vanguardia en contra de una cruzada de Occidente que debe ser detenida a cualquier precio, incluso si para ello hay que hacer detonar un artefacto explosivo en un espacio público en algún lugar de Dinamarca.
[1] Nicholas Kulish, “New Terrorism Case Confirms that Denmark is a Target”, New York Times, 17/IX/2007.
[2] Servicio de Inteligencia danés, “Statement Concerning Terror-related Arrests on 4 September 2007”.
[3] Michael Taarnby, “Jihad in Denmark. An Overview and Analysis of Jihadi Activity in Denmark 1990-2006”, DIIS Working Paper 2006/35.
[4] Juzgado Central de Instrucción Número Cinco de la Audiencia National, Sumario 35/01, Madrid, 18/XI/2001.
[5] Truls H. Toennesen, “Jihadist Reactions to the Muhammad Cartoons”, Norwegian Defence Research Establishment (FFI), 15/III/2006.
[6] Tønnesen, op. cit.
[7] “The Misdeed Against the Prophet”.
[8] “The Islamic Army in Iraq Issues a Statement Threatening Countries that had Published within them Caricatures of the Prophet Muhammad”, SITE Institute, 7/II/2006.
[9] “A Tape from Dr Ayman al-Zawahiri Condemning West States for Policies Against Islam and Cartoons of the Prophet Muhammad, and Advises Hamas Regarding Treaties and the Importance of Continued Jihad in Palestine”, SITE Institute, 5/III/2006.
[10] Pernille Ammitzbøll, “Videofilm og bombemanualer fremvist i retten”, Jyllandsposten, 5/IX/2007.
[11] “Indictement against Mirsad Bektasevic, Abdelkadir Cesur, Bajro Ikanovic, Amir Bajric and Senad Hasanovic”, Prosecutors Office of Bosnia and Herzegovina, Sarajevo, File nr KT-392/05, Sarajevo, 6/IV/2006.
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